La visita a las autoridades bonaerenses sucedió en el marco de los preparativos del inminente Festival Palau 2022, que se llevará a cabo en los próximos días en los bosques de Palermo.
Este lunes, como inicio de los actos protocolares con vistas al Festival Palau 2022 a celebrarse en CABA, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó el recibimiento del pastor Andrés Palau, quien detuvo un momento para orar por los funcionarios y obsequió al alcalde de La Plata, Julio Garro, un ejemplar de su libro autobiográfico, «La vida secreta de un necio», en el que cuenta cómo Jesucristo cambió profundamente su vida. La reunión tuvo lugar en el edificio de la gobernación bonaerense, ubicado en la ciudad de La Plata.
En el transcurso de una charla completamente distendida, Palau le aseguró al gobernador que “los cambios en las vidas son posibles, y yo soy un ejemplo vivo de eso”, mientras hacía entrega a cada miembro del gabinete de un ejemplar de su libro titulado, referido a esta transformación que produce el mensaje de Esperanza, el cual compartirá con los argentinos en el festival.
Luego, otro tema compartido fue el rol de la Iglesia en la sociedad, en especial, en la provincia de Buenos Aires, ante lo cual el gobernador se mostró interesado en cooperar en la difusión a fin de transmitir esperanza a la población, en medio de la compleja realidad del país.
Un rato después, la mesa se trasladó al edificio de la intendencia de La Plata, donde se reunieron con Julio Garro, titular de la institución. Tal como ocurrió con el gobernador, el pastor Juan Zuccarelli fue el encargado de las presentaciones formales entre ambos. Edmundo Gastaldi, en nombre de la Asociación Palau, expresó estar “complacido de visitar la ciudad”, mientras que Christian Hooft, presidente de ACIERA, habló de la importancia del Festival y las repercusiones positivas en la gente que asista.
Durante el encuentro, el intendente Garro entregó documentación que establece que la ciudad de La Plata declara la visita de Palau de interés municipal y, además, reconoce también los cuarenta años de ACIERA. “Es un honor servir juntos”, fueron las palabras de Palau en español, lo que rompió el hielo y proporcionó un clima de diálogo cordial en el que se pudieron enfocar en los intereses e inquietudes en común.
El intendente dio la bienvenida y reconoció la relevancia de la labor, destacando además la entrega de la Iglesia a favor de los más necesitados en tiempos tan difíciles como los que vivimos a raíz de la pandemia, como así también por la delicada situación económica y social.
Por su parte, Andrés Palau escuchó con atención y tuvo oportunidad de contar su testimonio personal: cómo el alcohol y una vida fuera de Cristo lo habían llevado por un camino de oscuridad, dolor, soledad y tristeza. Pero, con mayor énfasis, destacó que el mensaje de fe y esperanza en Jesús hizo un cambio profundo en su vida, al punto que hoy es capaz de encabezar eventos de la envergadura del Festival Palau, a celebrarse el 18 y 19 de noviembre, con el fin principal de compartir con otros aquello que transformó su vida y le dio sentido.