Quisiera empezar aclarando algo, dentro del ministerio siempre habrá críticas, no es algo anormal, todo lo contrario, es más común de lo que creemos. Pero como titulé, es un enemigo silencioso que muchas veces tratamos de esquivar, de tapar para que pase desapercibido en nuestro corazón. 

Lo que no traté hoy será lo que me destruya mañana

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Esta es una frase que es el punto de quiebre para este artículo y me gustaría hacerte dos preguntas a vos que estás leyendo esto y quizás sos pastor, líder, congregante, etc. ¿Estás recibiendo críticas? ¿Te has sentido criticado? Ahora déjame hacerte estas preguntas ¿Qué lugar le das a la crítica? ¿Cómo la enfrentas? ¿Cómo te afecta? ¿Vivís de ella?

Soy una persona que me encanta formular preguntas, porque detrás de ellas siempre hay una respuesta, un pensamiento que se gesta y tendrá una acción. 

Muchas veces este enemigo silencioso solo tendrá el propósito de desanimarte, frustrarte, decepcionarte de las personas y hasta de vos mismo. Hasta llegar al momento de querer abandonar tu llamado y ministerio. 

¿Cómo hago para enfrentar la crítica y lidiar con ella? 

  1. No establezcas tu vida sobre palabras terrenales

En el recorrido del ministerio muchas veces no nos damos cuenta, pero las palabras de las personas terminan siendo más fuertes que las promesas de Dios. Terminamos dependiendo más de un comentario acerca de mi prédica y no realmente escuchando la voz de Jesús en la misma. Vivir de palabras terrenales es vivir en una inestabilidad constante

A lo largo de los evangelios vemos cómo Jesús fue criticado de parte de las personas, sus discípulos y obviamente los fariseos. Lo llegaron a tratar como “un falso maestro, demonio, hereje, blasfema, apóstata”, son palabras fuertes que podrían haber afectado su corazón. Pero hay algo que noto en la vida de Cristo, y es que siempre que recibía estas palabras su corazón no se enfocaba en ellas, sino más bien en la promesa que su Padre tenía para su vida. 

“Donde tengas tu enfoque ahí estará tu corazón”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Hoy podés estar recibiendo criticas de todos lados, pero es momento de que no te enfoques en ella, sino en las promesas que Dios te prometió y cumplirá con vos.
Jamás una crítica tendrá más poder que la voz de nuestro Padre, vos decidís sobre qué establecer tu vida y llamado. 

  1. Aprender a perdonar 

Hay críticas que permito que terminen invadiendo y deteriorando mi corazón lentamente, con el único final de que gesten un rencor dentro de mi vida. El motivo de estas críticas seguramente fue el de dañar o herir. Esto no me debería de sorprender cuando sabemos y entendemos que somos pecadores y trabajamos con pecadores. 

Las personas pueden y van a fallar. Sin embargo, no debo quedarme en la opinión ni vivir en el rencor. Jesús nos enseña en Mateo 18:21-22 Que debemos perdonar las veces necesarias y tener una vida de perdón. 

“El que sabe perdonar sabe amar”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

No debo escaparme de esta situación, todo lo contrario, tengo que enfrentarla, buscar una solución y perdonar. Cuando suelto perdón, mi corazón deja de estar en la esclavitud del rencor y puede encontrarse con la identidad verdadera que Dios tiene para mí.  El arte de aprender a perdonar es un proceso, a veces doloroso, pero al lidiar con las criticas nuestra mejor herramienta será el perdón.

  1. Aprendé a amar la crítica 

Quizás este comentario de amar la crítica pensarás que es medio hereje de mi parte.
Pero sinceramente, las críticas son reales y seguirán existiendo. Ahora la realidad es por dónde las canalizo y cómo las enfrento. Mi actitud ante las opiniones definirá el destino de mi vida.

La historia de Saúl y David es mi mejor ejemplo para hablar acerca de esto.
Saúl fue una persona que terminó odiando cada comentario que hacían acerca de su reinado, persona y decisiones. Fue el mismo odio que lo llevó a perder su ministerio, y lo más importante, su propia vida.

“El odio es el principio del final”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

Ahora cuando pienso en David, puedo ver reflejado un amor sobrenatural de su persona hacia todas las opiniones que hicieron acerca de Él. Críticas con el único fin de alejarlo de su propósito y destruirlo por completo. Pero era el Gran Rey de Israel y en su corazón existía un amor verdadero para enfrentar estas opiniones y no dejar que terminen afectando las promesas de Dios en su ministerio. 

“Cuando aprendo a amar las críticas, vivo en una paz sobrenatural”

Darío Tonetto, pastor, escritor y teólogo.

El amor es la herramienta que termina venciendo toda opinión, pero lo más importante, que termina cuidando mi corazón. A David lo recordamos como el Gran Rey de Israel; y a Saúl, como el hombre al que las críticas lo terminaron matando. 

En fin, las opiniones y críticas serán parte de nuestra vida, pero lo que haga con ellas terminará decidiendo mi destino, la mejor manera es descansar en Cristo y depender de sus promesas eternas.