La inteligencia espiritual no es un concepto etéreo, sino que se manifiesta en nuestra vida cotidiana de diferentes formas bien concretas y palpables.
En artículos anteriores compartí algunas definiciones y claves acerca de cómo activarla y desarrollarla para vivir en plenitud. Hoy quiero enfocarme en 10 de los hábitos que abren posibilidades para acrecentarla.
Precisamente los hábitos son conductas aprendidas y reiterativas, que se arraigan en nuestro interior de manera que muchos de ellos terminan siendo automáticos. Es importante distinguir si los hábitos que elegimos sostener influyen en positivo o en negativo en las diferentes áreas de nuestra vida y a partir de esa reflexión decidirnos a tomar acción ya sea para fortalecer los que nos benefician o para dejar atrás los que nos limitan.
Como escribe el apóstol Pedro, hay personas que “…son esclavos de hábitos que los destruirán, pues uno es esclavo de aquello que lo domina”, 2 Pedro 2.19 PDT.
¡Querida mujer! Trabajemos en equipo con el Espíritu Santo para desarrollar inteligencia espiritual fortaleciendo aquellos hábitos que nos encaminan y alinean al propósito y la voluntad de Dios.
- 1-INTENCIONALIDAD: Elegí vivir tu día a día intencionalmente a todo nivel. Como escribió el apóstol Pablo: “Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire”, 1 Corintios 9.26. Para desarrollar inteligencia espiritual es preciso ser intencionales en cuanto a nuestras elecciones, pensamientos, gestión del tiempo, relaciones interpersonales, decisiones, etc. En Proverbios 14.8 a) PDT leemos que “el inteligente es sabio porque piensa muy bien lo que hace”. Inteligencia y sabiduría se potencian cuando pensamos bien antes de actuar y para eso es necesario ser intencionales abrazando aquello que nos mantiene alineadas a los principios de Dios que son los que nos abrirán caminos de bendición y expansión.
- 2-PLANIFICACIÓN: Planificá tu día en la presencia de Dios. Anticiparse, chequear, priorizar, usar agenda, plasmar nuestros objetivos por escrito nos ayudará a evaluar y realizar ajustes o cambios en distintas áreas. Y querida amiga, si querés activar la inteligencia espiritual, este hábito será clave, porque para una mujer que quiere avanzar en el propósito de Dios, planificar no es opcional, es fundamental.
- 3-PROACTIVIDAD: Tomá la iniciativa para que las cosas pasen. Tu intimidad con el Señor, tu avance en las distintas esferas de relación, tu desarrollo personal, emocional y espiritual no dependen de otros, dependen de vos. En relación a este hábito, te comparto un párrafo de mi libro “Mujeres Inteligentes Espiritualmente 2, Cinco Semanas con Débora”:
“La proactividad tiene que ver con asumir de forma activa el control de nuestra conducta frente a las circunstancias, con elegir cómo reaccionar a pesar del entorno, con emprender la acción e implicarme para que las cosas sucedan, con establecer cuáles son mis valores, porque éstos guiarán mis acciones. Una mujer proactiva elige vivir como protagonista y no como víctima”.
- 4-ENFOQUE: No abuses del multitasking, agota y se torna ineficiente.
Dice Job 22.28: “determinarás así mismo una cosa, y te será firme y sobre tus caminos brillará la luz”. El hábito del enfoque nos dirige a centrarnos en un paso a paso e ir de principio a fin en lo que emprendemos. Hay mujeres que comienzan (proyectos, cambios, estudios, etc.) pero que no terminan porque en el camino van sumando más y más cosas y llega un momento en que colapsan y abandonan.
Si queremos desarrollar inteligencia espiritual, es necesario determinarnos a poner el foco en cuestiones específicas que nos acerquen a nuestras metas.
- 5-ORACIÓN: Junto con la lectura de la Biblia es lo que hará la diferencia en tu vida. Cuando el apóstol Pablo enseña acerca de la inteligencia espiritual en Colosenses, lo hace en el contexto de la oración. Una mujer inteligente espiritualmente es una mujer que ora, lee, medita en la Palabra y la pone en práctica.
- 6-AUTOGESTIÓN: Somos administradoras de lo que Dios nos ha dado a todo nivel. Él nos provee recursos espirituales, dones, habilidades, talentos, recursos emocionales, físicos, financieros, intelectuales, relacionales, y tantos otros para los cuales necesitamos activarnos en una autogestión equilibrada que nos permita disfrutarlos, invertirlos y hacerlos crecer para la gloria de Dios.
- 7-CAPACITACIÓN: Una mujer inteligente espiritualmente se capacita siempre. Equipate y entrenate con herramientas que te potencien y al mismo tiempo, bendecí a otros con todo eso que vas recibiendo. ¡Mantenete creciendo y avanzando!
- 8-GRATITUD. Es un hábito clave para disfrutar cada día en plenitud. Imposible activar y desarrollar la inteligencia espiritual sin ser agradecidas al Señor por todo. Lo bueno nos impulsa, lo difícil nos fortalece.
- 9-RELAX. El descanso comienza en nuestra mente.
“La mente tranquila es vida para el cuerpo”, Proverbios 14.30 DHH. Tu mente, tu cuerpo y tu espíritu necesitan relax para funcionar en plenitud. ¡Proponete disfrutar momentos de relax!
- 10-PERSEVERANCIA. Para no funcionar por ganas, sino por determinación. “Extendiéndome a lo que está por delante, prosigo a la meta”, Filipenses 3.14. Movernos de acuerdo a las ganas o no de llevar adelante lo que nos proponemos es fracasar anticipadamente. La perseverancia es una aliada para proseguir a la meta, para levantarnos cuando caemos y para no quedarnos varadas indefinidamente en el deseo o las ganas de cambiar, crecer, avanzar o mejorar.
Te invito a mirar hacia adentro y preguntarte: ¿Cuáles de estos hábitos ya son parte de mi vida? ¿Cómo puedo profundizarlos? ¿Cuáles de estos hábitos quiero desarrollar? ¿De qué manera lo voy a hacer?