La Universidad de Asbury anunció el cierre del culto público en la capilla de la universidad para trasladarse a otro lugar y poder acomodar a las grandes multitudes que aún acuden en masa al sitio en su tercera semana de reuniones. Desde el pasado martes, los servicios se llevaron a cabo en una ubicación central en Kentucky, disponible para los miembros del público.
El último informe arrojó que más de 15.000 personas visitaron el campus universitario de Kentucky para asistir al «derramamiento» continuo del Espíritu Santo desde el inicio.
Desde el 8 de febrero, cuando comenzó la reunión, esta ha crecido constantemente, con la asistencia de miles de cristianos al campus, lo cual ha sobrecargado las autopistas locales y la infraestructura en la ciudad de Wilmore.
Se ha informado a los visitantes de la escuela —que tiene menos de 1.700 estudiantes— que el estacionamiento y los asientos han alcanzado su capacidad máxima.
El último servicio público de Asbury en el Auditorio Hughes fue el lunes. Se alentó a los visitantes que asistieron a visitar «una de las reuniones de transmisión simultánea al otro lado de la calle en la Capilla Estes, la Capilla McKenna o el gimnasio del Centro de Estudiantes Sherman Thomas, del Seminario Asbury», ya que las filas eran largas.
Los servicios nocturnos para jóvenes de 16 a 25 años continuarán en el campus hasta hoy, con una transmisión en vivo disponible para partes limitadas.
El presidente de la Universidad de Asbury, el Dr. Kevin J. Brown, calificó el servicio como histórico, luego de una reunión habitual el 8 de febrero, en la que los estudiantes se quedaron para orar, adorar y compartir. Desde entonces, ha habido innumerables expresiones de radical humildad, compasión, confesión, consagración y entrega al Señor.
El horario del servicio sigue siendo el mismo en el Auditorio Hughes, con música y adoración, Palabra, oración y testimonios. La universidad continúa buscando crear un espacio para que las personas tengan un encuentro centrado en Cristo que transforme sus vidas. La universidad termina la declaración con una oración para que sus esfuerzos en estos días apunten al Salvador.
Tras el final de los servicios el jueves, la universidad comunicó los próximos pasos: «Como parte de la intención de Asbury es alentar y comisionar a otros a ‘salir’ y compartir lo que han experimentado, todos los servicios se realizarán en otros lugares y ya no en la Universidad de Asbury. Alentamos a los invitados a utilizar estas otras instalaciones designadas para el culto y la reunión. Se compartirá más información».