En este nuevo episodio, Robert Barriger visitó nuevamente nuestro living y esta vez habló sobre su rol en la iglesia, la labor del cuerpo de Cristo, los puntos claves del discipulado para avanzar y la revelación de la iglesia hacia Jesús.
Robert Barriger nos habló sobre el ministerio y cuál es la tarea de los miembros en el Cuerpo de Cristo, así como las claves para un discipulado relevante en las vidas de las personas.
Su rol en la iglesia “Camino de Vida”
Cuando exaltamos a Cristo, los hombres se sentirán atraídos. El mensaje de Jesús de salvación es irresistible. Cuando uno comprende que hay un Dios creador que te ama y que dio su vida por ti, se convierte en un mensaje irresistible. El problema es que a veces tenemos cristianos resistibles y ahí es donde radica el trabajo de hacer que Cristo sea más visible en nosotros y menos nosotros mismos.
Antes yo veía a otras iglesias y cuando algo sucedía en una de ellas, decía: “Qué pena por ellos, qué bueno que no soy yo lo que está pasando con ellos, yo protejo mi iglesia”. Pero un día sentí en mi corazón: “La iglesia es una”. Entonces comencé a sentir compasión por la iglesia que estaba sufriendo y empecé a decir: “Señor, si quieres puedo dedicar mi vida a ayudarlos”.
Hoy en día digo que quiero dedicar el resto de mi vida a embellecer a la novia de Cristo.
Este es el camino de la iglesia. Mi amor es mi iglesia local. Amo “Camino de Vida”. Es una iglesia que hoy en día yo llamo iglesia por accidente, pero por la gracia de Dios ha crecido y ahora es una iglesia con muchos miles de personas.
La labor del cuerpo de Cristo
Yo digo que cada iglesia es una familia y ¿qué es una familia? Es un grupo de personas caminando hacia el cielo juntas. Todos tenemos el mismo destino, estamos en camino, unidos. Y esta es la parte hermosa: hay miles de familias caminando hacia el cielo juntas, cada una distinta en su estilo y en el llamado que Dios les ha puesto, pero la multiforme sabiduría de Dios hace que el cuerpo siga siendo uno.
Por eso, solo porque una iglesia sea diferente a la mía no significa que deba criticarla. Más bien debería decir: “Gracias a Dios porque está cumpliendo lo que Él ha puesto para esta iglesia”. Tal vez sea distinto a lo que estamos haciendo, pero igualmente cada iglesia es una familia.
Nos enriquecemos cuando tomamos el tiempo de apreciar y amar las diferencias. No nos debilita, nos enriquece.
Cuanto más tiempo uno camina con Dios, más aprecia todas las ramas del cuerpo de Cristo. Uno es mano, otro es pie, otro es oreja. Cada uno tiene una función, pero todos formamos parte de un solo cuerpo.
Los puntos clave del discipulado para avanzar
Para entender el discipulado, muchas veces la gente cree que se trata de información y que hay que llenar al discípulo con información y cubrir cierto tiempo de estudios teológicos. Esto es importante, pero el discipulado no se encuentra en eso. La libertad que necesitamos en Dios se encuentra en las relaciones, no con un maestro enseñando a alumnos. En una relación es donde la gente abre su corazón y dice: “Mira, tengo algo que necesito. ¿Puedes orar por esto?”.
Entonces es en las relaciones donde se encuentra la libertad. El modelo griego es un maestro frente a unos alumnos, lo cual hemos adaptado en la universidad. Pero el modelo hebreo es un rabino caminando con un círculo de discípulos y hablando sobre la vida diaria y cotidiana: el sembrador, el pescador hablando sobre la vida misma. El problema surge cuando creemos que el discipulado se encuentra en la formación. Entonces tendremos cristianos informados pero no transformados y la transformación viene de una relación.