Predicarle a un musulmán no es tan distinto como predicarle a un budista o cristiano de trasfondo católico. En la Biblia, algunos principios nos van a ayudar a evangelizar correctamente, de forma efectiva.
Vamos a tomar en cuenta lo que yo llamo “Principio 333”, ubicándonos en Lucas 3, Capítulo 3: “Y él fue por toda la región contiguo al Jordán, predicando el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías”, y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas ‘Oh generación de víboras, ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento…”.
Principio 1: “Salir de donde estás”.
“Y él fue por toda la región contigua al Jordán…” Lc: 3:3
El hecho de ir, de salir de donde yo estoy, es parte de una estrategia divina. Debemos salir de nuestra cultura, de nuestra comodidad y de nuestros propios zapatos para ponernos en los zapatos del otro. Jesús no esperaba que la gente venga a Él. Él salía, recorría las ciudades y las aldeas, e iba predicando el evangelio y la gente lo seguía.
Principio 2: “Habla a quien quiera escuchar”
Juan le hablaba de manera dura a “las multitudes que salían para ser bautizadas” Lc. 3:7
No le prediques a alguien que no quiere escucharte. No es exitoso predicarle al que no quiere escuchar. Trata de buscar amistad, conversaciones y el momento, pero deja que sea la persona que comience a interesarse. Si ve a Jesús en tu vida, esa charla va a llevarte a hablar de Cristo.
Principio 3: ”Arrepentimiento”
Bajada letra chica: “Y él fue por toda la región contiguo al Jordán, predicando el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados” Lucas 3:3
Lo mejor que puedes predicarle a la gente es arrepentimiento. Empezá por contarles cómo te arrepentiste vos, de qué te sacó Jesús, cuál era tu pecado, qué te perdonó el Señor.
El único mensaje que va a garantizar que esa persona tenga un real encuentro con Jesucristo, con su sacrificio expiatorio en la cruz y con el valor de ese sacrificio es que tú le hables del arrepentimiento, para que esa persona se encuentre con su humanidad, con su suciedad, con su pecado y pueda así entender y tener noción del sacrificio de Jesús hizo en la cruz.
Poder predicarle a cientos y miles de musulmanes y ver un montón de personas convertidas a Cristo lleva tiempo. Mateo 13 nos habla de eso. Cada tierra tiene un tiempo diferente, un proceso diferente.
No te apresures, no abortes el proceso solamente porque quieres predicarle. No tengas ansiedad para predicar. Espera tranquilo porque mientras salgas de tu comodidad y comiences a hablar del Perdón y de la obra de Cristo en tu vida, Él va a tocar los corazones de los demás, sean de la religión que sean.