La receta de hoy está hecha casi toda por mi hija Alma. Ella estaba tan entusiasmada en hacerla, que no le pude decir que no. La verdad es que ella me puede, y yo disfruto verla involucrada en lo que a mí también me gusta. No solo disfruto, sino que también aprendo mucho de su espontaneidad, de su asombro, de su sencillez.
Tantas cosas para imitar, que vamos perdiendo de a poco los adultos. A veces me obligo a bajar la vara, a disfrutar más del proceso y no tanto del resultado. Y este arrollado es un claro ejemplo de estas cosas. Realmente lo tenía planeado de otra forma, pero salió de esta manera, y no lo quise forzar a que sea diferente. Les presento a este arrollado a puro chocolate. Y los mejor de todo, 100% reciclado con lo que teníamos en casa.
Ingredientes:
- Para el pionono:
- Leche c/n
- 50 gr de chocolate semiamargo
- Para el relleno:
- 150 gr de dulce de leche repostero
- 50 gr de chocolate derretido
- Para la cobertura:
- 50 gr de crema de leche
- 50 gr de chocolate derretido
Procedimiento:
En un bowl, desmenuzamos con las manos el bizcochuelo que nos haya sobrado. Cuando hayamos logrado convertirlo en migajas, vamos agregando la leche de a poco, hasta que notemos que, al apretar las migajas con las manos, éstas se quieren volver a unir. En este momento, agregamos el chocolate derretido y continuamos integrando todo con las manos, hasta lograr una pasta uniforme.
Sobre un film y con un palo de amasar, estiramos la masa dándole una forma rectangular, parecida a la de un pionono. Una vez bien estirada, la llevamos a la heladera por ½ hora.
Mientras tanto, vamos preparando nuestro relleno. Para esto, derretimos a baño maría el chocolate y, de a poco, una vez derretido, lo vamos incorporando en el dulce de leche hasta integrar bien.
Pasada la media hora, podemos distribuir nuestro relleno sobre la masa estirada que teníamos en la heladera. Enrollamos y dejamos reposar.
Por último, armamos nuestra ganache de chocolate para poder volcar sobre nuestro arrollado y darle el toque final. Calentamos los 50 gramos de crema hasta que rompa hervor, y los volcamos sobre los 50 gr de chocolate bien picado. Revolvemos hasta unificar y listo para usar.
En mi caso, usé estas cantidades porque no eran muchos los trozos de bizcochuelo que tenía guardados de sobra. Así que me alcanzó justo para compartir acá en casa entre los tres.
Es importante tener en cuenta, para el caso de este relleno, que siempre se prepara con una parte de chocolate y tres partes de dulce de leche. Por el contrario, en el caso de la ganache que usamos para la cobertura, siempre son partes iguales de crema y de chocolate.
Claro está, que podemos jugar con varias opciones de rellenos y coberturas, así que, ¡a revolver la heladera y a armar nuestros propios arrollados!