En 1996 nació en el corazón de unas personas con el deseo de comunicar lo que Cristo estaba haciendo en Argentina. Hoy, 25 años después, te contamos los pormenores de la creación del periódico y las transformaciones que vivió a lo largo de los años.
Los noventa en Argentina fueron sinónimo de un movimiento masivo de gente que buscaba encontrarse con Jesús, manifestaciones del espíritu, milagros, sanidades y vidas transformadas. Este movimiento fue tan fuerte que se necesitaba de un medio, una voz, un canal en el cual se hable de todo lo que Dios estaba haciendo en el país. Así fue como nació “La Corriente Del Espíritu”.
El 1° de septiembre de 1996 se publicó la primera edición en la que se puede ver el titular “El milagro de Azusa”, haciendo memoria al histórico avivamiento ocurrido en 1906 en los Estados Unidos. Este titular era tan pertinente para la época debido a que Argentina estaba viviendo un tiempo de gran avivamiento y mover espiritual también. Pastores y predicadores como Carlos Annacondia, Omar Cabrera, Claudio Freidzon y Dante Gebel, entre otros fueron parte importante de este mover de Dios en el país.
Uno de los fundadores de La Corriente compartió directamente al medio cómo fueron sus inicios desde adentro. “Dios estaba haciendo algo muy poderoso en Argentina, mucha gente se estaba convirtiendo al Señor, mucha gente estaba recibiendo manifestaciones espirituales, entonces en nuestros corazones surgió este deseo de comunicar lo que estaba sucediendo, sin ningún obstáculo.
En sus comienzos, desde su fundación y hasta el 2001, La Corriente del espíritu era un periódico gratuito, esto también puede verse en la esquina superior derecha de la tapa, donde se lee “Reclámelo, es gratis”. Tampoco era sostenido por publicidad sino que, por el contrario, el periódico publicitaba los ministerios, también cubría campañas y eventos con el fin de evangelizar y transmitir el mensaje, eso no se cobraba. A todos los ministerios que lo hacían sin fines de lucro, el medio les regalaba la publicidad. “El único hermano que nos dio una ofrenda de 100 dólares, en la época del uno a uno, fue el hermano Pablo Bedrossian, esa fue la única ofrenda que tuvimos en ese tiempo”, compartió uno de los fundadores.
El periódico llegó a hacer 100.000 ejemplares mensuales gratuitos durante esos 6 años. Por el año 2002, comenzó a venderse por un precio simbólico de aproximadamente 20 centavos.
“La Corriente fue y es un medio de siembra”, declara uno de los pioneros del periódico. “Por otro lado, como el Señor no es deudor de nadie, la bendición viene y en abundancia”. “En ese momento se le puso ese precio, hasta que se decidió hacerlo online y gratuito, por eso no tenemos publicidades, porque nuestro pensamiento es bendecir al pueblo de Dios y la bendición no se cobra”, añadió.
En el año 2020 el periódico pasó a ser digital. Ante este cambio se decidió acortar el nombre a “La Corriente”, ya que se buscaba ser más abarcativo hacia el público y poder llegar a aquellos que no conocían el evangelio. La Corriente en esta nueva etapa, además de ser un medio informativo, es por sobre todas las cosas un medio formativo. Porque no queremos formar una idea, no queremos formar un pensamiento, queremos formar la vida de Cristo y, como dice su palabra en Efesios 1:23, que Él sea el todo en todos. Comunicamos y formamos, éste es el deseo de Dios para La Corriente.
“Para Todo aquel que tenga algo que decir, algo que comunicar a las personas en cuanto a la formación del Señor Jesucristo, las puertas de La Corriente están abiertas de par en par y estamos abiertos a todos los hermanos que formamos el cuerpo de Cristo”.
Hasta el día de hoy, La Corriente busca transmitir contenido en donde el único sea Jesucristo. En esa tapa se puede ver el inicio de una voz, el inicio de un movimiento, y un versículo que marcaría el curso del periódico “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”, Hebreos 4:2