Estuve en misiones por 22 años y no fue una decisión repentina, sino que ha sido una decisión gradual, siguiendo al Señor, dejando que él nos guíe hasta aquí.

Debo ser honesta, no sé qué sabes sobre Malasia hoy en día, pero estuvimos con la pandemia durante estos últimos dos años y ha sido difícil no solo por el protocolo sino para tener actividades porque no teníamos permitido salir, nuestros hijos han estado en aislamiento por dos años. Desde hace dos o tres semanas no tenemos permitido salir de la ciudad, esto hace un poco más difícil decir qué estamos haciendo para evangelizar porque lo que hacíamos es muy diferente de lo que estamos haciendo ahora.

Normalmente estamos construyendo relaciones con estudiantes universitarios y en el secundario. Intentamos crear esas conexiones para ofrecerles oportunidades para hablar más del Señor y hacer estudios bíblicos, pero durante la pandemia todo ha sido muy difícil porque ha sido todo online. Las universidades fueron cerradas y volvieron a abrir hace muy poco.

Pero la pregunta es “si no hubiera una pandemia” … lo que hacemos es tratar de formar relaciones con estudiantes, hacer discipulado, salir a las calles, trabajar con gente en situación de calle.

Cómo se comunican con la gente

Nos comunicamos mayormente en inglés, ese es nuestro idioma principal. Todos saben inglés y las personas no quieren hablar en chino, creo que está buenísimo hablarlo, pero desafortunadamente los que lo hablan porque es su idioma nativo no quieren hacerlo, prefieren hablar en inglés.

El Señor nos ha dado mucho favor y muchas puertas abiertas en Malasia; mucho favor con la iglesia. Y ha sido una oportunidad única, han sido muy acogedores, recibimos muchas invitaciones para compartir; las personas han sido muy generosas invitándonos a compartir una comida con ellos o ayudándonos si necesitábamos algo. Usamos una iglesia como nuestra base para actividades, fue una gran bendición. Hemos visto al Señor abriendo puertas por medio de gente muy amable y generosa. Hemos recibido mucho favor.

Creo que, para nosotros y nuestros hijos, este ha sido un muy buen lugar para hacer amigos en esta cultura y, por otro lado, el sistema escolar es en inglés, eso no ha sido fácil porque previamente no lo estaban haciendo en inglés y no sabíamos qué deparaba el futuro, pero de esta manera hemos visto al Señor al cuidado no solo de nosotros sino de nuestros hijos, dándoles amigos, dándoles una escuela. Hemos visto su fidelidad en la vida de nuestros hijos.

Cómo es predicar de Dios

Compartimos en muchas conversaciones por zoom y es muy diferente a cómo lo veníamos haciendo normalmente. Las iglesias se han unido alrededor de todo el país, no conocíamos a muchos de ellos, pero ha sido una gran oportunidad para conectar con ellos que de otra manera no lo hubiéramos hecho, y fue muy bueno.

Ha sido un tiempo de persistir en la adoración, y de mucho entrenamiento. Hicimos varios cursos. No habíamos tenido esa oportunidad, pero sí, es un tiempo para re-entrenar en varias áreas. Hicimos un curso en comunicaciones, en cosmovisión del mundo, que nos dan herramientas para llegar a más personas de una mejor manera. Durante la pandemia no ha sido fácil, trabajamos un día a la vez, esperando en el Señor, e intentando ser fieles en las pequeñas cosas. Trabajamos con algunos niños y ha sido un gozo verlos abrirse más.

Cuáles son los proyectos para hablar de Cristo

Amamos trabajar con jóvenes, con estudiantes. Tuvimos muchas invitaciones para trabajar con escuelas en los últimos años, así que hemos estado en muchos zooms con cientos de niños y hemos podido predicar el evangelio de una forma muy abierta, quiero decir, si hubiera sido en persona quizás no teníamos esa oportunidad y hubiera sido una circunstancia diferente, buena, pero diferente. Creo que queremos seguir desarrollando oportunidades para alcanzar estudiantes.

Juventud Con Una Misión es una comunidad misionera de cristianos provenientes de diferentes trasfondos, culturas y tradiciones cristianas, dedicados a servir a Jesús alrededor del mundo. Servimos principalmente de tres maneras: a través del entrenamiento, la proclamación del Evangelio y al preocuparnos por aquellos en necesidad. Actualmente trabajamos en más de 1,200 lugares en alrededor de 180 países.