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¿Qué hacemos cuando permanecer ya no es fácil?

¿Alguna vez sentiste que Dios te llamó, pero en el camino se te hizo pesado seguir?

Como si supieras que Él te eligió, pero a veces te costará mantenerte en pie. A mí también me pasó. Porque el llamado no solo se recibe, se sostiene. Y ahí está el verdadero desafío: permanecer cuando ya no es fácil, cuando el brillo se apaga y solo queda la fe.

Dios no te llamó para que empieces, te llamó para que termines.

¿Qué significa permanecer en el llamado?

No es resistir por orgullo, es seguir por amor.
Permanecer no siempre es avanzar, a veces es seguir creyendo cuando todo parece quieto.
• Cuando orás y no ves resultados, pero igual confías.
• Cuando servís sin aplausos, pero seguís fiel.
• Cuando todo cambia, pero tu corazón no cambia de dirección.
Permanecer es decir: ‘Aunque no entiendo, sigo confiando en Ti.’”

¿Qué cosas me intentaron sacar del camino?

• El cansancio del alma, ese que ni el descanso físico cura.
• Las comparaciones, que te hacen olvidar para qué fuiste llamado.
• Las voces del miedo: “no estás listo”, “no vale la pena”, “nadie lo nota”.
• La frustración de no ver fruto inmediato.
Pero aprendí algo:
El enemigo no puede quitarte el llamado, solo puede intentar distraerte del camino.

¿Y cómo se sostiene un corazón llamado por Dios?

No se trata de fuerza humana, sino de comunión constante.
Así aprendí a mantenerme:
Volviendo a la voz que me llamó, más que a las circunstancias que me rodean.
• Recordando que el llamado no se sostiene con resultados, sino con comunión.
• Permitiéndome descansar sin rendirme, llorar sin soltar la promesa.
Volviendo al altar cada vez que el peso me supera.
Porque el secreto no está en ser fuerte, sino en estar cerca.

“Quien cuida su relación con Dios, cuida su llamado sin darse cuenta.”

El llamado no siempre brilla, pero siempre guía

Habrá temporadas de silencio, de espera, de puertas cerradas.
Pero los que permanecen, descubren que Dios no cambió de idea solo porque cambió la temporada.
Él sigue ahí, moldeando tu carácter para lo que viene.
Y cuando el fuego parezca apagado, su Espíritu lo encenderá de nuevo.

“Permanecer no es quedarte por costumbre, es quedarte por amor.”

No te rindas: fuiste llamado para perseverar.

No estás atrás, estás en proceso.
Dios no se olvidó de lo que te habló, solo te está preparando para sostenerlo.
Si hoy estás cansado, no significa que fallaste.
Significa que necesitas volver a apoyarte en quien te llamó.

“El llamado que nace del cielo no se apaga en la tierra.”

Así que seguí, aunque no veas todo claro. Seguí, aunque nadie lo entienda. Seguí, porque el que te llamó sigue creyendo en vos.

Darío Tonetto
Darío Tonetto
Pastor, escritor, teólogo, esposo y amigo. Actualmente pastoreando el Ministerio de Jóvenes junto con mi esposa, en iglesia Tercer Día, que es donde congrego. A la vez dirigiendo el instituto bíblico Corazón Abierto. Soy un creador de contenido a través de las redes sociales con el motivo principal de impactar mi generación y llevarlos a los pies de Jesús.

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