El pasado 7 de junio, miles de cristianos de diferentes iglesias inundaron las calles de la ciudad francesa para proclamar el nombre del Señor en una poderosa manifestación de fe.
Aunque este evento no es nuevo, cada año se suman más y más creyentes a este movimiento que comenzó hace casi dos décadas con solo un puñado de personas. En la actualidad, se registraron más de quince mil participantes marchando pacíficamente para celebrar a Cristo en las calles de manera pública.
A través de las redes oficiales de «Marche pour Jésus Paris» (mpjparis), se testificó: «Éramos más de 15,000 personas marchando, según el conteo de la policía que nos acompañaba».
«Toda la Iglesia de Francia se reunió para proclamar el Nombre de Jesús sobre nuestro país».
Marche pour Jesus París
Uno de los aspectos más destacados de este movimiento es la unidad con la que cientos de congregaciones se unen para evangelizar y anunciar las buenas noticias de salvación en una de las capitales más visitadas del mundo. Los responsables de mpjparis expresaron su gratitud a Dios y declararon: «Muchas iglesias se han movilizado y estamos agradecidos con Dios por esto. Toda la Iglesia de Francia se reunió para proclamar el Nombre de Jesús sobre nuestro país. Agradecemos a todas las autoridades de la Prefectura y de la Ciudad de París por su apoyo».
Durante la marcha, se presentaron seis bandas musicales que llenaron el aire de la ciudad de alabanzas, alegría y oraciones, buscando tocar el corazón de aquellos que se encontraban en el lugar. También, Olivier Giroud, astro del fútbol francés, compartió su apoyo desde las redes sociales para que todos se sumen a este movimiento de fe.
Historia
La primera «Marcha por Jesús» en París tuvo lugar en 1991. Fue iniciada por Johan Sode, Robert Cau, Judith Robertson, Jacques Barbero y Nicolás Guiet, quienes sentaron las bases de este testimonio. Aunque el movimiento se desarrolló principalmente dentro del protestantismo evangélico, la idea siempre fue que fuera un encuentro de cristianos que invitaran a aquellos que no conocen a Jesús, con el objetivo de transmitir el mensaje de que Jesucristo no solo está presente en la Iglesia, sino en todas partes.