Un grupo de adolescentes y jóvenes de la iglesia Presencia de Dios cumple un año desde el primer día que salieron al vecindario del ministerio para predicar el Evangelio.
En agosto de 2021 fue el inicio de esta actividad a cargo de los pastores Tamara y Diego, de los ministerios de jóvenes y adolescentes, Vibra y Más, chicos de 14 a 25 años aproximadamente. El llamado de salir de predicar surgió después de terminar cada reunión de jóvenes los días sábados, siguiendo un impulso divino para llevar las Buenas Nuevas a los vecinos de Caballito, Capital Federal.
Los pastores revelan “el año pasado, exactamente el sábado siete de agosto de 2021 por la mañana, estábamos en un seminario online en el que nuestros pastores Bernardo y Alejandra compartieron sobre la vida de Charles Spurgeon. Puedo afirmar que en nuestro corazón recibimos esta palabra ‘El Señor está restaurando el llamado de adolescentes y jóvenes al ministerio’”.
Tamara detalla “pudimos observar que el Espíritu Santo lo había hecho con Spurgeon a los 15 años cuando lo llamó y la vida de Cristo en él fue lo que movió a este hombre de fe a tener una vida rendida a su Señor y Salvador. Eso encendió un fuego dentro de mí y al llegar esa tarde a la reunión, como un impulso del cielo, le dije a Diego ‘hay que salir’.
Ella aclara “fue ese ‘tenemos que llevar afuera todo esto que estamos viviendo adentro con Dios’, porque es algo impresionante lo que el Espíritu empezó a hacer en todo su Cuerpo desde la pandemia, su Persona fue más nítida y desbordante en la intimidad de cada uno” . Tamara dice convencida “sabíamos que muchos más tenían que experimentar esta realidad eterna, porque Dios es para todos”.
Esta movida joven que se generó hace un año atrás, cada vez crece más. Los pastores cuentan “sin mucha preparación, o ninguna, mejor dicho, nos dejamos guiar por ese fuego inapagable del Espíritu. Ya el primer día dijimos; ´vamos a la esquina de José María Moreno y Pedro Goyena y sin saber si alguien más se iba a sumar, lo anunciamos al terminar nuestra reunión y la respuesta de los chicos fue increíble”.
“Tenemos que llevar afuera todo lo que estamos viviendo adentro con Dios”
Tamara y Diego
Los pastores recuerdan “nadie se lo esperaba ni entendían a qué nos referíamos, así que sólo caminamos hacia la esquina sin saber qué hacer, ni cómo, ni de qué forma. Sólo renunciamos a nuestro Yo, a nuestros miedos, a la vergüenza, a nuestra comodidad, para que sea Él quien haga todo en nosotros y a través de nosotros”.
“Si lo hizo con Spurgeon, ¿por qué no lo haría con todos nosotros? Si es el mismo Dios. Con esa carga en el corazón fue que empezó todo este mover”, dicen los pastores y agregan “terminando el primer encuentro, al ver la esquina y los pies de todos los que ese día le dijimos sí a su convocatoria, recordamos en el Espíritu esta verdad: ´hermosos son los pies de los que anuncian la paz´ y asumimos este compromiso pase lo que pase”.
Los pastores plantean “realmente nosotros no iniciamos nada por nuestra cuenta, Él inició todo porque sus hechos se siguen escribiendo cuando nos movemos en su mover y fluimos en Cristo. Nuestra pregunta es: ¿Qué estás haciendo Señor ahora? ¿Qué quieres hacer hoy en la gente de este barrio? ¿A quién le quieres hablar? Y sólo nos movemos en lo que Él quiere, en su dirección. Esto no es un saber ni una actividad, es un Vivir, Cristo es un vivir”.
“No hay un método. Solo es el Espíritu Santo obrando de múltiples maneras en aquellos que Dios predestinó para Sus buenas obras”.
Tamara y Diego
Tamara y Diego detallan “a veces solo damos palabras, a veces regalos o cartas, carteles, llevando comida, abrigo, Biblias. O tan solo una charla con alguien que salió a pasear su mascota, otras veces oramos por enfermos en el hospital, en el subte, en los negocios, o tomamos un colectivo por unas cuadras y le hablamos a todo el que se nos cruza”.
Los pastores relatan algo inusual “muchas personas se acercan solas; vecinos, gente que pasó por ahí por única vez: todos citados por el cielo para coincidir en ese día y en esa hora para recibir La Vida, La Gracia, El Amor y La Salvación de Dios”. Pero a su vez, ellos cuentan “también hay personas que nos rechazan o están enojadas con Dios, pero sabemos que somos un eslabón en la historia de Dios con esa persona y que Él completará la obra”.
Tamara y Diego afirman “cada semana vemos adolescentes de 14 y 15 años tener experiencias hermosas, chicos que recién están aprendiendo a caminar con Jesús, niños que vienen con sus papás también sueltan la voz de Dios”. Los pastores aclaran “algo también muy impactante es que estas experiencias no las tienen los líderes o pastores únicamente. ¡Las tenemos todos! No importa cuánto tiempo hace que venimos a la iglesia, ni si conocimos a Jesús hace poco tiempo. Cuando le decimos sí a Cristo, y nos dejamos guiar, él nos usa. No tiene que ver con nosotros, tiene que ver con lo que Él es”.
“Todos experimentamos a Cristo y somos edificados aprendiendo a caminar por las calles con Él, porque Él es para todos”.
Tamara y Diego
Testimonios:
Uno de los testimonios que comparten sobre lo que sucede en La Esquina es “cada semana hay todo tipo de experiencias. Una vez, dos de los chicos le hablaron a Alejandro. Él estaba ebrio y también enojado, pero lo acercaron a la esquina con todos nosotros. No parecía muy receptivo a lo que le estábamos compartiendo, pero ellos le hablaron a su espíritu y le pusieron en varios bolsillos de su campera unos papelitos con el teléfono del chico que le hablaba, para que cuando estuviese bien, le pueda escribir, una idea celestial porque nuestra alma solo pensaría que no vale la pena”.
Ellos detallan “Alejandro tiene una familia y un trabajo de lunes a viernes, pero los fines de semana tenía por costumbre irse, embriagarse y aparecer en cualquier lado porque no podía superar el duelo de un familiar muy cercano a él. El viernes de esa semana, se comunicó con el chico que le había hablado. Increíblemente se acordaba de todo. El sábado siguiente, Alejandro vino con toda su familia a la esquina, para recibir de Cristo y agradecer por haberlo encontrado”.
Los pastores entre risas recuerdan “él le dijo a su esposa, ‘vamos a una iglesia ahí en la vereda’ y así llegaron. Cuando vino su cara resplandecía, literal, era otra persona. Y no paraba de sonreír y dar gracias a Dios por encontrarlo y limpiarlo de lo que él no podía dejar y sanar su corazón de ese dolor que cargaba. Nació de nuevo, empezó a congregarse y a participar de los equipos de crecimiento y Cristo está obrando en él”.
“No se trata solo de lo que hacemos, sino, especialmente, de lo que hacemos caminando con Él. No salimos a hablar de Cristo, salimos para que cristo hable en nosotros”, afirman los pastores.
Tamara y Diego reflexionan “es impresionante lo que aprendemos cada día en La esquina, porque tal como pasaba con Jesús y sus discípulos, nosotros seguimos saliendo a la calle con Él”. Los pastores afirman “La esquina son los hechos de Jesús con nosotros, La esquina es Jesús mirando a los ojos a sus amados”.
Evangelismo en la puerta del Hospital Municipal de Quemados Alejandro junto a su hija en La Esquina