Ella es una atleta federada donde representa a su equipo “Ickert”. Nacida en Alem, provincia de Misiones, Argentina hace 18 años. Es estudiante de literatura y tiene un canal de Youtube donde comparte la Palabra

Agustina revela sobre sus inicios “comencé a los 13 años de edad en una escuela de atletismo, donde tengo la gracia de poder correr para Dios. Siempre me gustó correr de niña, cuando estaba en 7mo grado le conté a un profesor que me gustaba correr y él mencionó que en la secundaria se podía correr en los Torneos intercolegiales, y ahí comencé en una escuela de atletismo, donde luego me llevaron a mi primera carrera. Fue antes de conocer a Dios, de tener un encuentro con Él, en ese momento luché contra el pensamiento de suicidio entonces Dios permitió que el deporte me ayudará”.

Leal nos comentó cómo fue ese encuentro con Jesús donde la salvó de quitarse la vida: “Fue en febrero de 2018, había tocado fondo y venían pensamientos a mi mente tales como ¨no tenes perdón de Dios, quítate la vida¨ y escuchaba otras voces que me decían ´estás así porque te alejaste de Dios¨. Muchas personas me hablaron e incluso oraron por mí, hasta que un día no soporté más y le pregunté a Dios: ¨¿Tienes un plan conmigo? o me mato¨. Hasta que una persona me dijo: ¨No estás para religión, necesitas un encuentro con Dios¨ yo no tenía idea sobre eso. Aunque había crecido en una Iglesia. Fui a una reunión y nada pasó”. 

Pero el Señor tenía preparada una cita de encuentro con ella, “Luego la segunda vez le dije a Dios que ya iba a decidir, ya no soportaba. Ese día iba a finalizar la reunión y Él no me había hablado, y entendí que no quería saber nada de mi. Hasta que Jesús me habló a través de una persona y me dijo ¨Tengo un plan con tu vida, solo confía en mí´ y pude tener mi encuentro con Él. Sentí a Dios como padre.”

Posteriormente también, nos contó cómo fueron sus primeros años en el atletismo, luego de vivir este encuentro con el Creador, “los primeros años de correr fueron un poco difíciles, y emocionantes a la vez. Soñaba mucho y veía progresos, me esforzaba muchísimo. Ya era diferente cuando comencé con las carreras de calle, tenía más objetivos. Solo que ponía al deporte en primer lugar y sentía un vacío enorme todavía, el deporte era mi escape. Me permitía sentir que era valorada, al fin era buena en algo. Pero ya tenía un sueño a los pocos meses de correr ‘llegar a los nacionales’ ese es mi objetivo todos los días .

“Comenzó a recibir el trato del Señor en cada área de su vida, empezando por lo que era su fuente en ese momento, el deporte”.

La deportista cuenta que “Cristo utilizó el atletismo para hacerse mucho más real en mi vida. Me mostró su amor, gracia y soberanía. Pasé por muchos procesos, de enfermedad, lesiones y demás. Dios me pulió muchísimo, hasta que aprendí que no había nada más importante que Él. Corría siempre para su gloria, pero no me imaginaba mi vida sin correr. Perdí muchas cosas, pero lo elegí por encima de todo. Entonces saber que corría para Él, me mantenía de pie”.

Pero en algún momento llegó a plantearse si su deseo de correr era el mismo que el de Cristo, “Después de tantos procesos, estuve tan cerca de cumplir ese sueño y no se dio. Agustina revela comencé a pensar que no era su voluntad que corriera. Las personas me decían: ‘No servís a Dios, porque corres’ y eso dolía. En el 2020 le pedí una respuesta, y por primera vez le entregué el atletismo a mis 16 años. Le dije ‘Si querés que deje el atletismo solo dime’ y Dios usó a una persona que no sabía nada de lo pactado con Dios, y la respuesta vino cuando dejé mi corazón en el altar No dejes de correr, sigue corriendo’”.

Pasó la pandemia, donde también fue un proceso, hasta que por primera vez tuve un entrenador, y retomé con todo. Nunca había tenido tales resultados, mis entrenamientos eran los que nunca pensé hacer, Dios iba acomodando las cosas, y viví lo que solo estaba en mi corazón”, detalla la deportista.

Agustina cuenta que ese año fue difícil, los primeros meses tuve varias derrotas, y nada me salía bien, pero sabía que era parte del proceso. Fue entonces que Dios en alguna parte de su libro con su dedo, escribió la fecha exacta de cuando ese sueño iría a realizarse .

En relación a su actualidad, la atleta adelanta Dios me está abriendo puertas, ya que tengo chances en más nacionales. Él se ha glorificado, porque pude llevar el mensaje y exaltar su nombre en mi equipo, en las carreras, dando a conocer que todo pasa, todo es pasajero, ¡Solo Cristo es Eterno! Y Él vale más que muchas medallas y títulos. Jesús se quiere glorificar, porque hay mucho pueblo para Él en el deporte”

Aunque al principio Agustina comentó que había veces que le costaba un poco entender el proceso por el cual el Señor la estaba haciendo pasar, “yo confiaba en Él, pero era como que Jesús estaba en la barca dormido sabiendo que había una gran tormenta. Lo único que hacía o decía cuando ya no daba más era preguntarme dónde estaba mi fe

Me enseñó a confiar cuando todo estaba mal, cuando perdí todo para ganarle a Él .

Agustina afirma me dí cuenta que cuando creí conocerlo, me demostró su fidelidad y amor, sobre todo que es cuando Él quiere. También en mi grupo de amigos, que corren, muchos se han acercado a Dios, y se están animando a conocerle

La atleta explica “el deporte es uno de los mejores campos para que Cristo sea exaltado en medio de tanta vanagloria. Hay más oportunidades de dar a conocer a Jesús, porque se cumple la palabra ‘De qué sirve al hombre ganar el mundo, y perder su alma’, por eso el apóstol Pablo dió ejemplos como que uno se desgasta la vida entera por algo que termina y el mundo mismo está preparado para alejarte de Dios, o para que te enfoques en  otras cosas. Entonces Dios nos coloca en el deporte para ganar almas que viven para eso, y cuando se acaban sus títulos su vacío sigue. Llevar su palabra en el deporte es solo un poco de la Gracia Divina”.

“Acepté todas las derrotas, acepté que todo me saliera mal. Y traté de correr para Él cada día más, porque si lo hacía por otro motivo no seguiría, yo lo sentí así. Dios me respondió y me dijo que siga. Entonces fue diferente, con alegría y su aprobación en cuanto al deporte llevo mi fe y disciplina a otro nivel. Pero Dios quería que llegara ese momento de darle lo único que Él mismo me había dado. Me sentí un poco como Abraham entregando a Isaac, pero luego comprendí el amor de Dios en otro nivel. Fue conocer a Dios lleno de amor y misericordia”, señaló Leal.

“La preparación para cada carrera también tiene un toque distintivo en la vida de la misionera. “Siempre hay una planificación anticipada para cada competencia. Le entrego a Dios cada día, y le pido que me acompañe a entrenar sino no podría. Las carreras las inicio en el nombre de Jesús, eso me da fuerzas”, detalla Agustina. 

La deportista plantea que “los entrenamientos a veces son difíciles, cuando me toca realizar pasadas rápidas en la pista y cuando parece que no puedo más, me ayuda a terminar. Cuando me toca hacer pasadas suaves, aprovecho para hablar con Dios. Son días donde a veces no tengo energía pero menciono el nombre de Jesús y sale un entrenamiento más, un paso más cerca de cualquier objetivo”.

Además comenta la atleta en relación a sus próximos proyectos “me encantaría poder llegar a un podio nacional, y poder ir a otros lugares. Sobre todo bajar las marcas, y alcanzar un alto rendimiento. Pero todo en la medida que Jesús quiera y lo permita. Porque los sueños de Dios han sido plantados y Él me puede pedir el atletismo, si eso significaba llevar su palabra, y dedicarme 100% al Evangelio”.

Agustina representando a Misiones en una competencia

Como anticipamos al inicio, Agustina está estudiando literatura, donde también es un área donde Cristo ha crecido. Ella explica “la elección de mi carrera con certeza fue con su total y entera aprobación. Abrumada de ansiedad por la presión de tomar una decisión meses antes de terminar la secundaria, caminando le dije a Dios, ‘Yo no sé qué hacer con mi vida, si es para que estudie literatura que se abra acá (en mi ciudad), si es tu voluntad’”.

“Luego pensé, ¿Cómo pedí eso? Si ya faltaban meses, como si yo fuera indispensable, pensé con poca fe. Para mi sorpresa, una profesora nos pasó una foto que decía ‘Se abre Literatura en Alem’, y yo no podía creerlo,  Dios lo había hecho una vez más. En el 2018 Él me dijo que se encargaría de mi futuro en cuanto a lo profesional pero nunca pensé que abriría una facultad con solo la carrera que yo soñaba”, detalla Agustina.

Un dato curioso y enriquecedor es que ella hace casi dos años, es creadora de contenido en Youtube, donde sube videos compartiendo la Palabra. “Era un deseo pero era muy costoso, y El Señor preparó todo. Un familiar comenzó un proyecto de producción de video y me lo hizo sin costo. Es algo que lo hago no tan seguido, pero siempre que el Señor pone algo en mi corazón trato de plasmarlo, gracias a Dios que siempre hay oportunidad de sembrar una semilla. Surgió también cuando una persona me dijo ‘Tenés poesía de Dios en tu corazón para ayudar a muchos’, ahí nació ese anhelo, y más al saber que realmente era inspirada por el Espíritu Santo. Algo del amor y la experiencia con Dios podría ser edificación, y es una manera contemporánea de llevar el Evangelio” .

Finalmente agregó un mensaje para todos aquellos que quieren seguir a Jesús en el deporte, “Primeramente que den el lugar a Cristo, el primer y único lugar. Sea el deporte que sea, que lo hagan para Dios y no como para las personas. Sobre todo buscar la voluntad, el respaldo de Dios en cada entreno y competición, llevando el nombre de Jesús donde vayan, que lo hagan de todo de corazón para Él, aceptando plenamente su voluntad, consultando en que lugar ir, qué decisión tomar. Cuidar el templo, también viene del Señor, pero siempre con la aprobación de Cristo, ya que todo fue creado por y para Él. Ir por metas, pero con Jesús siempre. Si Su presencia no va, no nos moveremos. Porque separados de Él nada podemos hacer”.