“Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final”, Juan 6:40 NVI.
En el año 1997, el Señor nos llamó para ir a India. Lo hicimos por amor a Jesús, quién nos amó primero y lo dio todo por nosotros, fueron muchos los desafíos y dificultades por los que tuvimos que pasar. Enfocamos e invertimos toda nuestra vida y a nuestros hijos, en aquel entonces de 3 y 6 años, en este país, pero la confirmación que Él nos dio a través de su Palabra una y otra vez nos sostuvo hasta hoy.
“Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos”, Salmo 20:7-8 NVI.
Padecimos una pandemia (COVID-19), pestes (gripe aviar, malaria, cólera, fiebre tifoidea), plagas (langostas, mosquitos, cuervos, etc.), persecución, burla, desprecio, amenazas de muerte, enfermedades, accidentes, intervenciones quirúrgicas, bullying, agotamiento físico, psíquico y espiritual, despojo, ultraje, abusos, problemas económicos (tres corralitos financieros en Argentina y uno en India), etc., pero de todo esto nos libró nuestro amado Jesús, quién padeció mucho más que nosotros.
También hay siembras que dieron sus frutos y Dios nos permitió verlos. Como la inauguración y programación de una escuela primaria y secundaria que hoy tiene el reconocimiento del pueblo y del Ministerio de Educación, con más de 300 alumnos y graduados que han decidido servir al Maestro en el pastorado y en otros ministerios y profesiones.
Además, la plantación de más de 50 obras en lugares no alcanzados, que hoy reúnen más de 30 discípulos por cada una, dispuestos a seguir sembrando la visión en otros. Distribución de Audio Biblias en lugares de difícil acceso como en los Himalayas, aldeas del desierto con su propio idioma y otros lugares del país. Jóvenes universitarios de toda India que se unieron a nuestra plataforma educativa online y hoy reciben al Maestro y sus enseñanzas.
Lo tremendo de todo esto es que no hay límites para crecer, aprender y seguir aprendiendo a Su lado, después de tantos años Él nos amplía la visión desde India a toda Asia mostrándonos que hay mucho más por recorrer a pesar de nosotros y de nuestras limitaciones.
Nos sentimos como Josué y Caleb, listos para tomar todo lo que Él nos quiera encomendar ¡A Él sea toda la Gloria! Y a la Iglesia de Jesucristo el agradecimiento por su fidelidad en oración, envío y soporte.
Gabriel y Gabriela, con sobrenombre «Los Gabys», son docentes argentinos que invirtieron y pusieron sus profesiones y seguridades materiales en las manos de Dios. Hoy Él les entregó toda Asia para enseñar Su Palabra usando los talentos en el ámbito educativo.