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La historia que no conocías de Watchman Nee

Su nombre de pila es Nee Tuosheng, pero es reconocido mundialmente por su apodo “Watchman Nee”, y se convirtió al Evangelio a la edad de 17 años. Al año siguiente conoció a la misionera británica Margaret E. Barber, quien terminó siendo la maestra que le brindó las lecciones más importantes para su vida cristiana, entre ellas cómo conocer y experimentar la cruz de Cristo.

A pesar de no contar con estudios teológicos institucionales, Nee es reconocido por las innumerables obras que dejó escritas y muchas otras que fueron recopiladas de su predicaciones, en las que aporta mucha luz con respecto a la vida espiritual y el crecimiento en Cristo. Su vida es ricamente inspiradora porque decidió vivir en la realidad de Dios cada momento de su vida, sin importarle el costo terrenal que esto tuviera. Literalmente vivió cada día como si fuera el último.

Llegó a plantar seiscientas iglesias en toda China bajo el régimen comunista, siendo perseguido, junto con noventa mil hermanos que eran discipulados en la labor pastoral que ejercía Nee diligentemente.

Conversión

El contexto en el que nació Nee tiene mucha implicancia. Su madre tenía dos hijas mujeres y eso para la sociedad oriental significaba una deshonra porque nadie continuaría con el apellido de la familia. Angustiada, la mujer le pide a Dios un hijo varón y le promete consagrarlo para Su servicio. Poco después queda embarazada y pare a uno de los hombres de Dios que más luz aportó en las últimas décadas a la iglesia global.

El joven provenía de una familia cristiana pero no conocía a Cristo de manera personal. Él relató en una oportunidad que aceptar a Jesús como su Salvador implicaba responder a un llamado a servirlo y renunciar a su futuro soñado.

“Si yo aceptaba al Señor Jesús como mi Salvador, al mismo tiempo lo aceptaría como mi Señor. Él no solo me libraría del pecado sino también del mundo. En aquel tiempo sentía temor de ser salvo pues sabía que, una vez salvo, debía servir al Señor”.

Watchman Nee

El joven Nee tuvo una lucha interna entre amar sus proyectos personales o rendirse por completo a Jesucristo. En ese punto crucial en su vida, relató: “Nunca había tenido tal experiencia en mi vida. Me vi a mí mismo como un pecador y vi, además, al Salvador. Vi la inmundicia del pecado y también la eficacia de la sangre preciosa del Señor, que me lavaba y me hacía blanco como la nieve”.

Hambre de Dios y avivamiento

Ni bien tuvo la experiencia de conversión Watchman Nee en su adolescencia, comenzó a predicar en su universidad con denuedo. Al principio los compañeros se burlaban de él y nadie se convertía al Evangelio, pero eso cambió luego de una charla con una hermana misionera que le aconsejó desechar todo pecado oculto o deuda impaga, porque había algo que se interponía entre el joven y Dios.

El joven predicador, luego de deshacerse de todo obstáculo en su comunión con Dios, comenzó a orar por los 60 compañeros de su clase, y pedía ser lleno del poder del Espíritu Santo para llevar la obra con eficacia. Nee cuenta en su testimonio personal que solo un compañero no se convirtió a Cristo. Todos los demás empezaron a servir al Señor.

A pesar de que ya estaba experimentando cierta profundidad, Nee vio la necesidad de llenarlo todo del Evangelio de Cristo. En los tiempos libres que tenía en la escuela, cambió leer literatura china por la Biblia. Su hambre crecía cada día más, tanto, que Nee terminó abandonando el colegio para ir al instituto teológico de Dora Yu en Shanghai.

“Durante los primeros ocho o nueve meses en los cuales empezó a venir la lección de la cruz, yo no obedecía. Sabía que debía rendirme sin ofrecer resistencia a la cruz ordenada por el Señor; pero cuando me decidía a obedecer, mi determinación duraba corto tiempo”.

Watchman Nee

La experiencia de la cruz

Watchman Nee fue un predicador del mensaje de la cruz, pero sobre todas las cosas alguien que experimentó en carne propia la senda espiritual de vivir crucificado junto al Señor. Como dice Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”.

En su testimonio personal el predicador contó cómo fue su proceso de pasar por la cruz hasta lograr rendirse completamente.


“Cuando estuve dispuesto a rendirme, experimenté un gozo distinto al gozo de mi salvación; no era un gozo extenso sino profundo. Después de ocho o nueve meses, en muchas ocasiones estuve dispuesto, quebrantado y no hice lo que quería. Estaba lleno de gozo y paz al andar en la senda espiritual”.

Watchman Nee

Salud

Desde joven padeció tuberculosis al punto que el distinguido hermano Nee estuvo a poco de morir. En ese período de enfermedad, Watchman decidió escribir los tres tomos de El hombre espiritual, enfrentando muchas dificultades por su deteriorada salud. Cuando terminó, se encomendó al Señor dispuesto a partir de esta tierra, pero un hermano lo desafió con la Palabra y Nee ese día se levantó de la cama proclamando “el justo por la fe vivirá”. Comenzó de manera muy dificultosa a caminar, quedándose sin aire, pero con la esperanza de que Dios lo sanaría. 

Ese mismo día se corría en las congregaciones que el hermano Nee había fallecido. Este hombre de fe logró salir de su casa y mientras caminaba hacia la casa de los hermanos que oraban por él, estos se asustaron al verlo. Después celebraron la victoria del Señor y ese mismo día partieron a otra provincia a predicar el Evangelio.

“Al llegar al final de las escaleras, me sentí fuerte y fui rápidamente a la puerta trasera. Abrí la puerta y fui directamente a la casa de la hermana Lee. Le dije al Señor: “De ahora en adelante, viviré por fe y nunca más seré un inválido”. 

Ministerio

Nee viajó por toda China predicando y enseñando el Evangelio. Logró plantar aproximadamente setecientas iglesias en todo el país oriental, superando los 70 mil congregantes, al momento de su arresto en 1952.

El ministerio de Watchman Nee usó ocho diferentes maneras de llevar a cabo el trabajo que le había sido conferido por Dios: predicando el Evangelio, enseñando la Biblia, viajando y animando, estando en contacto con la gente, escribiendo para la gente, dictando conferencias, capacitando y produciendo publicaciones.

Nee sufrió a causa de su creencia de que, de acuerdo a la Biblia, las denominaciones cristiana se equivocaban al dividir el Cuerpo de Cristo.​ A causa de su firme defensa de la unidad del Cuerpo de Cristo en contra de las divisiones denominacionales cristianas, estas lo rechazaron causándole dificultades.

Algunas de estas denominaciones lo despreciaron y criticaron, otras se le opusieron esforzándose en destruir su ministerio​ echando a correr falsos rumores y tergiversándolo al extremo en que Watchman Nee respondió en una ocasión:​

«Yo también condenaría al Watchman Nee que ellos describen».

Watchman Nee

Persecución y muerte

Predicar en China bajo el régimen comunista como Nee lo hacía era muy riesgoso y osado. A principios de 1949 el ministro decidió quedarse en Shanghai a pesar de la persecución que se había levantado en esa región. Pero el predicador decidió no huir a causa de la asignación dada por Dios. Él siguió su amplia tarea en cuidar a las iglesias, fortalecer a los hermanos, a los colaboradores y seguir predicando del Señor.

En la primavera de 1952 fue arrestado y encarcelado por causa de su fe. Ese mismo verano fue juzgado y condenado a quince años de prisión, pero jamás le dieron la libertad.

Durante todo el período que estuvo preso, solo a su esposa le permitió alguna visita ocasional. Ella también estuvo presa por causa del Evangelio y falleció el 7 de noviembre de 1971. Al enterarse de la noticia, Nee, que estaba privado de todas las cosas y de todo contacto con el exterior, fallece cinco meses más tarde.

Los soldados encuentran debajo de su almohada un pedazo de papel con letras grandes y temblorosas que proclamaban:

“Jesucristo es el Hijo de Dios, quien murió por la redención de los pecadores y resucitó al tercer día. Esta es la verdad más grande de todo el universo. Muero a causa de mi fe en Cristo”.

Watchman Nee

Obra literaria

Cuenta con más de 80 libros publicados, más cientos de otras enseñanzas para el desarrollo de la vida en Cristo y en las iglesias. Solo escribió un libro, dividido en tres tomos, El hombre espiritual, el resto de sus obras publicadas son recopilaciones de sus sermones y mensajes que algunos hermanos lograron escribir en borradores.

Algunos de sus libros más conocidos son: «La vida cristiana normal«, «La liberación del espíritu«, «El carácter del obrero«, «La iglesia gloriosa«, «Transformados a su imagen«, «La vida que vence«, «El plan de Dios y los vencedores», «La oración«, entre otros.

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Redacción
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