Hace un tiempo atrás, una persona muy querida me dio una palabra profética que cambió mi vida, la palabra decía algo así: “Santi, te veo en una reposera, estás tranquilo y descansando junto a dos árboles, pero de repente comenzás a sentirte ansioso y estresado, y escucho una voz que dice: “Cada vez que se pone así, es cuando comienza a hacer las cosas en sus fuerzas y no en las mías”.
Esa palabra vino en un momento clave de mi vida y al dejar que entrara en lo profundo de mi corazón, Dios comenzó a enseñarme un estilo de vida diferente, un estilo más “Chill chill”, donde desde el descanso comenzaría a experimentar paz y abundancia como nunca antes. Es desde esta experiencia que hoy quiero compartirte algunas de las verdades que descubrí en este tiempo.
Solo un corazón que confía puede descansar
“El descanso y la confianza son dos caras de la misma moneda”.
Santiago Figueroa
Jesús y sus discípulos estaban en una barca cuando… “De repente, se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas que entraban en la barca; pero Jesús dormía”, Mateo 8:24.
En esta historia, Jesús nos muestra que el descanso tiene todo que ver con la confianza en Dios; en otras palabras, si no confío, estaré lleno de temor en situaciones donde Dios me ya me dio la autoridad para descansar.
Jesús podía descansar porque había aprendido a confiar
Para comprender esto de manera más profunda, te pido que pienses por un segundo las cosas que hoy están robándote el descanso. Si hoy te pregunto cómo está tu confianza en Dios en esas áreas específicas. ¿Podrías reconocer que hay un poquito de desconfianza?
El entender que la confianza en Dios nos da descanso nos hace ver que, aun teniendo una relación con Dios, puedo tener áreas en las que no he aprendido a confiar en Él.
Recuerdo cuando Dios me confrontó con esto, y me hizo verlo de manera clara: “Cada área en la cual no podés descansar revela que no confías en mí”. ¡Ufff!, qué duro fue darme cuenta de que venía cultivando un montón de incredulidad en mi corazón.
Ojo, sí confío en Dios, pero me doy cuenta de que justo esas áreas que me traen ansiedad o temor tienen un factor común: desconfianza. El verbalizar esto me ayudó mucho a darme cuenta de que la invitación a descansar no es un “mandamiento religioso” sino una invitación a vivir una vida en absoluta confianza y cercanía.
Dios quiere lo mejor para nosotros
Cuando conocemos su corazón, confiar se vuelve un poco más sencillo. Si yo sé que Él me ama, y quiere siempre lo mejor para mí, cada paso que dé en confianza me llevará a una mejor calidad de vida.
Santiago Figueroa
No sé si alguna vez leíste Éxodo 31:15, si no tenés una Biblia a la mano, acá te lo resumo: El séptimo día es de completo reposo, si no, morís. Sí, en el antiguo testamento la persona que trabajaba en ese día era asesinada. Al principio esto me pareció demasiado extremo, ¿por qué un Dios que nos dio toda la capacidad de poder crear, producir y hacer nos diría que por un día no hagamos nada más que descansar?
Es muy simple. El evitar el descanso revela cuánto amamos tener el control. Y cuando Dios nos pide descansar no nos gusta. La dependencia en Él elimina nuestra autosuficiencia, lo que puede hacernos sentir “inútiles”, pero, al mismo tiempo, es una invitación a confiar y poner nuestra vida en sus manos.
Animate a practicarlo
Si querés eliminar todo vestigio de desconfianza de tu corazón, y querés una vida abundante, el descanso es tu antídoto.
“Guarden como santo el día de descanso; en ese día no se ocupen de sus propios intereses, sino disfruten del día de descanso y hablen del día con delicia, por ser el día santo del Señor. Honren el día de descanso en todo lo que hagan ese día y no sigan sus propios deseos ni hablen palabras inútiles. Entonces el Señor será su delicia…” Isaías 58:13-14 (NTV).
En esta semana elegí un día para practicar el descanso. Durante ese día decidí, de manera intencional, descansar tu mente y cuerpo. Deja ir todas tus “obligaciones” y solo disfruta del día.
Te dejo una playlist para deleitarte mientras descansás:
Si el solo pensar tomarte un día para descansar te produce ansiedad, es un buen autodiagnóstico para saber que lo necesitás. Hacé este experimento durante un mes y después me contás 🙂
Al descansar, tu relación con Dios va a crecer como nunca antes. Al fin y al cabo, ¿no es disfrutar de una relación continua y abundante con nuestro amado el propósito más grande de nuestras vidas?