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Alberto Calviño: ¿Para qué queremos conocer el plan divino si no vivimos alineados a Él?

Interpretación de la Biblia a nuestro favor:

Jesús dijo algo muy interesante: “Todo lo que pidan al Padre como en mi nombre, yo lo haré”. ¿Qué hicimos nosotros?, agarramos esa frase de Jesús y la transformamos en una fórmula oratoria. Por eso todas las oraciones del 99% de los creyentes evangélicos terminan ‘en el nombre de Jesús, amén’. Porque si no, no vale. Y yo creo ya a esta altura, que es mucho más profundo, que el nombre de Él significa de mi parte, como si yo lo haría«.

Además agregó, “Entonces, ¿Qué hacemos? Interpretamos la Biblia sin tener en cuenta el plan y el diseño, configuramos la iglesia sin tener en cuenta el plan y el diseño. Yo me voy a preguntar qué tiene que ver esto con el propósito eterno?. Porque si esa interpretación va en contra, o a contramano o desviada del propósito eterno, entonces como la Biblia no se equivoca, el equivocado debo ser yo en mi interpretación de la Palabra».

La razón por la que queremos saber, ¿cuál es el Plan Divino?. No es para tener un conocimiento disertar sobre ello, sino para que nos alimentemos ministerialmente, familiarmente, personalmente y profesionalmente, en todas las áreas de nuestra vida. Debemos estar alineados a ese diseño divino que nos ha mostrado el Señor«.

El congreso Reformados dejó grandes momentos 

Dios trajo VIDA a este mundo: 

Alberto comentó, “por un lado aparece la vida vegetal, la animal y la humana, Dios proporcionando vida a este mundo. Y claro, cuando hablamos de vida nos damos cuenta que en la vida está resumido todo este plan de Dios. En Juan 1:4, el mismo apóstol habla de Jesús, dice ‘En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.’. Miren cómo lo define al Señor. No lo define de otra manera. ‘En Él estaba la vida, había otras cosas, sí, pero la esencia de todo era la vida‘.

Además agregó, ¿Cuál es el negocio de Dios? Producir en la tierra creyentes evangélicos o gente que tenga vida, o producir vida o pasar a las personas de muerte a vida. Cambiar no de religión, sino de condición. Creo firmemente que vamos a dar cuenta delante de Dios, no por la cantidad de cosas que hemos hecho, sino por la manera en que hemos gestionado la vida. La vida nueva que se me ha dado, que habita dentro de mí, debo cuidarla. Y si así lo hago, ¿Qué es lo que va a suceder? Naturalmente producirá fruto«.

Proyectar su imagen:

Calviño refleja que, “Nuestra responsabilidad es proyectar una imagen que es la imagen divina. Ese es el plan de Dios, que nosotros podamos mostrarlo a Él delante de la humanidad. Está trabajando restaurar su imagen en nosotros. Dios manifestaba su gloria de maneras externas, pero la gloria de Dios hoy no es algo que sentimos en una reunión. La gloria de Dios es cuando reflejamos la imagen de Cristo«.

Reflexionando el pastor declaró, “Si entendemos que la gloria del Señor es aquello que reflejamos en nosotros, qué querrá decir cuando dice que toda la tierra será llena de la gloria del Señor. De eso se trata esa vida no puede quedar encapsulada. Esa vida se tiene que reproducir y esa es nuestra gran responsabilidad. Parte de la gestión de la vida que se nos ha impartido es que manifieste una imagen, pero que también se reproduzca en otras personas».

Administrar su plan:

Todo lo que Dios nos ha dado tiene que ser administrado. De acuerdo a este diseño, no de acuerdo a lo que nosotros pensamos, no de acuerdo a ciertas leyes de marketing que podemos ver allí en el mundo, sino de acuerdo al diseño eterno de Dios. Pablo dice también que se requiere de los administradores que sean hallados fieles. La única fidelidad que se espera de nosotros es que sea fiel al diseño«.

Agregando que, “Lo que se nos ha dado es ni más ni menos que la plenitud de Dios, eso nos tiene que revolucionar la vida, nos tiene que cambiar la manera de orar, la manera de vivir, la manera de experimentar la vida. En su plenitud es donde vamos a encontrar realmente el verdadero deleite». 

Finalizando con esta reflexión, “Cuando el apóstol Pablo dice que Dios ya nos bendijo.No hay ninguna bendición en el cielo para usted, que Dios nos dió todas. Dentro de nosotros habita la plenitud de Dios. Con esa plenitud habita todo lo que necesitamos, toda bendición, toda provisión para poder administrar lo que se nos ha dado, para poder proyectar esa imagen, para avanzar de gloria en gloria. Todo ha sido provisto, todo está en nosotros. El tema es que si no lo entendemos, seguiremos buscando afuera lo que está adentro«. 

Luciano Peiteado
Luciano Peiteado
Periodista, redactor y conductor de radio. Trabajo con adolescentes en Presencia de Dios. Contratado por el Cielo para llevar a Jesús a las personas.

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