mail

Suscribite a nuestro boletín

Abby, cantante que usa la música contra la desnutrición infantil

La Corriente dialogó con Abigail Gacioppo, cantautora, actriz y productora de 27 años que nació en Salta, Argentina. Su propuesta, letras y música se entrelazan perfecto y dan como resultado la dosis justa para alimentar el ánimo y la esperanza.

Su relación con la música inició desde muy temprana edad y logró ser la ganadora del certamen La Canción Argentina 2016. Desde ese año hasta diciembre de 2018 fue protagonista de la obra musical Tina el rumor de una nación con un récord de más de 1900 funciones.  Recorrió el país realizando conciertos, entre ellos: La fiesta chayera de Sergio Galleguillo, donde compartió escenario con grandes artistas argentinos como Soledad Pastorutti (La Sole), Los Carabajal y Los Tekis, entre otros. 

En la actualidad, Abby ya prepara su segundo material discográfico, del cual ya están disponibles en todas las plataformas musicales cinco de los sencillos. Recientemente estrenó, junto a los Tekis, “Dignamente”, una canción que dio cierre a su segundo disco, inspirados en una fundación que busca erradicar la desnutrición infantil en Argentina.

L.C.: Sos una persona que hace muchas cosas pero todas relacionadas con el arte. ¿Cómo nace tu pasión por el arte?

A: Yo creo que es algo innato. Empiezo a cantar y me dicen que soy afinada o empiezo a escuchar un ritmo, marco el ritmo sobre la mesa y suena bien. Y esto sin haber tomado clase ni nada. 

Es como que de chiquita me di cuenta de eso con los palitos toc toc, o con melodías que estaban en mi mente o cuestiones así. Entonces también tiene que ver por un bombardeo de estímulos que fui recibiendo desde chiquita.

Yo nací en Metán, que es una ciudad de Salta, y recuerdo que tenía 7 u 8 años cuando comencé a ir a un grupo de la iglesia que se llamaba King Kids. Venía gente de Corrientes y nos enseñaban y nos preparaban en obras de teatro, coreografías, yo de a poquito iba sumergiéndome en el mundo del arte, inclusive la mezcla de teatro musical. Además de coreografías, teníamos que cantar. 

Y asi empecé a desarrollarlo de chiquita, porque mi mamá me mandaba con mis hermanos e íbamos,  y también un grupo muy lindo con amigos. Imagínate llegar y hacer obras de teatro, coreografías y de manera constante visitar distintos lugares, ¡era tan bonito! Aparte, más allá de bailar, siempre estábamos ahí con el propósito de decir, bueno vamos a llevar un mensaje de esperanza y amor, el amor de Dios. 

Me acuerdo de que terminaban las reuniones de la iglesia y después me iba corriendo a la guitarra y trataba de hacerla sonar

Luego, cuando yo empecé a ser más grande, me iban permitiendo tomar la guitarra al final de la reunión y empezar a jugar un poquito. Después me enteré de que en Metan habían abierto una escuela de canto. Entré a esa escuela que era todos lo sábados, en la casa de la Cultura. Iba en bicicleta hasta allá y recuerdo que me chocaba la guitarra con la bicicleta mientras iba pedaleando. 

Era hermoso, porque todos a fin de año hacíamos muestras y, bueno, me acuerdo de que tenía 14 años y un día, al levantarme, estaba mi mamá leyendo y tomando unos mates y yo, muy entusiasmada, le cuento un sueño que había tenido. Mi mamá me escuchó lo que había soñado y me dice: “Abby ¿por qué no haces una canción de ese sueño? Está bueno lo que soñaste”. Y yo me empecé a reír y dije “¿Qué me estás diciendo?”. 

Uno es adolescente y se subestima y piensa “¿Yo crear una canción?”. O “¿Yo poder escribir?”. Yo me reía y pensaba que mi mamá realmente me estaba haciendo una broma. Pero ella me siguió insistiendo: “Haz una canción, ya sabes tocar la guitarra”. 

Primero comencé con piano, estuve dos años y medio, y después dije “Creo que me voy a inclinar por la guitarra”. Me imaginaba con la guitarra colgada en mi hombro, tocando, mirando a la gente, cantando. Es como que ya iba proyectando eso. Y me mandaron a guitarra. 

No me imaginaba tener 17, 18 años y ya tener canciones para un disco, realmente no me lo imaginaba, pero así fue.

Después pensaba, ¿qué hubiese pasado si mi mamá no me hubiese dado es empujón? O si no me hubiese tirado esa idea de hacer una canción. A medida que fueron avanzando los días, fui tachando, marcando la primera estrofa, el estribo y así, pero ese fue el disparador. A partir de ahí no dejé de crear canciones, es como que empezó a fluir algo, se habilitó ahí y ya está.

L.C.: Si tuvieras que describirte a vos en un solo adjetivo, ¿cuál sería?

A: Alegre, o sea, no quiere decir que estoy siempre sonriente, pero soy una persona bastante entusiasta y le doy para adelante. Siempre trato de que mi bandera sea la alegría, ¿no? Porque me acuerdo de esta palabra que dice “Estad siempre gozosos” y uno piensa “¿Cómo puede ser estar siempre gozosos?”. Si en una dificultad la estás pasando mal, ¿cómo puedo estar gozoso si acabo de recibir una noticia pésima? Y dice “Estad siempre gozosos”.

Estar gozosos no significa estar todo el tiempo sonriendo, mostrando los dientes aunque la esté pasando mal, sino que tu corazón esté gozoso.

Pensar que hay esperanza, que las cosas van estar mejor. Estoy pasando un tiempo duro, complicado pero es ese gozo que viene de un Dios que es mi fortaleza. 

No sé, te digo por lo que la gente también dice, como que notan que tengo una energía distinta, que mi alegría los levanta. No sé pero me encanta que mis canciones puedan reconfortar el corazón del que me escucha.

L.C: Veo que cada una de tus canciones son un mundo distinto. No tienes miedo a combinar y a variar estilos. ¿Cuáles son tus influencias a nivel musical?

A: Mira, no soy de escuchar muchísima música, ¿viste? Pero siempre me gustó escuchar artistas argentinos, por ejemplo hay un artista que actualmente me gusta mucho que es Cristina Moreno. Tiene una música muy bonita, me gusta mucho lo que transmite, es muy sencilla pero en lo que es producción musical me encanta su tercer disco en especial (lo produjo el manager de René de calle 13). 

Cuando vos me decís: “Abby no estás encasillada en ningún género”, bueno justamente, no me gusta decir soy de este tipo de música con este género. Es como que las canciones te llevan a que conozcas alguna historia nueva, porque me gusta inspirarme en historias de vida y esa sería la identidad de Abby como artista.

Canto historias de vida, por ejemplo, no sé, algún día estuve charlando contigo, y me cuentas algo y empiezo a inspirarme y nace una canción. Así como te estoy diciendo me ha pasado con la mayoría de mis canciones y eso sería la identidad de Abby, cuenta historias, canta historias y música que reconforta el alma. Pero en cuanto al género yo me ponía a pensar el otro día y decía: “Este tema está mezclado con pop y reggaetón, este tema está mezclado con pop andino…” . 

Por ejemplo, el último caso es la canción “Dignamente”. Al principio era pop,  encasillándolo en algún estilo y cuando hablé con los Tekis y les pasé el tema les dije: “Hagan lo que ustedes sientan, que sea lo que ustedes quieran” y me contestaron súper entusiasmados: “ Abby, mira, le agregué esto”.

Y ¡me encanto! Me decían: “Mira estos coros que le agregamos” y después metieron instrumentos como el charango y bueno es su sello de los Tekis que está también. Terminamos mezclando lo que nosotros llamamos Popino, una especie de pop andino, no sé, el nuevo nombre Popino. 

L.C.: Abby, ¿por qué haces música, qué cosas quieres transmitir?

A: Yo trato de enfocarme y decir, Dios me dio una creatividad para poder compartir lo que tengo con otros, quiero compartir historias, quiero compartir vida y esperanza. Por ejemplo, con una canción me pasó que por ejemplo no sé, yo me sentía derrumbada, hecha pedazos, pero la canción termina con un mensaje muy bonito. Eso es el poder contar historias y que el que esté del otro lado se dé cuenta de que me veo a mí misma. 

Y sí, la verdad hay mucho que mejorar, pero ¿para que lamentar?, ¿para qué cuestionar? El tiempo pasó, entonces a pesar de todo estoy de pie, aunque a veces me quiera detener, aunque a veces diga “No quiero rendir esta materia, no quiero ir al trabajo, u otro día más con lo mismo estoy cansada o cansado”, sigo en pie. Para los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, los que estamos y lo que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan siempre para bien, aunque lamentemos, aunque lloremos o sea cual sea la situación, todo nos ayuda bien .

Y yo me he hecho varias veces esa pregunta, ¿por qué hago música? Y la verdad es que si me dices “Abby deja de cantar o de contar historias y dedícate a otra cosa”, yo directamente preferiría abandonar, ¿me entiendes? En el sentido de que me estás cortando lo que realmente me gusta y me apasiona. 

Si alguien me dice “Abby deja de contar historias o de cantar o dar este tipo de mensajes”, no sé, como que me está cortando los brazos, las piernas. No sé cómo, pero capaz que más adelante salgan otras cosas nuevas pero me di cuenta de que me fui encontrando con Abby, con lo que a mí también me hacía muy bien, porque cantar cualquiera puede cantar, cualquiera puede hoy en día con tanta tecnología, hasta buenas cámaras o micrófonos nuevos, cualquiera puede cantar bien o sacar fotos mínimamente dignas.

A mí me gusta no solo contar historias de otros sino también hablar de lo que me pasa a mi como persona o algo que yo haya vivido.

Por ejemplo, yo en 2013 saqué una canción en YouTube, cuando estaba todo el tema de los saqueos acá en Argentina. Bueno, en Tucumán era terrible, yo en ese momento vivía allá. Me acuerdo de que una noche se escuchaban tiros y yo vivía en pleno centro y no podía dormir, no podía conciliar el sueño ni nada, entonces tomé mi guitarra y empecé a cantar lo que estaba viviendo y a comunicar y a cantar una historia de lo que pasó y de lo que vivía en Tucumán. 

Esta canción terminó sirviendo para un documental de Hamburgo, Alemania. Algo que yo ni me lo esperaba porque desde siempre me gustó cómo comunicar lo que estaba pasando y la canción tira balazos: “Fue más fuerte la avaricia que cumplir con la justicia “, pero manifestando lo que estaba pasando en mi provincia, que fue algo muy fuerte y muy trágico realmente. 

Entonces, es muy lindo que un artista sepa hacia dónde ir, y sepa cuál es su identidad, porque si no, es como que me digas que escucho a Abby y en una canción hay un sonido más latinoamericano y en otra canción un sonido andino pop, otro tema pop, otro tema más melódico pero en todos los temas te estás dando cuenta como que hay un camino muy marcado y quiero comunicar algo puntual y se va logrando y sigue siendo un proceso. Todavía sigo encontrándome en muchas cosas que Dios me va mostrando también.

sé que hasta ahora quiero comunicar esperanza, quiero comunicar amor y a través de mis canciones lograr que vidas puedan ser transformadas.

Me han llegado historias de vida por Instagram, por Facebook, tremendas, que me dejaron como impactada.  Después de dos semanas de estrenar “Sigo en pie” me llegó un mensaje de alguien por Facebook. Una persona que estaba a punto de suicidarse estaba en su casa y parece que su vecino estaba escuchando esta canción. La letra de la canción “Sigo en pie” dice: “Y a pesar de todo estoy de pie, y a pesar de todo camino aunque me quiera detener, y a pesar de todo tengo fe”. Y en ese momento, esta persona no tenía fe ni esperanza. Pero siguió escuchando, y la canción decía “sigo en pie” de manera continua y la cuestión es que esta persona me escribió. 

Mira te cuento esto y se me pone la piel de gallina porque fue algo tan emocionante para mí, y me imagino para el corazón de Dios de que una canción pueda llegar de esa manera y pueda lograr que una persona que estaba por suicidarse no lo haga y dé un paso atrás por una canción.

Después esta persona se puso a buscar “Sigo en pie” en Google en YouTube y no aparecía hasta que lo encontró. Buscó, buscó hasta que lo encontró y ahí después ya conmigo porque no sabía ni quién la cantaba ni nada. Entonces cosas como estas puntuales o cositas que me fueron llegando, por ejemplo una canción de violencia de género que hice y que varias mujeres me hablaron porque estuvieron diez años con tipos que las golpeaban y que las maltrataban y no podían salir de esa situación. Bueno, dijeron que mi canción hizo que tomaran la decisión de terminar aunque les costara, aunque lloraran, aunque dijeran “Yo espero que cambie”. 

L.C.: ¿Qué crees que le hace falta a la música hoy en día? 

A: Más amor, porque es como que yo siento que se piensa siempre en lo que está de moda,  y buscan adaptarse a esa demanda y comunican eso. Por ejemplo, está de moda transmitir un sexo explícito, y eso es algo que a mí me hace mucho ruido, y sería muy lindo que haya una causa coherente que marque tu identidad. 

Entonces sí, más amor y profundidad, y si tengo que hablarte de temas acordes y producción y eso, más detalles. Que no sean tres notitas y nada más, creo que a la música le falta más dedicación porque eso se nota a la hora de comunicar. 

A modo personal, quizá tiene que ver porque yo busco transmitir un mensaje particular porque es raro escuchar una artista que se inspire en una fundación y que haya hecho una producción copada y que haya existido en eso una inversión para esa fundación. 

Hay que empezar a ver desde lo profundo para que salga hacia afuera.

L.C: ¡Estás de estreno! ¡Y no es una canción más! Esta vez es una canción que tiene como fin colaborar con la fundación Dignamente y con la participación de la famosa banda Los Tekis ¿Cómo nació esta idea de la canción?

A: Fue muy loco, porque algunos por ahí dicen: “Ah parece que Abby ya conoce hace tiempo a la fundación o que Abby es parte de la fundación y viene trabajando”, y no. 

Resulta que Dignamente, el nombre de la canción, es el nombre de la fundación. Dignamente es una fundación que busca erradicar la desnutrición infantil en Argentina, hay más de 75 000 niños que están en estado de nutrición y yo digo “Che, la verdad que sí, hay mucho ‘pañuelo’ y poco ‘barro’, porque cualquiera se pone un pañuelo, va y dice yo pertenezco a esto, o levanta bandera también pero hay poco barro en el sentido de poca determinación de mirar el que está a la par. 

Cualquiera dice yo pertenezco a tal partido yo pienso esto, pero yo cuando pensaba en esto decía ¡Guau!, se me ponía la piel de gallina y pensaba que no puede ser que en Argentina haya más de 75 000 niños desnutridos. Un niño desnutrido es un niño que a través de una acción puntual y rápida puedes sacarlo de ese estado. 

Eso es de lo que se trata esta fundación, pero el niño queda con secuelas, el niño queda y le cuesta mucho pasar a segundo, tercer grado y se traba y patina hasta que logra pasar y le afecta muchísimo, entonces necesita ayuda. 

Yo estaba un día viendo el celu, como cualquiera, para leer alguna nota o lo que sea. En una de esas, aparece una nota que habla de una fundación que busca erradicar la desnutrición infantil. Ahí yo me detuve y entré a la nota porque me llamó la atención. Es un tema del que no se habla mucho. Entonces, entro a la noticia y empiezo a leer, iba leyendo y me sorprendía.

una fundación que sacó más de 300 niños en estado de desnutrición en poco tiempo

Y no solo se encarga del hambre de los niños, sino que ellos se mantengan sanitos en cuerpo y corazón, que tengan alegría y que vivan su infancia de una manera como se lo merecen

Y la nota decía: “De qué me vale a mí sacar a un niño del estado de desnutrición si no logro sacar a toda la familia de esa situación mala que está viviendo, porque el niño va a volver de nuevo al estado de desnutrición. Yo lo dejo con su familia no es que me lo llevo conmigo”.

Entonces la fundación decía: “Buscamos sacar al niño y a la familia de ese estado”, si son buenos para sembrar o para tener una huerta vamos a poner una huerta, ya hay hoy en día una familia que tienen su casita y que tienen huerta, que la venden por mayor al vecino de seis cuadras, o sea, cuando yo leí eso me entusiasmé y pensé todos necesitan vivir dignamente.

A todo esto, en un momento me vino a la cabeza “Es tiempo de mirar al que está a la par, la palabra es solidaridad, dar sin esperar a amar, es tiempo de soñar”. Y me empecé a reír sola mientras leía la nota y decía “Esto es re loco, me está viniendo la canción mientras leo una nota”, esto nunca antes me había pasado, de leer una nota y así que se me venga una canción. 

Siempre me ha pasado de estar caminando por la calle y justo me viene una idea y no una canción, o estoy escuchando a alguien que me cuenta una historia y me viene una melodía, pero esto de leer una noticia y que me venga una canción leyéndola es la primera vez.

Entonces dije “¡Ya está!, tengo que hacer una canción de esta fundación”. Empezamos a charlar y les dije: “Yo quiero hacer una canción” . Entonces fue avanzando todo el proyecto, fue creciendo cada vez, tomando mayor madurez y lo más lindo de esto es que desde el principio hubo armonía, una visión compartida entre todos hasta el final.

Yo creo que en el video eso se ve, que es un video que está hecho con mucho amor en cada detalle, la pasamos también y todos tirando ideas, todos aportando, todo muy bonito. Tenía que darse esto y qué lindo que en tiempo de pandemia se haga esto y que lo hagamos con los chicos de los Tekis, terminando el año, comunicando esto.

Cuando terminé de producir la canción era pop, prácticamente, y después dije “Me tiene que acompañar alguien”. ¿Quién me podía acompañar? y pensé en los Tekis, porque yo estoy en Salta y ellos en Jujuy, y gracias a Dios me dijeron si súper entusiasmados. 

Así que bueno, dieron el 100% y se comprometieron de lleno a compartir a comunicar y recibirnos en su casa para el rodaje. Hizo que todo quedara lindo. Después de que les pasé la canción y todo, al principio me decían: “Me siento ‘el Chaqueño’ haciendo trap”. Yo me empecé a matar de risa y les dije “La canción es suya, no me consulten nada, hagan lo que quieran porque son parte del proyecto al igual que yo”. 

Hay tantos temas que se están debatiendo y querían tanto protagonismo y hay chiquitos que se están muriendo de hambre.

Yo creo que si nosotros nos detenemos a observar, vamos a ver los lugares en lo que seguramente vamos encontrar a alguien que esté en esta situación.Estoy recontenta con el resultado y de poder ser luz, de poder comunicar un mensaje como este y no solo esta, que es una canción que está inspirada en la fundación.

Debemos pensar cómo puedo dar si la estoy pasando mal, si para ayudar a alguien tengo que estar contenta, entusiasta, súper, con toda la energía. Yo pensaba eso justamente, el desafío está en hacer algo por el otro aunque yo la esté pasando mal, ahí está el desafío, yo estoy pasándola mal e igual hago algo por otro. 

Esto lo aprendí cuando era chica, cuando tuvimos un problema en mi casa. Me acuerdo de que al otro día tenía que ir a la escuela dominical a un barrio, a preparar y enseñarles a cantar a chiquitos y yo le dije a mi mamá: “Mamá estoy mal, ¿cómo puedo ir si estoy mal?, me siento angustiada”. Mientras le hablaba, lloraba y le decía: “Mamá, estoy mal, ¿cómo quieres que vaya? ¿Qué les voy hablar a los niños?, ¿qué les voy a transmitir, esperanza? ¡Si yo no estoy bien!, ¡mira lo que ha pasado!”. 

Esa charla fue a la noche, al otro día me levanto temprano y ella me preguntó: “¿Vas a ir?”, o sea me dio la opción de si yo quería ir o no. Y yo le respondí: “No, estoy muy mal, no siento que tengo que ir porque no estoy bien, estoy triste”. Ahí mamá me dijo: “¿Sabes que ahí está el desafío?, si estás sintiéndote mal, estás angustiada, anda que seguramente hay muchos niños que están peor que tú y les vas a transmitir esperanza”.

Cuestión que fue un día maravilloso, fue uno de los mejores días de mi vida sirviendo, ayudando, colaborando y me tocó el corazón. No esperemos estar sonriendo para que la vida sea una vida llena de colores, sino que también ahí está el desafío, ya sea con tristeza, con que estemos mal, igual ayudemos y pensemos en el que está a la par porque es mejor dar que recibir y ahí es cuando Dios nos fortalece con alegría.

L.C.: ¿Crees que la situación de la pandemia influyó en esta idea de contribuir a la fundación con esta canción?

A: Sí. La verdad es que si tengo que resumirte el tema pandemia, ha sido un año de mucho desafío para mí como artista y personalmente en mi vida personal. Muchas cosas se truncaron, y no solo para mí, sino también en conciertos, fechas, viajes, que yo aún no había definido. Pero siento que Dios crea un puente de esperanza para mi vida, para mis sueños y yo pude cruzar esos puentes y pude ver los resultados. 

Entonces eso tengo para decirte, ha sido un tiempo en donde pude dedicarle tiempo a este proyecto Dignamente en donde todos pudimos congeniar, tuvimos más tiempo para trabajar en equipo a pesar de la distancia.La pandemia tuvo sus cosas lindísimas, como los vivos que realicé por Instagram con muchos artistas que dispusieron de su tiempo para poner todo en este proyecto de hacer vivos en Instagram, como el artista Rodrigo Tapari, Patricia Sosa, Los Nocheros, Los Tekis, que fue algo muy bueno porque todo artista necesita, ya sea fotógrafo, artista plástico, cantante, músico, lo que fuese, ¡necesita esa pizca de locura! Entonces abordarlo desde ahí. 

Sueños de Locos ( el proyecto de los vivos de Instagram) tenía que ver con eso: un artista que se invitaba y hablábamos de los sueños de locos que todos necesitábamos, esa pizca de locura para seguir adelante y para transmitir, lo que queremos transmitir, y bueno, en ese sentido sorprendida de la cantidad de artistas que me dijeron que “Sí, me sumo”, como personas conocidas. Así que bueno, artistas cristianos y no cristianos fue una mezcla de todos pero fue hermoso, un fotógrafo tremendo como Gus Geijo que también se sumó de España que yo lo admiro un montón.

L.C: ¿Qué le recomendarías a alguien que quiera iniciar con un proyecto artístico?

A: Primero, que no escuche voces. Hay que enfocarse como el caballo que tiene las orejeras y no puede mirar ni a la izquierda ni a la derecha. No estés mirando en Instagram quién canta mejor que tú, quién salió del musical de calle Corrientes y que va hacer una audición en la misma que tú estás. “No porque hay competencia”, “No porque me dijeron que es muy bueno”, enfocarse, no mirar a los costados y si estamos un poco desafinados, en caso de que te guste cantar, no importa, entrenar, mejorar que acá se trata de que uno pueda hacer lo que le gusta, lo que le apasiona y en este caso si lo haces bien o mal no importa el principio porque es una construcción. 

A ver, qué niño que nace, nace corriendo, primero empieza a gatear, va de a poquito, pero con la ayuda de otro, se trata de eso también. Yo escucho chicos que siempre están comparándose o mirando, ¿no? Dicen: “Mira, quiero subir mi video, pero me da vergüenza porque siento que lo hago mal…”.

Se trata ANIMARSE y saber que no estamos solos, y saber que Dios te da la posibilidad de soñar, de planificar y es para que te mandes y para que le “des a blanco” y no estés dudando, no estés mirando. 

Te cuento esto porque una vez, cuando era más chica, me llamaron y me dijeron: “Viene un musical a Tucumán tremendo, único en Argentina, con platea giratoria, parece que estás en Broadway, y hay proyecciones holograma que trajeron de Italia y están buscando un personaje principal y te veo con todas las características para que lo seas” y al toque me llenó de información y me dijo que la audición era dentro de dos días. 

Yo respondía que no, que había mucha gente de teatro musical que eran muy buenos, talentosos y conocidos. Igual, una amiga me alentó a participar en la audición, me dijo: “¡Preséntate!, si te llamaron es porque tienes la capacidad, deja de dudar”. Y bueno, me aprendí una parte del guion del musical, llegué a la audición y veía que todos estaban bailando, charlando, eran todos amigos, se conocían. Yo pensé: “No conozco a nadie, acá todos se conocen”. Y finalmente terminé haciendo la audición y quedé como actriz principal. Hice más de 1800 funciones. 

Hacíamos de dos a tres funciones por día con mi elenco y fue un entrenamiento tremendo lo que viví ahí, fue puro entrenamiento y estoy súper agradecida a Dios por esa oportunidad que me dio de ser parte de un musical así porque había gente de Buenos Aires que decía “¿Cómo puede ser que esto esté en Tucumán y no esté en Buenos Aires?”. “¡No puede ser, es una locura!”. Y gente de afuera de otros países que hablaban en español decían que era increíble. 

Por eso, si ahora los tengo que aconsejar les digo chicos, no se bombardeen, no piensen en lo que hace el otro y lo que ustedes no podrían hacer, enfóquense en lo que ustedes saben ya sea poquito, ya sea mucho y háganlo. El camino se trata de ir de a poquito avanzando, mejorando, aprendiendo, y eso es un ejemplo claro de cuando el bebé nace y no camina, después va gateando hasta que ya va de rodillas, hasta que alguien lo levantará, ayudará y recién caminará después de un tiempo. 

Entréguenle a Jesús sus sueños sus proyectos y no solo eso, sino esfuércense si quieren hacer lo que les gusta, tienen que esforzarse y trabajar duro y darle para adelante pero preparándose.

Rodrigo Acosta
Rodrigo Acosta
Músico, productor y compositor argentino. Forma parte de la banda Fila 9 desde el año 2016 como bajista y segunda voz.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]