Los pastores de Una Vida Mejor atravesaron la enfermedad contenidos por sus hermanos en la fe.
El primero de enero, Rafael y Haydee Pedace comenzaron a tener síntomas relacionados al coronavirus, entre ellos tos, escalofríos, cansancio y fatiga en el cuerpo. Según cuenta el pastor, “la primera reacción fue de preocupación porque somos pacientes de riesgo, y pensé que, por nuestra edad, podríamos tener un cuadro más severo que los que experimenta un joven”. Pero el matrimonio no perdió la confianza en que el Señor estaba en control.
Al siguiente día, los pastores Pedace se realizaron un hisopado y a las horas le confirmaron que ambos eran positivos. Como tenían una buena saturación de oxígeno, los médicos les recomendaron quedar aislados en su casa. Sin embargo, Rafael cuenta “comenzamos a experimentar síntomas de cansancio extremos en el que necesitábamos dormir más de lo habitual, cambio de horarios en el descanso, desgano y comportamientos que no ocurren en la vida rutinaria”, lo que derivó en que deban realizar una nueva consulta en los días siguientes.
El cuadro clínico del matrimonio desmejoró y debieron realizarse una tomografía computada que reveló que ambos padecían una neumonía bilateral. Por ese motivo los médicos les prescribieron un paquete de medicaciones para combatir la infección pulmonar, sin tener que quedar hospitalizados.
En todo este proceso en el que enfrentaron la enfermedad, los Pedace cuentan que “la Palabra de Dios fluyó en todo momento por medio de las Escrituras y de las muchas enseñanzas que quedaron atesoradas en nuestros corazones, pero el texto que más nos bendijo en toda la recuperación fue el maravillo Salmo 91”.
Morando bajo la sombra del Omnipotente
1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
El matrimonio pastoral decidió hacer pública su situación para poder contar con el cuidado espiritual del cuerpo de Cristo y así compartir la carga con todos sus hermanos.
“Todo el equipo de pastores de la Iglesia de una Vida Mejor nos apoyó desde el primer momento, sirviéndonos en amor y oración; además recibimos el acompañamiento de todo el Concejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires y otros ministerios internacionales”, valora Rafael.
Hoy ambos se encuentran recuperados y saludables, reincorporándose a las actividades del ministerio. Y, luego de vencer la enfermedad, Rafael aconseja a los pastores, hermanos y hermanas que “despoliticen el tema del COVID-19, sin entrar en críticas ni enojos, teniendo el debido respeto ante esta pandemia global, y resguardando todas las recomendaciones que nos brindan las autoridades gubernamentales y sanitarias”.
La crisis por coronavirus no cesó, y aunque ya existen varias vacunas para prevenir la enfermedad se estima que hasta 2022 no se podrá lograr la inmunidad frente al contagio social. Los concejos pastorales le sugieren a sus miembros respetar los protocolos de distanciamiento social, la higiene preventiva y el uso de barbijo para evitar la circulación del virus.