¿Existe una dieta o alimentación anti estrés? Comencemos hablando de estos números: la ansiedad y los trastornos de ansiedad han aumentado en América Latina y el Caribe en un promedio de 35% y 32% respectivamente, después de la pandemia.
El incremento del estrés y la ansiedad en los últimos años fue en un aumento desmedido y con esto, nace la necesidad de buscar algún tipo de solución, remedio o alternativa que ayude a sentirse mejor o más aliviado.
Y si hablamos de estrés, tenemos que hablar del cortisol, llamada “la hormona del estrés”, porque desempeña un papel clave en la respuesta del organismo ante situaciones peligrosas.
Cuando el cerebro percibe una amenaza de cualquier tipo, envía una señal a las glándulas suprarrenales para que liberen una oleada de hormonas, entre ellas cortisol y adrenalina, para indicarle que escape o que estemos preparados para enfrentar el conflicto. Esta liberación de hormonas puede hacer que aumente el ritmo cardíaco, se acelere la respiración y se tensen los músculos.
Si no tratamos la causa, y los niveles de cortisol siguen en aumento, podemos tener problemas en nuestra salud, como:
· Disminución de nuestro sistema inmunológico (disminuyen nuestra defensas)
· Problemas digestivos
· Fatiga crónica
· Depresión
· Aumento de peso
Desde la alimentación hay mucho que podemos hacer, para que el círculo vicioso de cortisol disminuya. La clave está en no elegir de forma diaria alimentos con un impacto negativo en la salud, como lo son los ultra procesados, como es el caso de la comida rápida, jugos, gaseosas, snacks, golosinas, galletitas, etc.
Y, como revancha, darle a nuestro cuerpo conductas que nos ayuden a disminuir el cortisol en el cuerpo. Desde la alimentación, esto puede ser elegir alimentos reales, como frutas y verduras, cereales integrales y aumentar el consumo de agua.
Hay alimentos claves, con una relación directa en nuestro estrés y son aquellos alimentos que te recomiendo que aumentes su consumo:
· Pescados: por su aporte de omega 3 y 6, disminuyen el cortisol.
· Frutas y verduras: tienen fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Reducen el estrés y también refuerzan nuestro sistema inmunológico.
· Cereales integrales: como arroz yamaní, arroz integral, cebada, cus cus, mijo, amaranto, quínoa.
· Legumbres: como lentejas, arvejas, porotos y garbanzos.
· Frutos secos: como maní, pistachos, nueces, almendras y castañas.
Hay otras conductas que son determinantes en nuestros niveles del cortisol, como el buen descanso, la actividad física de forma diaria, el tiempo de disfrute y ocio y compartir tiempo social con otras personas. En la Biblia tenemos recursos invaluables frente al estrés.
En el Salmo 13, cuyo nombre es “Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción”, David expresa su angustia y clama a Dios pidiendo ayuda, pero al final nos regala dos consejos para aplicar hoy en nuestro día a día.
“Pero yo, Dios mío, confío en tu gran amor y me lleno de alegría porque me salvaste. ¡Voy a cantarte himnos porque has sido bueno conmigo! Salmo 13:5-6 TLA
Creo que es una invitación diaria frente a los problemas cotidianos el poner nuestra confianza en su gran amor, llenándonos de alegría porque en Él ya tenemos salvación. Cuando las situaciones amargas lleguen, podemos recordar tiempos pasados, cantando himnos y canciones a Dios, ya que tenemos vivencias, recuerdos y afirmaciones si miramos para atrás, donde Dios siempre ha sido bueno con nosotros.
Siempre hay que recordar que aunque pongamos en práctica nuevos hábitos saludables a nuestra vida, de nada sirve trabajarlos si no estamos parados sobre la Roca. Es por esto que mientras incorporamos una buena alimentación para mejorar nuestra calidad de vida debemos también recordar lo que dice en 1 Pedro 5:7: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”, para así poder desligarnos de aquellas cargas de la carne que entorpecen el crecimiento de Cristo en nosotros y por ende afectan a nuestro cuerpo.
Te animo a cambiar hábitos integrales, mejorando tu alimentación, haciendo actividad física, y utilizando los recursos del Reino frente al estrés.