Pocas cosas en la vida duelen más que escuchar las palabras “ya no te amo” por parte de la persona que un tiempo atrás prometió amarnos hasta el final.
Los tiempos que vivimos no colaboran con la armonía de pareja ni familiar: las largas horas de trabajo, los compromisos contraídos, el estrés diario, el poco tiempo de calidad en el hogar...