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David Greco: «la cruz es una vivencia, no una historia bíblica»

En esta segunda y última parte de la conversación junto a Sebastián Liendo, el pastor profundiza un poco más en el concepto de la cruz, la muerte a uno mismo y la supremacía de Cristo. El estudio de La Corriente se llenó de la presencia de Dios al compartir vivencias y reflexiones acompañadas de la Palabra viva y eficaz.

El significado de la cruz

Uno llega a un punto donde dice: «Señor, ¿y ahora a dónde voy?, ¿qué hago? Después de haber predicado, ministrado, liderado y de andar por el mundo y las naciones, ahora no tengo nada». Y es que se llega a una vivencia personal donde uno dice: «Señor, no tengo respuesta». Bueno, ese es el proceso que han vivido miles de hombres que han crecido y madurado en Cristo, llegando a un punto en que pierden todo; o experimentan frustración, experimentan muerte.

Todos tenemos que ir a la cruz no solamente para ser salvos o para recibir el perdón de nuestros pecados, sino para ser lavados con la sangre de Cristo. Ese no es el único significado de la cruz. El significado de la cruz es que hay que tomarla, pero la Biblia dice «toma tu cruz». La cruz la llevó Él, pero yo tomo la mía y en cada una de nuestras vidas hay una cruz que hay que tomar y que hay que llevar.

La cruz es que llegas a un punto de crisis donde no tenés respuesta y te das cuenta de que la única respuesta viene de Él. El proceso de muerte significa que no tenés respuesta, no hay salida. Pero cada desierto tiene salida, cada desierto al otro lado tiene una tierra prometida. Una vez que uno entiende esto, después te vas a la Biblia y encontrás que todo el mundo pasó por lo mismo, inclusive Cristo. Al otro lado de la cruz está la resurrección.

Desiertos

D: Una vez estaba hablando con un pastor, un anciano, y entonces él me dijo «¿sabés qué, David? Sabés que pasas por una experiencia así, salís, recibís de Dios, y después de un tiempo te mete en otra para mostrarte algo más grande». Yo lo escuché y le dije «¿pero cuándo eso se termina?», y me dijo “uh, ¿sabés cuándo se termina? cuando te empieza a gustar el desierto, y cuando le decís al Señor: «Señor, dejame acá. Dejame tranquilo, me quedo. Simplemente dame tu presencia y me quedo acá». Y el viejo se reía. Me dijo «¡No! Este es un proceso hasta el fin». Lo que pasa es que cuando uno entiende el proceso, entonces lo disfruta, y no lo peleás y no intervenís, y no metés la mano y dejás que el Señor haga, porque lo que está al final es la tierra prometida. 

S: Y Jesús también es el camino, el único camino es disfrutarlo a Él.

D: Es la única. La única manera de llegar a la medida de Cristo es ésta, pero se disfruta cuando uno entiende.

Vistiéndonos de Cristo

S: Cuando Jesús es crucificado a mí me llama la atención que los discípulos se fueron a trabajar de nuevo, y se fueron a hacer sus vidas de nuevo. Pero cuando Jesús es ascendido después, y el Jesús resucitado empieza a habitar en cada uno y ellos son llenos del Espíritu, no volvieron a trabajar, fueron a cumplir la promesa de Cristo. Entonces, por eso es tan importante anunciar del Cristo resucitado y la resurrección de Cristo, porque eso es lo que nos da el poder de vivir la vida en el Espíritu. Por eso queda como si fuera una anécdota. Hay gente que está tan cerca de la cruz de Cristo y de repente tan lejos de la vida que produce la cruz de Cristo.

D: Ese punto es muy importante. Eso es gente que se desviste, pero no se viste. Es decir, se desvistió porque mataron un montón de cosas en su vida, pero se quedaron desnudos. Y Pablo dice “no, primero desvestite de esto, de esto, de esto, pero después te tenés que vestir. Y nosotros nos vestimos de Cristo, de su carácter, de su forma, de su sustancia, de su comportamiento, de su amor, de todo lo de Cristo, todo lo que tiene que ver con su vida.

Cristo no vino para mejorar tu vida

D: Hay unas modas, unas modalidades en el cristianismo, donde líderes, maestros, predicadores, personas, te hablan como dándote la impresión de un Cristo lindo, hermoso, salvo, pero que vino para mejorar tu vida. No, Jesús viene a arruinar tu vida, a matarte y a resucitar a una nueva vida, a un nuevo testimonio, una vida vivencial, una nueva vivencia.

S:  Si no, te estaría privando de lo mejor, que es de Él mismo.

D: Es como que todavía estamos centralizando todo en lo que yo vivo, en cómo Cristo me puede ayudar a mí, cómo puede mejorar mi vida. Está bien, Cristo mejora nuestras vidas, sí, pero lo hace de otra manera, nos transforma, nos cambia porque lo contemplamos a Él, porque lo adoramos a Él, porque estamos en Él, pasamos tiempo con Él, porque aprendemos de Él. Así yo me transformo.

Más de la vida de David Greco

David es pastor, teólogo y escritor argentino que actualmente reside en Estados Unidos. A lo largo de los años desarrolló un extenso y fructífero ministerio, «Cielos Abiertos», en el área de medios de comunicación cristianos, desarrollándose en la radio y la literatura.

David fue uno de los pioneros de la Radio Visión Cristiana, un canal de radio en español con sede en Nueva York y que desde la isla de Caicos, en el océano Atlántico, transmite a Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico y varios países de Centroamérica y Sudamérica. Viajó por toda América Latina y Europa ministrando en iglesias, conferencias y campañas evangelísticas. Actualmente pastorea, junto a su esposa Denise, la iglesia Puerta del Rey, en Nueva York, Estados Unidos.

Redacción
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