Jesús, el principal revolucionario, fue antecedido y precedido por muchos otros hombres y mujeres de fe de los que la Palabra cuenta su historia; precisamente, porque ellos cambiaron la historia.

Revolución. Una palabra cargada de experiencia histórica que en ocasiones resulta difusa y hasta negativamente asociada. ¿Qué es la revolución? Podríamos pensar en términos políticos y culturales; pero lo cierto es que, si la Biblia nos llama a ella en más de una ocasión, debemos pensar que implica algo más que el mero cambio social según las percepciones de este mundo.

Ché Ahn, pastor de la iglesia Harvest Rock y líder fundador del movimiento juvenil evangélico The Call en los años 2000, describe este libro como un llamado a un estilo de vida nacido del Espíritu que puede –y podrá– cambiar el curso de la existencia. El hedonismo y humanismo predominantes, incluso dentro de la misma iglesia, es algo que debemos arrancar de raíz. Y no es posible hacerlo gradualmente. Será necesaria una revolución. 

“En cada generación, Dios convoca a nazareos de entre su pueblo: hombres y mujeres ‘apartados’ a los que no les satisface nada menos que una devoción exclusiva a Cristo, una obediencia sin fisuras a su voluntad, y un compromiso inquebrantable con una cultura hostil a las cosas de Dios”.

Jim W. Goll y Lou Engle, compañeros del mismo equipo apostólico en Harvest International Ministries, escriben juntos este libro años después de haber recibido –cada uno en sitios y momentos diferentes– una revelación profética sobre lo que sucedería en su país a partir de una convocatoria dirigida hacia los sectores más jóvenes de la comunidad cristiana, un llamado masivo al ayuno y oración nunca antes visto en la historia de los Estados Unidos. Mas estos acontecimientos trascendieron las fronteras convirtiéndose en una cita a nivel global.

La primera parte del libro contextualiza la situación actual de la iglesia en estos tiempos. El resultado de décadas de negligencia, desobediencia y pasividad han producido un “cristianismo cultural” que no tiene revelación y está desprovisto de un verdadero poder espiritual. El Cuerpo de Cristo ha observado –en su mayor parte, en silencio–  cómo la voz de la Iglesia y las leyes de Dios han sido arrasadas por leyes que las sacaron del escenario público.

“Lo profético ayuda a preparar el camino para los propósitos de Dios en una generación, y en última instancia, para la Venida de Cristo”.

“Lo profético” en la Iglesia de Cristo no debe remitir a un misticismo pasado. “La revolución de Elías” y todos aquellos extraordinarios acontecimientos transcurridos en el monte Carmelo son ejemplo de la trascendencia que la Iglesia debe tener en cada momento histórico que le concierne. Este libro toma la generación de Elías tan solo como un modelo a seguir; sin embargo, una nueva línea de profetas debe darse a luz, o como los autores definen, hombres y mujeres que ya no se contentan simplemente con vivir según una serie de reglas, sino que ofrecen su propia vida como altar para ser consumidos por completo.

“Los sueños y las visiones son parte significativa de la presencia profética sobrenatural de Dios en su pueblo en la actualidad, tanto como lo fueron en edades pasadas”.

Por último, los autores reivindican la importancia de conservar una mentalidad y enfoque en términos generacionales, algo poco profundizado en estos tiempos modernos. Dios mismo siempre ha pensado y actuado a través de este principio: en cada era, como cristianos debemos vernos como puentes generacionales, responsabilizándonos de transmitir a la siguiente generación no solo principios, teología y creencias doctrinales, sino un celo apasionado por Dios. 

“La revolución de Elías” convoca a la sinergia entre las generaciones de creyentes. Sea como padres, o como discípulos, sin importar la posición en la que nos encontremos, la Iglesia como Cuerpo de Cristo comparte –e imparte– un propósito unificado, el llamamiento de los nazareos. La transformación sobrenatural de un mundo roto y perdido que solo encuentra esperanza en Dios. Ninguna tradición muerta será suficiente para eso. Pues el título no deja lugar a dudas: es necesario atender el llamado y protagonizar nosotros mismos la revolución

“Tanto el veloz fuego del avivamiento como el lento arder de los mentores espirituales son vitales para la estrategia de Dios para alcanzar a las naciones. El avivamiento libera la fe y cambia las vidas espirituales, mientras que la labor de los mentores espirituales transforma la cultura”.

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  • TÍTULO: La revolución de Elías
  • AUTOR: Jim W. Goll y Lou Engle
  • PÁGINAS: 192
  • AÑO: 2003
Ruth Di Naso
Tengo 20 años, soy estudiante de Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires. Soy una amante de la música y las letras. Actualmente servidora en el equipo de alabanza juvenil TRECE30.