El centro de Ámsterdam, la capital de los Países Bajos, se convirtió en un punto donde más de 100 personas se reunieron la semana pasada en una plaza para adorar a Dios en varios idiomas.
El ministerio Presence dirigió a la gente con cantos de alabanza en holandés, inglés, hebreo y árabe. La música llamó la atención de muchas personas que pasaban, y que se unieron al grupo en un momento de adoración a Jesús.
El equipo de Presence inició su evangelización en las calles por la tarde, con el apoyo de 25 pastores de iglesias locales. Se acercaron a las personas que pasaban, les entregaron copias de la Biblia y oraron con ellos.
Como resultado de este momento evangelístico, muchos escépticos y musulmanes entregaron su vida a Jesús en medio de la plaza. Entre los presentes, una mujer testificó con emoción, expresando que se sentía aliviada después de entregarse a Cristo.
Por la tarde, se vivió una profunda sensación de quebrantamiento y rendición entre los presentes. El mover de Dios continuó incluso después de que terminó la reunión, y los participantes no querían irse. Luego, un profundo silencio llenó la plaza y la gente clamó a Dios.
La adoración en ese punto fue una ubicación estrategica, ya que contrastaba con el ambiente oscuro del “Distrito Rojo”, barrio conocido por sus casas de prostitución, que se encuentra a pocos kilómetros de distancia.
Presence es un ministerio que promueve el culto y la oración en lugares públicos en los Países Bajos, y constantemente sale a las calles a proclamar la vida de Jesús y trasladarlo a quienes lo necesitan.