Cuando estamos a mitad de año, los diferentes medios de comunicación nos dan el recordatorio de que estamos cerca de la fecha del Día del Padre; un día donde honramos, lo pasamos juntos y regalamos como muestra de amor a nuestros padres. 

Aunque quizá para muchos esta fecha puede llegar a tener un significado diferente debido alguna situación que hayas vivido que te hace repensar en este día o lo pasas con alguien que representa a tu figura paterna. Dios es nuestro padre celestial, nuestro creador que nos ha reconciliado con Él, nos ha hecho sus hijos y a Él honramos también.

Cada año sabemos que a mediados de junio, en la tercera semana, se acerca ese día y lo celebramos en familia, amigos, con asado de por medio, etc. La televisión y medios radiales nos recuerdan que debemos realizar un regalo especial para los papás. Por otro lado, algunos honran a alguien más que representa su figura paterna o mamá por hacer de padre y madre, por diversas razones o tal vez ya no está físicamente. No todos pasan ese acontecimiento igual.

Tal vez, hoy puedes encontrarte incómodo, o cansado con esta fecha o quizá estás con tus padres pero sin una relación afectiva, solo conviven y están distanciados. En mi caso ha sido vivir el proceso de restaurar la cercanía. Recuerdo haberme encontrado en mis primeros meses como cristiano quejándome de mi relación con mi papá. Mientras un amigo me contaba cómo había crecido sin su papá y me animaba a ver lo positivo de tenerlo cerca. 

De pequeño leía siempre la historia del hijo pródigo. Este relato bíblico habla de un hijo que le pide la herencia a su padre y se va, luego de malgastarla se da cuenta que no tenía nada, estaba solo y sin herencia. Reflexiona, se arrepiente y vuelve a su hogar a reconciliarse con su padre.

Me di cuenta que esta historia y las películas que tenían como tema principal la relación de padre-hijo movían algo en mi interior. No porque fueran padres ausentes, sino que padres e hijos distantes. Muchas de estas películas infantiles las he visto con mi hijo.

Hablando con mi esposa, me hizo ver que había una distancia entre mi padre y yo, que había creado en mi adolescencia, era rebelde a sus negativas. Yo necesitaba tener un padre amoldado a mis necesidades, a pesar de ello, al igual que mi amigo, fuimos rodeados de figuras paternas que nos han mostrado el amor de Dios y la figura de un padre terrenal, y han llenado esas áreas de necesidad en nuestra vida. La escritura nos recuerda:

Éxodo 20:12, «Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da».

Como hijos que somos, tenemos el mandato de honrar a nuestros padres, pero, ¿Cómo honrar a un padre que no ha estado? o ¿que lo merezca? Quizá te hagas esta pregunta. 

En el nuevo testamento, también, el apóstol Pablo apela a este pasaje y por inspiración de Dios, añade, «Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor». (Efesios 6:2-4). Cómo padres también se nos amonesta en amar a nuestros hijos y criarlos con disciplina. 

No tengo una respuesta clara. Mi amigo no estuvo con su padre de cerca, tenía muchas preguntas y necesidades no cubiertas, que sí encontró en otra figura paterna los consejos, consuelo, amistad, cercanía, ya que él hombre supo acercarse a su vida. He podido verlo como padre de familia, y lo grandioso que es a pesar de todo. Como amigo, pude ver de cerca cómo supo acercarse  a su papá y empezar un proceso de restauración de su relación, pedirse perdón, reconciliarse. Su papá no sabía cómo acercarse, así que él tomó la iniciativa. 

El hijo pródigo supo que tenía que acercarse a su padre, él se acercó, y se reconciliaron, su padre lo recibió con amor. Dios, hizo lo mismo como nuestro creador y por medio de Cristo nos hizo sus hijos, a pesar de nuestros pecados.

Todo esto, es un modelo para mi, aunque mi padre ha estado con nosotros, desde niños, siempre recuerdo ir y volver a la escuela con él, acompañarnos en reuniones de padres de familia, con sus defectos y negativas a cosas que quise hacer, y por estas cosas yo estuve distante, y no mirando los otros detalles de servicio, que son su lenguaje de amor, acciones que valoro mucho.

Durante la pandemia conversamos, le pedí perdón por querer un padre amoldado a mi manera y al no recibir eso que esperaba, me alejaba. Ahora como papá, no quiero ver a mi hijo distante por eso mi oración es poder estar cerca de él el mayor tiempo posible.

Conocer a Dios como padre, a través de figuras paternas que aman a Dios, nos da una guía de cómo tomar la iniciativa para acercarnos a otros; es importante cultivar. 

Quiero invitarte a cultivar la cercanía, si sos hijo con tu padre, si eres padre con tu hijo, si sos ambas cosas o eres padre adoptivo o hijo adoptivo. No sé cual es tu caso o situación, pero de verdad te animo a considerar el poder que hay en la reconciliación, en tomar la iniciativa en acercarte a esta persona de la que te has distanciado, porque hay paz en el perdón.

Que este día del padre no sea solo un día sino una oportunidad de honrarlos estando cerca cada día, cultivando la cercanía y la reconciliación. 

cruzada estudiantil argentina

Autor: Manuel A. Samaniego Lao

Panameño. Seguidor de Jesús desde 2010. Esposo de Elsa, papá de Otniel y Juliette. Ingeniero de Sistemas y Computación, juntos somos misioneros de tiempo completo Liderando. Estrategias Digitales para Cru en Argentina, donde creamos experiencias digitales para conectar a las personas con Jesús, acompañar su proceso de edificación y enviarlos para que sean Embajadores de Cristo de por vida. Disfruto pasar tiempo con mi familia, ver programas juntos, escribir historias, dibujar cómics y programar.

Somos Campus Crusade for Christ International (ahora conocida también como Cru). Fundada por Bill y Vonette Bright en 1951 en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Dios los guió a ver el valor estratégico de los estudiantes universitarios para ayudar en el cumplimiento de La Gran Comisión. Hoy más de 25,000 coordinadores sirven con este ministerio alrededor del mundo.