La peleadora profesional de kickboxing nos comentó cómo es practicar un deporte de contacto y a la vez utilizarlo como medio para compartir la Palabra de Dios.
Natacha nació en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe, hace 22 años, desde hace 4 años es peleadora profesional, entrena en la Academia Calderani y pertenece al “Dojo Serpiente”. La federación que regula las competiciones es la WKF (World Kickboxing Federation) la cual se encarga de reglamentar eventos provinciales, nacionales y mundiales.
En simultáneo con su aparición profesional en el deporte llegó a Jesús. “Yo conocí a Jesús a los 18 años, siempre había escuchado la Palabra pero no fue sino hasta el 2017 que lo conocí a Él, estaba en el gimnasio y mi profesor salió de su oficina leyendo “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).
“En ese momento yo estaba sentada en el piso sacándome las vendas y sentí una confrontación tremenda, debido a que yo era realmente una cobarde, que por fuera se mostraba fuerte pero que en realidad no lo era, entendí en ese momento que Cristo me ama tanto que me dio poder, amor y dominio propio para que no esté en esclavitud”, comentó Castro.
“Salí del gimnasio con un ardor en el pecho, los ojos inundados en lágrimas y me quedé en la esquina llorando un buen rato, pero mientras lloraba me iba sintiendo cada vez más libre”.
Natacha, desde ese encuentro con Jesús, tiene una comunión diaria con él: “Mi lugar con Él creo que en realidad está en todos lados, me gusta estar en constante conexión con Dios mientras estoy haciendo mis actividades o cuando estoy en camino al trabajo. Y cada noche antes de dormir tomo mi habitación como un espacio tranquilo donde Jesús y yo pasamos tiempo a solas, orando, meditando en la Palabra y adorando, es algo que disfruto mucho”.
El día a día en cada entrenamiento se vuelve un gran momento de acercamiento con el señor, Castro nos comentó que lleva muy bien cada parte de entrenar con Jesús, “hoy entiendo que todo lo que hago lo hago para Él, por eso trato de dejar lo mejor de mí en cada entrenamiento y en cada pelea”.
Nos comentó que además avanzó con Jesús a pesar de las dudas del pasado. “Fue muy complicado al principio, debido a que no sabía cómo iban a verme las personas siendo cristiana y haciendo deportes de contacto, pero entendí que podemos ser luz en el lugar donde nos encontremos y entiendo que en mi caso el ring es un lugar para dar a conocer el nombre de Jesús y para glorificarlo con los talentos que Él me dio”.
Además, agregó: “Por eso le entrego a Él cada pelea, para que más allá de que vean a alguien peleando, atrás hay un propósito mayor, así que, gracias a Dios, cada evento es una nueva oportunidad para compartir su Palabra. Creo que casi en el mismo momento que lo conocí, supe que tenía que predicar y expresar eso que yo había conocido o escuchado”.
Debido a la timidez que Natacha en ese momento tenía, el señor le dió una brillante idea, “empezar a compartir la Palabra a través de remeras con versículos y frases. De hecho, la primera remera que hice decía ‘Dios, patrocinador oficial de sueños y metas para los que en Él confían’, y ahí empecé a predicar en las peleas y en todo lugar donde llevaba mis remeras y a cada pelea entró con una adoración”.
Natacha comentó que por ahora no compartió ring con luchadores cristianos, peleando no, nunca me tocó compartir con alguien cristiano, pero entrenando sí, de hecho, mi profesor fue el que me predicó por primera vez, entonces siempre que estamos en el gimnasio se está predicando la Palabra, como una costumbre que tomamos y quedó”.
«Además, tengo varios compañeros que son cristianos y también hablamos con ellos de Cristo antes o después de entrenar. El momento siempre lo encontramos, porque siempre hay alguien que necesita ser predicado”.
Castro tuvo oportunidades de pelear fuera del país, en Uruguay, Chile y uno de los más importantes, como fue el campeonato mundial de kickboxing 2016 en Andria, Italia, donde obtuvo un gran desempeño individual y siempre glorificando a Dios.
La santafesina dejó un gran consejo para aquellos que quieran animarse a practicar algún deporte de contacto pero duden con respecto a lo que pueden pensar los demás. “Les diría que primero se lo entreguen a Jesús y que si lo van a hacer lo hagan por Él y para Él, ya que siempre se trata de Jesús y no de nosotros, entregando cada entrenamiento y cada área de nuestra vida, porque solamente con Jesús se van a sentir completos y realizados, más allá de los resultados de una competencia”.