Fabián Liendo junto al pastor Alberto Calviño conversan en los estudios de La Corriente sobre qué es la mente de Cristo, cómo experimentar el Evangelio y cómo se nos revela la verdad de Dios a través del Espíritu Santo. Además adelantan los temas que se tratarán en el próximo libro de Calviño llamado “Tiempo y eternidad” que trata sobre el propósito de Dios en nosotros y cómo ocurre ese gobierno eterno sobre toda nuestra vida que habita en tiempo y en espacio terrenal.
Fabián Liendo: Hola ¿cómo están? Estamos con un amigo, un pastor muy amado. Es un verdadero honor estar con Alberto Calviño. ¿Cómo estás Alberto?
Alberto Calviño: Hola, ¿qué tal Fabián? Un gusto, la verdad. Un placer y un privilegio poder compartir este espacio con vos.
FL: La verdad es que estuve viendo tus últimos escritos y todo lo que Dios te está hablando en este tiempo y el aporte que Dios está haciendo a través de tu vida y me gustaría compartirlo. Hay un libro que estás escribiendo y que va a salir muy pronto, que se llama “Tiempo y eternidad”. Y si vamos un poco al origen, esta cuestión de que todo lo que Dios hizo, todo lo creado, fue hecho en Él, por Él y para Él, eso determina que Dios lo hizo con una identidad y con un propósito que tiene su sustancia, que es eterno.
El propósito y uno piensa que los hijos de Dios vemos una realidad, que el hombre natural no puede ver, entonces ¿cómo ocurre ese gobierno eterno sobre toda nuestra vida que habita en tiempo y en espacio?
AC: La verdad es que lo que estás planteando justamente tiene su su raíz en conceptos religiosos. La religiosidad nos ha de alguna manera encapsulado en un sistema de pensamiento que nos ha atado a la temporalidad. El apóstol Pablo escribe así en Romanos 12, cuando dice que debemos ser transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, que no nos dejemos atrapar por el tiempo en el que estamos viviendo, que no nos dejemos de alguna manera dominar por el pensamiento.
Y ese ha sido el gran desafío de la Iglesia, que se ha dejado de alguna manera encapsular en conceptos absolutamente temporales que no nos han permitido ver lo eterno. Y lo eterno no puede surgir de la naturaleza humana, que no es eterna, que es temporal. Lo eterno tiene que surgir de una naturaleza espiritual. Cuando te escuchaba pensaba ¿cuántas de las cosas que vos decías recién expresiones, difícilmente alguien del ámbito evangélico las pueda rebatir?
El problema es que muchas veces esas expresiones “el nuevo hombre”, “la nueva vida”, “la nueva naturaleza», de la cual todo evangélico prácticamente habla. Han perdido su consistencia, han quedado en conceptos abstractos que no se han traído a la realidad. Y la realidad tiene que ver con eso, con una naturaleza.
“no se puede experimentar lo eterno desde una naturaleza que no es eterna, desde un conocimiento”
O sea, lo eterno no se experimenta con conocimientos bíblicos, sabiendo versículos de memoria, se experimenta por medio de una naturaleza eterna que es la que nos ha sido impartida. Entonces, despertar a la conciencia de lo que se nos ha dado, de lo que se nos ha impartido y que eso que se nos ha impartido es una vida y es eterna, es lo que va a permitir que salgamos del terreno de la temporalidad para empezar a caminar en la conciencia de la eternidad, no como una cuestión de esto o lo otro, porque este también ha sido históricamente en la Iglesia un debate, lo eterno y despreciamos lo temporal y nos quedamos en el limbo, lo temporal, y nos olvidamos de lo eterno y nos humanizamos demasiado.
Entonces, no es una cuestión de esto o lo otro, sino una cuestión de prioridades. Lo temporal es una realidad. Vivimos en la temporalidad. El tema es cuando hacemos de eso la prioridad de nuestra vida, cuando lo eterno es lo prioritario, la dimensión de la eternidad, el concepto de vida eterna, que no es algo futuro solamente, sino es lo que vivimos hoy.Cuando entendemos la eternidad como algo prioritario, entonces la temporalidad cobra sentido y no hay necesidad de descartar una de las dos. Las dos son importantes, pero una es prioritaria.
Expresar la identidad de Cristo
FL: El tiempo y el espacio fue creado por Dios para el hombre y el tiempo fue creado por el hombre y el hombre para el tiempo, y funciona muy bien eso que es creación de Dios. El tema es quién gobierna. Entonces uno, si comprende la eternidad, porque la eternidad, en definitiva, no es algo que dura mucho, sino que es un eterno presente.
Esta definición de Pedro diciendo o refiriendo a Cristo como la verdad presente. Esta cuestión de decir que cuanto nuestra vida está resuelta en la mente de Cristo, que puede ver y hacer tangible todo lo que está en la naturaleza de Dios. Me permite ver todos los problemas temporales resueltos en la verdad eterna, porque gobierna sobre la temporalidad.
Eso quiere decir que si yo estoy completamente enfocado en la idea de que Dios tiene que resolver mis problemas temporales, estoy entrando por otro lugar que no es la puerta. Porque esta cuestión de no sean ustedes amoldados a una realidad temporal, sino que sean transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento, de vuestra mente.
Es cierto que los hijos de Dios tenemos la mente de Cristo, esa mente es la que nos permite cobrar una identidad, una identidad de un ser ahora al que pertenecemos, porque ya no vivimos nosotros, sino Cristo, que es eterno y que se expresa gobernando sobre lo temporal. Pero ¿cómo nos expresamos en esa identidad?
AC: Mira, el tema puntualmente es la manera en que concebimos el Evangelio, o sea, para poder expresarnos en esa identidad eterna, necesitamos entender que el Evangelio es una cuestión eterna. Cuando pensamos en el Evangelio en términos del plan B de Dios, que algo no funcionó bien entonces Dios creó el Evangelio y el Evangelio de alguna manera suplanta a otro plan de Dios, no es así.
Porque cuando entendemos el Evangelio como la solución a nuestros temas temporales, en ese sentido nos vamos a encontrar con personas absolutamente eufóricas cuando de alguna manera el evangelio les funciona en término de resolver sus temas temporales. Y te vas a encontrar con gente frustrada cuando el Evangelio no les soluciona sus temas temporales.
Ahora, cuando uno mira la Palabra, es siempre el ejemplo del apóstol Pablo. De alguna manera es el antitipo de cierto Evangelio. Porque si miramos fríamente y en términos un poco humanos, no a Pablo, a Saulo de Tarso, el Evangelio le arruinó la vida. No le solución otra vida, porque Saulo estaba bien, él tenía un status social, una posición económica, pero se encontró con el Evangelio y terminó siendo un paria de la sociedad.
Entonces, ¿qué buscamos del Evangelio? Ese es el problema. Y eso tiene que ver un poco con lo que se cree y también con el mensaje que se predica. Creo que tenemos que partir desde el entendimiento de que si predicamos un mensaje centrado en que el Evangelio resuelve tus necesidades temporales, la gente crece con ese entendimiento, se acerca con ese entendimiento y demanda permanente de que el Evangelio solucione sus cuestiones temporales. Todo eso está de alguna manera ligado y relacionado a la falta de comprensión del propósito eterno de Dios.
“Hay un propósito eterno por encima de nosotros”.
Sabemos que Dios es Padre. Sabemos que Dios cuida de nosotros. Sabemos que Él tiene lo mejor para nosotros. Pero por encima de nuestras cuestiones personales está el plan eterno de Dios, el cumplimiento de ese plan y y Pablo lo tenía tan claro, fíjate, hay expresiones de Pablo que digo “hoy no se podrían predicar en las iglesias evangélicas”.
Pablo dice “gracias a mis cadenas”. Hoy si algunos de los pastores los meten preso y le pedimos a la gente que vaya hoy, haga un piquete en la comisaría para que nos salgan, porque es injusto y tenemos libertad de expresión. Pablo dice en realidad, y acá hay una cuestión de qué realidad estamos mirando, si la nuestro, la de Dios, porque Pablo estaba preso y le dice a los hermanos en realidad lo que me ha pasado, ha redundado para bien del Evangelio en la realidad personal y era una catástrofe. En vez de estar libre predicando por todos lados, el tipo estaba preso, pero en la realidad de Dios, y Pablo con una visión eterna, dice “en realidad esto sirve para el avance del Evangelio”, eso solamente lo puede decir alguien que entendió eternidad, y esa eternidad se entiende desde la manifestación de una naturaleza.
Por eso, una de las cosas que poco se habla en los ámbitos evangélico y que más debiéramos hablar, porque recetas hay de lo que busques en los mensajes, cómo ser victorioso, cómo obtener cosas por medio de la fe. Tenés receta de todo. Ahora cuanto se nos ministra y se prepara a la gente para el cuidado de la vida.
Así es, no para la obtención de resultados, sino para el cuidado de la vida. Porque el descuido de la vida es lo que va a producir la visión de temporalidad. Así es. Y el cuidado de la vida es lo que va a producir una visión de eternidad y ahí se establece toda la diferencia.
La revelación de la Palabra
FL: Qué impresionante, digo esto porque en la forma que uno puede percibirse. En la mente de Cristo resuelvo todo lo temporal. Ahora claro, uno mira estas expresiones y como vos decís, la podemos ubicar dentro de nuestra propia cultura evangélica y dentro de nuestra historia. Pero si nosotros recibiéramos una revelación de esto dejaríamos de ser un pueblo que demanda que está todo el tiempo pidiéndole a Dios que resuelva nuestros problemas para estar bien.
Todos nuestros problemas ya fueron resueltos en la persona de Cristo. Sólo que Dios me tiene que revelar a través de su Espíritu, la persona de Cristo y lo concedido, porque estamos completos en Él. Esa nuestra realidad eterna. ¿Cuál es el abordaje sobre esa Verdad? ¿Cómo llegamos a esa verdad para que se nos revele?
AC: Creo que hay muchos aspectos ahí que son importantes en cuanto a lo que decíamos recién, la conciencia de una nueva naturaleza de la vida. Uno de los puntos que para mí es muy importante, lo he expresado en otro de los libros que escribí. Es, por ejemplo, una mala comprensión de una palabra que está en el vocabulario de todo creyente, no solamente evangélico, todo el que más o menos cree entiende algo de Dios, católico, evangélico o lo que sea que es la palabra bendición.
Uno de los caballitos de batalla de muchas congregaciones y pastores es “venga a recibir la bendición de Dios”, y buscamos que la gente se acerque a los auditorios y a nuestras reuniones, porque por medio de nuestras reuniones va a recibir la bendición de Dios. Y el concepto de bendición está tan ligado a lo temporal.
Yo digo en forma un tanto por ahí, coloquial o graciosa en uno de los libros que le hemos llegado a llamar bendición a un par de zapatos. Y yo quiero animar a los que estén escuchando, porque esto no es algo que porque alguien lo diga, sino que cada uno lo puede investigar claramente en las Escrituras. Pablo dice en Efesios capítulo uno versículo tres que en Cristo fuimos bendecidos con toda bendición espiritual. Dios nos dio toda bendición, ¿cuanta bendición falta que nos dé? Ninguna. Encima que no son terrenales, son espirituales porque son bendiciones espirituales en las regiones celestiales en Cristo. Entonces son eternas.Que Dios te sana o no te sana, depende.
“Todo el que está en Cristo ya tiene toda bendición y después las cosas materiales son provisión de Dios”.
Predicar lo eterno en lo terrenal
FL: La cuestión de que no hay una expresión que adore al Padre y lo único que adora al Padre es el Hijo mismo, la expresión de su Hijo en nosotros, a menos que haya una obra producida por el Espíritu y nos deje ver a Cristo y en Él todo lo concedido, todas las bendiciones espirituales y eternas que opera en regiones celestiales, o sea que son eternas y tienen trascendencia en la eternidad.
AC: El problema de eso es que lamentablemente, desde un punto de vista humano y religioso, para algunos no es conveniente que la gente sepa que ya tiene todo. Porque si es así, si yo soy un pastor y los creyentes de mi congregación saben que en Cristo lo tienen todo, ya no me necesitan a mí y pierdo poder. Si hay una estructura que demanda que la gente siga necesitando, que en vez de saber que tiene todo, se crea necesitada, entonces me necesita a mí, al siervo de Dios, necesita la estructura eclesiástica, necesita para que Dios le dé esto, para que Dios le dé el otro.
Y entonces es todo un sistema que en vez de llevar a las personas hacia una visión de eternidad, la lleva a una visión de temporalidad. Y en vez de tener creyentes que se sientan completos, a veces nos conviene que los creyentes se sientan necesitados. Y es perverso.
FL: Podríamos decir que la perspectiva eterna de Dios. Predicamos el evangelio no para que la gente necesita de nosotros, sino para que encuentre todo en Cristo.
AC:Claro, nuestra tarea es sabiendo que ya lo tienen todo y llevando a las personas a que entiendan que en Cristo lo tienen todo. Ayudarlos a vivir en esa realidad. Los que dirigimos congregaciones, pastores, apóstoles, que decidimos congregaciones, nuestra tarea no es darle a la gente lo que la gente necesita porque ya lo tienen Cristo.
Nuestra tarea es conducirlos a un entendimiento de que en Dios lo tienen todo. Eso nos va a llevar a todo un cambio aún en el lenguaje, porque hay frases que se han hecho tan populares, porque suenan lindas y por ejemplo lo mejor está por venir y lo mejor ya vino entonces. Pero claro, eso genera cierta expectativa en la gente. Eso ya de alguna manera mantiene el interés de las personas. Por qué hemos relegado el Evangelio a un lenguaje que al sentido sea atractivo a las personas y el Evangelio no tiene nada que ver con eso.
El Evangelio tiene que ver con una realidad eterna y la verdad es fundamental, porque una realidad eterna da una solidez en la fe de las personas, y eso es lo que hace que después venga lo que venga. Esas personas que han sido entrenadas en esa realidad eterna. Pase lo que pase, no van a aflojar en su fe. Ese es el fundamento sólido de la fe.