Cualquier enseñanza que no se encuadre con las Escrituras debe ser desechada, aunque haga llover milagros todos los días. Martín Lutero
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. Isaías 40.8
Celebraciones y contextos
¡El 31 de octubre es un día de celebración y reflexión! Iglesias, denominaciones, universidades y seminarios dedican tiempo a estudiar la Reforma Protestante, desde diferentes ángulos teológicos, sociales, eclesiásticos y políticos.
Con la presentación de las 95 tesis de Martín Lutero en la Iglesia de Todos los Santos en Wittenberg (1517) se inaugura un nuevo tiempo eclesiástico, una era de transformaciones y cambios en la sociedad, con una serie importante de desafíos teológicos, espirituales, éticos, morales y sociales, que ciertamente afectó la política, la lingüística, la pedagogía y la economía, en primer lugar, de los territorios y principados germanos, que posteriormente se convertirían en la Alemania actual, para luego llegar con fuerza al resto de Europa, y también al mundo.
Desde la perspectiva social, política y económica, la Reforma es producto de las luchas que se libraban en Europa para mover las instituciones de la época, de los tiempos medievales a un mundo moderno. Y esas luchas, que ciertamente eran tanto espirituales, como políticas, sociales y militares, llegaron a un punto de importancia capital a principios del siglo XVI, cuando Martín Lutero comenzó su ministerio.
De singular importancia histórica y metodológica es que Lutero y los reformadores contaron con la tecnología de comunicación social más avanzada de la época: la imprenta. Esa tecnología novel fue el instrumento adecuado para popularizar las ideas y las acciones, tanto de Lutero como del Papa. Y la imprenta, además, fue determinante en el movimiento de traducción bíblica, pues proveyó la infraestructura pertinente para la impresión efectiva y la distribución masiva de la Biblia de Lutero.
Martín Lutero
Martín Lutero (1483-1546) era ciertamente una figura compleja, tanto desde la perspectiva teológica y política como desde la dimensión espiritual y emocional. Era una persona intensa, que enfrentaba los problemas y las adversidades de la vida con firmeza y determinación. A la vez, en su interior, tenía un aluvión de emociones encontradas, temores, inseguridades, complejos, ansiedades, preocupaciones, resentimientos… Los conflictos y las preocupaciones produjeron una persona firme, que no se detenía ante problemas, autoridades, leyes, política o religión.
El contacto con la Biblia, y sus reflexiones críticas en torno al arrepentimiento humano y la teología del perdón del apóstol Pablo, junto a las decisiones, teologías y acciones del Vaticano, hicieron que Lutero saliera del redil tradicional de los sacerdotes y religiosos de la época, para ubicarse en la frontera de la crítica, en los espacios de desafíos teológicos, y en las trincheras de luchas ideológicas, políticas y sociales de la época.
La gente que descubre la virtud del mensaje transformador de las Escrituras, no puede mantenerse silente ante los desafíos del momento y frente a las injusticias de la vida, ya sean en la sociedad en general, o en los ambientes eclesiásticos. El mensaje de la Biblia inspira a los profetas, para que cumplan su labor desafiante, en medio de las realidades religiosas y los desafíos políticos de la vida.
Casiodoro de Reina
Y en la tradición teológica de Martín Lutero, Casiodoro de Reina (1520-1594) se dio a la tarea de traducir la Biblia al vernáculo de Cervantes, al castellano. Ese singular monje español, en medio de ese intenso proceso teológico, lingüístico y espiritual, como le sucedió a Lutero, fue transformado al estudiar con profundidad los Salmos y la Epístola a los Romanos, particularmente el capítulo uno y el versículo diecisiete…
De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe». Rom 1.17
Fundamentado en esa declaración paulina, entre otros textos bíblicos, tanto Lutero como Reina entendieron y afirmaron:
- Que la Biblia es la fuente última de autoridad en la Iglesia.
- Que la Iglesia está sujeta a la autoridad plena de las Escrituras.
- Que la voz más importante en la Iglesia es la de Dios, representado en Jesús y en el mensaje escritural.
- Que los creyentes deben tener acceso a la Biblia, para estudiar los textos y su mensaje, y para llegar a sus propias conclusiones teológicas, inspirados por el Espíritu Santo.
- Que las misericordias divinas no son para ser vendidas, sino para que se manifiesten con amor y misericordia, de forma gratuita, entre todos los creyentes.
- Que vender las bulas eclesiásticas e indulgencias para llegar al purgatorio, era tanto una aberración teológica como una burla a los creyentes.
- Que la salvación eterna de los creyentes es producto de la fe en Cristo Jesús, no en las obras buenas de las personas.
- Que esa salvación eterna es fruto de la misericordia divina, que responde al arrepentimiento humano.
- Que esa salvación humana merece que Dios reciba el agradecimiento, la gloria y el honor…
- Y que cada creyente es una sacerdote ante Dios y la humanidad.
Esos descubrimientos exegéticos y teológicos, junto a las lecturas continuas de los escritos de San Agustín de Hipona, fueron el fundamento intelectual básico para que la Reforma Protestante afirmara que sus principios rectores serían los siguientes:
- Sola Scriptura: Solo por medio de la Biblia se descubre la voluntad de Dios.
- Sola fide: Solo por la fe en Cristo Jesús Dios salva a las personas.
- Sola gratia: Solo por la gracia divina las personas son salvadas, no por las obras, aunque sean buenas.
- Solus Christus: Solo a través de Cristo hay redención para la humanidad.
- Soli Deo gloria: La gloria es solo para Dios, no para las instituciones eclesiásticas ni sus representantes humanos.
Esas cinco frases en latín representan el espíritu de la Reforma, la teología de Lutero y Reina y contienen el núcleo básico de la teología y el pensamiento del movimiento protestante. Esas afirmaciones resumen el corazón del protestantismo, y posteriormente el espíritu del evangelicalismo, pues se presentaban como lo esencial y necesario para descubrir, disfrutar y compartir las bendiciones y revelaciones divinas.
En esa historia, que ha contribuido de forma destacada en el desarrollo de América Latina, el papel de Casiodoro de Reina, y su traducción de la Biblia conocida como la Biblia del Oso, ha sido protagónico, pues le presentó al mundo de habla castellana una Biblia en el idioma español, que todavía en el siglo 21 sigue vigente y activa en sus revisiones y actualizaciones.
Dr. Samuel Pagán, decano de programas hispanos, Centro de estudios Bíblicos en Jerusalén.