La escritora e influencer Marta Durán, asistió el mes pasado a una conferencia en Córdoba, España para hablar acerca de Las Redes sociales y la fe. La escritora inició con un mensaje que inspira a reflexionar acerca de si el uso de nuestras redes expresan a Cristo o alimentan nuestro Yo.
Su experiencia con Dios
Antes de comenzar a analizar si internet es una barrera o un puente, la joven escritora empleó las primeras palabras acerca del por qué ella hace lo que hace en redes sociales y cómo es que esto tiene que ver con su testimonio.
“El nombre de Jesús estaba escrito en varios sitios de la casa con versículos. Mis padres me hablaron de Jesús, pero no fue hasta la edad de 11, 12 años que me invitaron a un campamento y de una manera muy cercana, la persona que estaba ahí delante soltó una frase que impactó directamente mi corazón y la frase que dijo fue “Cada clavo que sostuvo en la cruz a Jesús gritaba un te amo hacia tu vida”, desde ese momento la vida de aquella niña de 11 años cambió por completo, “Fue como si se me cayera un velo. De repente yo dejé de ver a Jesús como el Dios de mis padres. Me di cuenta de que Dios no tiene nietos, quiere hijos que ama de una manera profunda”.
La razón de sus redes sociales
La escritora explicó por qué inició su discurso hablando acerca de cómo conoció a Cristo. Ella dijo: “Las redes sociales son un terreno de exposición masiva y el hecho de que estoy en redes sociales y hago lo que hago tiene que ver porque hubo alguien que se expuso primero. Esa niña, esa mini Marta, entendió que hubo alguien que se expuso en la cruz y que ahí pagó por una palabra muy censurada hoy en día que se llama pecado.Todo aquello que iba en contra del corazón de Dios”.
“Yo me arrepentí y empecé a experimentar un amor, el cual yo califico siempre de irresistible”, dice Marta,”Entonces, en ese terreno de exposición, si alguien se expuso por amor a mí, por la humanidad, ¿qué mínimo puedo hacer yo que exponerme y exponerle a Él?”.
La sociedad de hoy
La joven escritora habló acerca de un relato que está en Génesis capítulo 3, “Para mi lo grafica de una manera personal. Demuestra cómo precisamente el pecado fue colocando hojas de higuera en los primeros seres humanos de la tierra para esconderse de esa desobediencia. Y hay algo muy interesante en eso y es que la sociedad nuestra de hoy en día, dudo mucho de que se esconda detrás de hojas de higuera, pero se esconden detrás de filtros de Instagram, detrás de muros de Facebook, detrás de muchas máscaras”, expresa la autora.
Marta hiló aún más profundo en su mirada hacia nosotros como humanos del siglo XXI, “hay algo que veo súper claro en nuestra sociedad y es una falta de autenticidad. Parece que hay muchas cosas, pero que absolutamente nada nos sacia y hacemos muchos esfuerzos de una manera sobre humana a nivel de marketing empresarial y a nivel vocacional, para tener una demostración personal de que valemos algo, de que necesitamos demostrar algo, de que necesitamos crear un personaje perfecto. Una máscara perfecta que pueda ser un like, una validez para este mundo.
En medio de todo este análisis, ella reflexionó acerca del corazón de Jesús: “Él en ningún momento de los Evangelios está imponiendo a sus “followers” que le sigan, sino que directamente hace una invitación. Me encanta el pasaje del joven rico que le dice ‘sígueme, da todo el dinero a los pobres’. Y cómo Jesús aquí no está hablando desde una línea materialista, sino que se está refiriendo más bien a una condición humana de que amaba más la riqueza de su reino que el reino del que estaba hablando.
Todo es un medio para comunicar a Cristo
La influencer nos deja una conclusión: “Hay una invitación. ¿Qué más puedo hacer yo que exponer esa invitación? ¿Qué más puedo hacer yo que exponer ese amor que me cambió la vida? Ese amor que directamente ese día me dio una seguridad de que cuando éste latido del corazón un día se apague, sepa a dónde voy”.
Finalmente, Marta hace una relación entre el amor de Cristo con el uso de las redes sociales: “Hay algo que amo de Jesús y que tiene que ver también con este ámbito de las redes sociales. En un mundo donde el algoritmo te apunta directamente al Yo, al consumismo. Hubo alguien que se expuso para un propósito mayor. ¿Por qué estoy en redes?, ¿por qué hago lo que hago? básicamente tiene que ver con este propósito mayor.
Porque no se trata de mí sino de que hubo alguien que se expuso por toda la humanidad y que sus palabras duran más que una historia de Instagram de 24 horas.