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Diego Antonio: “El deporte era mi dios, pero el Espíritu Santo llegó para gobernar mi vida”

Diego Antonio, es un arquero profesional del fútbol argentino. Nacido en la Ciudad de Córdoba, Argentina hace 36 años. A los 13 años partió rumbo a Buenos Aires para cumplir su sueño, supo atajar en clubes de Brasil, Chile, Bolivia y Argentina.

“Desde chico siempre soñé jugar al fútbol y sin yo conocerlo, Él cumplió ese anhelo que tenía”, nos comentó, además de describirnos como Cristo lo sacó de una depresión profunda.

Conocí al Señor en el 2018, jugaba en Libertad de Sunchales en la provincia de Santa Fe, no tuve un buen rendimiento en lo personal, era titular pero no jugué bien tres partidos y me sacaron. Eso me generó depresión porque el fútbol era mi vocación, se podría decir que el fútbol era mi dios, manejaba mis emociones. Cuando perdíamos estaba mal, cuando ganábamos lo disfrutaba al máximo. El fútbol era lo que habitaba todo en mi corazón”, afirmó Diego quien reconoció que dependía del deporte.

Pero esta situación llevó al arquero a sentirse vacío y buscar alguna solución, “Todo esto me genero que buscará de alguna forma eso que me vuelva a dar una identidad como lo era antes, y fue en el 2012, cuando jugaba en Formosa, mi esposa conoció a la señora que nos alquilaba la casa y ella fue quien sembró palabra y dió fruto en mi esposa, pero yo no quería saber nada con Jesús, no sabía quién era Dios, solía decir «Gracias a Dios» porque todos los decían, pero no lo conocía.”

La situación de la pérdida de la titularidad y la falta de partidos, hizo que el decaimiento que tuvo Diego en 2018, diera un giro repentino, “Cuando entré en depresión, mi ego y mi confianza disminuyeron. Gracias a Dios, sin conocerlo me dió la oportunidad de poder vivir siempre del fútbol, pero llegó este momento donde me quedé sin fuerzas. Estaba tirado en la cama sin ganas de hacer nada, se acerca mi esposa y me dice «Diego, lo único que te puede sacar de esta situación es Dios», yo no quería saber nada

Ella, me mostró un testimonio de un amigo mio que jugó en Racing de Córdoba y lo ví con un semblante, con un vocabulario, una fe que pensé «Este chico no es el que yo conocía» y ahora me doy cuenta que Dios utilizó a esa persona para que yo pueda ver su amor y experimentar su fidelidad.”

Antes del inicio del partido, Diego se arrodilla ante Dios

“Empecé a ir a un ministerio, y pasados los años me enfoque solamente en la mirada de Él y me sacó de esa situación, de la depresión y de la identidad que había perdido. Fue

en ese momento cuando me dijo «Hoy quiero que dependas de mí y solo de mi», me termine dando cuenta que mi dependencia era solamente el fútbol, lo comencé a experimentar

a Cristo como verdad, sabiendo que el Espíritu Santo tiene poder, a pesar de los procesos de cada uno.”

Además agregó, “Cuando fue el encuentro con Cristo sentí que lo quería experimentar, a través del testimonio que hizo con mi amigo, presiento que Él me buscó en ese momento. Yo lo busqué, pero sabiendo que Dios ya nos encontró antes de que naciéramos, entendi durante estos años que Jesús me amó desde que nací hasta el día de hoy siento que está a mi lado, a pesar que no lo veamos, no lo palpamos, sabemos que está con nosotros.”

Diego llegó a la conclusión que “El fútbol genera mucho vacío en nuestro interior, a través de los resultados uno genera ego, la gente que un día te alaba, cuando te va mal esa misma gente no te reconoce. Entendí que Cristo es el que siempre está, ese corazón que era de piedra, Él me lo transformó en carne. El deporte era mi dios, pero el Espíritu Santo llegó para gobernar mi vida.”

Arengando a sus compañeros, Diego vive cada partido con efervescencia

Además nos comentó que toda su familia cree en Jesús y Diego sabe que Cristo habita su hogar “El Espíritu Santo es un guiador de nuestras vidas, gracias a Él y su diseño hoy mi familia adora al Señor, mi hijo ya desde chico conocé a Cristo y todo lo que hizo, el sacrificio por nosotros por amor. Por eso vamos caminando en el propósito que puso en nosotros. Desde que llegó Jesús a mi vida me ha forjado una identidad. Por eso creo que lo mejor es permanecer en Él.”

“Desde chico siempre soñé jugar al fútbol y sin yo conocerlo, él me cumplió ese anhelo que tenía, me hizo conocer muchos lugares y vivir de esto, pero también tuve muchas adversidades. Por eso creo que el fútbol sin Cristo no es nada, cuando me preguntan cual fue mi mejor atajada yo respondo «La mejor fue conocer a Jesús»

Diego es un seguidor constante de la palabra, y nos comentó que “Siempre me gusta citar a Pablo «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» Necesitamos ser débiles para ser fuertes, humillarnos para que Dios crezca en nuestro interior, y que el mundo vea a un Cristo vivo en nosotros, no es fácil pero la palabra dice que todo lo podemos en Él, a través de nuestra debilidad Jesús crece”

Actualmente Diego Antonio se encuentra jugando en el Club Social y Deportivo Villa General Belgrano, en la Liga de Río Tercero de la Provincia de Córdoba, Argentina. Donde puede disfrutar de su tierra natal y de cómo Cristo creció y aumenta cada día un poco más.

Luciano Peiteado
Luciano Peiteado
Periodista, redactor y conductor de radio. Trabajo con adolescentes en Presencia de Dios. Contratado por el Cielo para llevar a Jesús a las personas.

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