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Adolescencia y Sexualidad: Guía para una vida saludable y responsable

La adolescencia, hablando de adolescentes, entre 11 y 18 años, es una etapa crucial de la vida, donde experimentamos numerosos cambios físicos, emocionales y sociales. La sexualidad se convierte en un tema central durante este período, así como las relaciones interpersonales, y es esencial abordar varios aspectos para fomentar un desarrollo saludable y responsable.

A continuación, exploraremos cuatro puntos clave: la importancia de la información técnica y científica, el autoconocimiento, la regulación emocional y la responsabilidad afectiva, articulando citas bíblicas relevantes.

1. Importancia de la información técnica y científica.

En una era donde la información está al alcance de un clic, es fundamental que los adolescentes tengan acceso a información técnica, científica y bíblica sobre la sexualidad. Conocer los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la sexualidad permite tomar decisiones informadas y responsables. Por ejemplo, comprender el funcionamiento del cuerpo, los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual ayuda a prevenir riesgos y promueve una vida sexual saludable.

En este punto, nos hemos encontrado a adolescentes siendo enseñados por adultos o con poca información científica, llenos de mitos y tabúes que siguen siendo la fuente de los mayores enemigos de la sexualidad, con una de las falsas creencias modernas: que informar es darles rienda suelta a los comportamientos peligrosos; y además transmitiendo “opiniones», o “ejemplos de experiencias vividas” que poco suman. Estamos en otro tiempo sociocultural y necesitamos dejar de pensar desde nosotros.

La educación sexual basada en evidencia científica no solo despeja mitos y tabúes, sino que también empodera a los jóvenes a tomar decisiones conscientes y seguras. Como dice Proverbios 2:6: «Porque el Señor da la sabiduría, de su boca proceden el conocimiento y el entendimiento.» Esta cita resalta la importancia de buscar conocimiento y entender la verdad, incluso sobre temas como la sexualidad, para tomar decisiones sabias y bien informadas, comprendiendo lo que les sucede internamente, en lo físico y emocional, para poder focalizarse en las relaciones interpersonales que desean tener en función de la familia que quieran formar.

Muchas veces escucho que dar información hace quemar etapas, pero nada más alejado. Está comprobado por encuestas serias que los adolescentes mejores informados sobre temas de sexualidad, y no me refiero a información solo biológica, sino emocional, social y espiritual, retrasan el comienzo de relaciones sexuales, y en este sentido es mejor pronóstico que asustar con temas como castigo, consecuencias que generan temor, y se les posibilita la toma de decisiones desde un corazón entendido, al menos de todo lo que se puede en esta etapa maravillosa de la vida.  

2. Importancia del Autoconocimiento

El autoconocimiento es un pilar fundamental durante la adolescencia. Conocerse a uno mismo implica entender nuestras fortalezas y debilidades, nuestras preferencias y límites. Este proceso de introspección es esencial para desarrollar una autoestima sólida y una identidad sexual sana. Saber lo que nos gusta y lo que no nos gusta, así como nuestros valores y creencias, nos permite establecer relaciones saludables y respetuosas. La mejor defensa para un niño o adolescente es su identidad, saber quién es, saberse amado, conocer sus límites y reconocer un círculo de confianza, de ser posible, primero en la casa.

Fomentar el autoconocimiento en los adolescentes es clave para que puedan navegar sus emociones y experiencias de manera segura y positiva. Como se menciona en Salmos 139:14: «Te alabo porque soy una creación admirable; ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!» Conocerse y valorarse a uno mismo, reconociendo que cada persona es una creación maravillosa y única, lejos del ego, y teniendo el concepto justo de uno mismo.

3. Entrenamiento en regulación emocional.

La adolescencia es una etapa de intensas emociones, y aprender a regularlas es esencial para el bienestar emocional. La regulación emocional implica reconocer y gestionar nuestras emociones con precisión y claridad. Entrenar esta habilidad permite a los adolescentes manejar el estrés, la ansiedad y otras emociones negativas de manera efectiva, así como moderar lo que generan ciertos vínculos, sabiendo que es en esta etapa donde aparece la atracción y deseo sexual. Cierto es que en lo “ideal”, esto se aprende en la infancia, con padres que saben autorregularse. Pero si llegamos aquí y esto aún no es conquistado, qué mejor desafío de amor comenzar a aprender a regularnos, y dejar de dar excusas, nosotros los adultos, de que ya estamos grandes para cambiar.

Además, la regulación emocional contribuye a la toma de decisiones saludables y a la construcción de relaciones interpersonales basadas en el respeto y la empatía. Proverbios 16:32 nos recuerda: «Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.» Qué poco hemos hablado de conquistarnos a nosotros mismos, de la capacidad de postergar deseos, de frustrarnos como un acto de madurez, de reemplazar hábitos malos por los saludables. Recordemos que la sexualidad es altamente adictiva porque proporciona un placer especial, ya que su objetivo es conseguirlo, pero debemos aprender a gestionarla.

4. Responsabilidad afectiva.

La responsabilidad afectiva es un aspecto crucial de las relaciones durante la adolescencia. Implica ser consciente de cómo nuestras acciones y palabras afectan a los demás y asumir la responsabilidad de nuestros comportamientos. Esto incluye evaluar y ajustar nuestras estrategias y pensamientos, así como reparar el daño causado y pedir perdón cuando sea necesario, o recapacitar para recalcular a futuro, es decir, aprender.

Fomentar la responsabilidad afectiva en los adolescentes también promueve relaciones basadas en el respeto, la empatía y la consideración mutua. Efesios 4:2 nos dice: «Sean siempre humildes y amables; sean pacientes unos con otros y toleren las faltas de los demás por amor.» Esta cita enfatiza la importancia de la empatía, la paciencia y la humildad en las relaciones interpersonales, aspectos clave de la responsabilidad afectiva. Además, Mateo 5:23-24 subraya: «Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.» Resaltando la importancia de la reparación y el perdón en las relaciones, aspectos cruciales de la responsabilidad afectiva.

Reflexiones:

La adolescencia es una etapa de descubrimiento y crecimiento, y abordar la sexualidad desde una perspectiva integral es esencial para el desarrollo saludable de los jóvenes. La información técnica y científica, el autoconocimiento, la regulación emocional y la responsabilidad afectiva son pilares fundamentales que guiarán a los adolescentes hacia una vida sexual responsable y satisfactoria, donde la sexualidad sigue el diseño de Dios para la misma: intimidad, conexión, y placer. Proveerles de herramientas y conocimientos adecuados les permitirá tomar decisiones conscientes y construir relaciones basadas en el respeto y en el amor.

Judith Martinez
Judith Martinez
Psicóloga Clínica con formación en Evaluación Psicológica, Educación Sexual con Valores, trabajé con familias y liderazgos, ofreciendo orientación en la crianza desde la clínica privada, talleres en escuelas y comunidades de fe. Como psicóloga institucional trabajó en Centros Residenciales, supervisando equipos técnicos de niños bajo medidas de protección excepcional.

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