El piloto espacial afirmó que quiere ver hecha la voluntad de Dios “como en el cielo, así en la tierra”.
Victor Glover es el hombre de Dios que realizará su camino a la luna. Cuando el Artemis 2 despegue a fines del próximo año. Cuatro astronautas se colocarán en una cápsula con forma de gominola sobre una torre de cohetes más alta que la Estatua de la Libertad y serán empujados más allá de los lazos de la Tierra por primera vez en más de medio siglo.
Glover fue nombrado el lunes como una de las cuatro personas que liderarán el regreso de la humanidad a la luna más de 50 años después de que el comandante Neil Armstrong y el piloto Edwin F. Aldrin volvieran de su viaje en la luna con el apolo 11 en 1969 . Los otros miembros de esta tripulación son Reid Wiseman, Jeremy Hansen y Christina Koch, quien será la primera mujer en ir a la luna.
Glover, de 46 años, es un cristiano comprometido, miembro de la Iglesia de Cristo que ocasionalmente enseña en la escuela dominical. Para su primer viaje al espacio en 2020 se llevó consigo una Biblia física y hasta una copa para celebrar la santa cena. Mencionó a Dios tanto al principio como al final de su declaración en la conferencia de prensa del lunes cuando se presentó la tripulación de Artemis 2 .
“Intencionalmente puse a Dios al frente, en el primer comentario y al final”, dijo “Es la forma en que trato de vivir mi vida también. El principio, el final y todo el camino”, agregó.
Si esta misión a la luna tiene éxito, el Artemis 2 será seguido por Artemis 3 , que aterrizará en la luna y establecerá un campamento. Seguirán más astronautas, con planes para desarrollar la infraestructura y promover la ciencia que podría, pronto, permitir que los humanos se lancen desde la luna a Marte.
Artemis 2 está programado para hacer un sobrevuelo, viajando más de 200,000 millas para dar la vuelta alrededor de la luna, recorriendo unas 4,600 millas hacia el otro lado antes de que la gravedad los atrape, los atraiga y los apunte de regreso a la Tierra para el viaje de regreso.
En palabras de la NASA, tienen que “probar los sistemas de soporte vital y validar las capacidades y técnicas necesarias para que los humanos vivan y trabajen en el espacio profundo”. Glover probará específicamente qué tan bien la cápsula con forma de gominola, puede maniobrar en el espacio bajo control humano.
Sin embargo, mientras esperaba saber si iba a ser asignado al Artemis 2, Glover descubrió que sus oraciones se volvían menos hacia lo que sucedería en el espacio y más hacia lo que sucedería en la Tierra.
Glover se convierte en el primer astronauta negro en viajar a la luna.
El piloto cree en la importancia de la diversidad y dice que es esencial para el futuro de la NASA, que debe representar a todo Estados Unidos y las aspiraciones de toda la humanidad. Aún así a él le hubiese gustado que alguna persona haya roto la barrera racial antes que él.
Afirma que podría haber sido Ed Dwight, un candidato a astronauta negro en la década de 1960 que no fue elegido para ninguna de las misiones Apolo. Podría haber sido Guion Bluford, quien se convirtió en el primer hombre negro en el espacio en 1983, o Mae Jemison, la primera mujer negra en 1992, si la NASA hubiera estado yendo a la luna en esos años. En cambio, es el siglo XXI, y es él.
La última vez que Victor Glover estuvo en el espacio asegura que realmente se sintió más cerca de Dios. No porque estuviera sobre el cielo sino porque, como dice Santiago 4:8, “cuando te sometes a Dios y te acercas a Dios, Dios se acerca a ti”.
El astronauta estadounidense asegura que leer la Biblia en el espacio fue una experiencia poderosa. Aún recuerda estar en ingravidez en su habitación en la Estación Espacial Internacional y leer Filipenses 4. Algunas de las palabras le resultaban muy familiares, como el versículo 13, que dice «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Pero había otros pasajes que sentía como si estuviera viendo por primera vez. Como en el versículo 12, donde Pablo escribe: “He aprendido tanto a estar lleno como a tener hambre”, Glover nunca se había dado cuenta de eso antes. Expresó exactamente cómo se sentía acerca de sí mismo y de su formación y misión.
“Mi esposa me preguntó si estaba nervioso antes de hacer mi primera caminata espacial. Dije que no. Realmente he hecho todo lo posible para prepararme, me mantuve orando y leyendo la Biblia. Le conté sobre ese versículo”, recordó. “Estoy satisfecho con mi estudio y mi preparación. Puedo estar tranquilo. Pero también puedo tener hambre de lo que voy a hacer mañana”, declaró el astronauta.
Glover espera llevar su Biblia física al espacio nuevamente, aunque aún no sabe si eso será posible. También podría tener las Escrituras en una tableta para cumplir mejor con los requisitos de peso, pero prefiere un libro real.
Este viaje representa un gran desafío, no solo para los astronautas sino también para el mundo entero. Victor Glover dirá algunas palabras de oración cuando los cohetes Artemis 2 se disparen y los cuatro astronautas despeguen. Él espera que otros cristianos también oren mientras observan el lanzamiento, siguen la misión y leen sobre los planes para regresar a la luna y pasarla para explorar Marte.
“Oren por nuestra tripulación”, dijo. “Oren por el hardware. Oren por el equipo de todo el mundo que apoya esto. Y la misión más dura de todas que es la que nuestras familias están a punto de emprender aquí en la tierra mientras nosotros estamos en el espacio. Si pudieras orar por nuestras familias, sería increíble”. Agregó Glover.