Después de más de dos décadas del estreno de La pasión de Cristo (2004), Mel Gibson ha comenzado la producción de su secuela, La resurrección de Cristo, y una de las decisiones más comentadas del rodaje ha sido el reemplazo del actor que interpretará a Jesús.
El papel que en la cinta original encarnó Jim Caviezel, será asumido ahora por el actor finlandés Jaakko Ohtonen, conocido por su participación en The Last Kingdom. Con esta elección, Gibson busca renovar el enfoque visual y narrativo de la historia, que retomará los acontecimientos tres días después de la crucifixión.
Un cambio necesario para una nueva etapa
Según fuentes cercanas a la producción, la decisión de reemplazar al elenco original se debió al paso del tiempo desde la primera película, ya que el rejuvenecimiento digital de los actores habría implicado costos elevados y un resultado visual poco natural.
Además, Gibson pretende ofrecer una mirada fresca sobre la figura de Cristo resucitado, explorando con mayor profundidad el misterio de la vida después de la cruz. El director reconoció que la historia de la resurrección “es mucho más compleja de lo que la gente cree” y adelantó que su nueva película abarcará desde “la caída de los ángeles hasta la muerte del último apóstol”.
Un elenco completamente renovado
Junto a Ohtonen, la actriz cubana Mariela Garriga (vista recientemente en Misión Imposible) interpretará a María Magdalena. El elenco se completa con Kasia Smutniak como María, Pierluigi Pasino en el papel de Pedro, Riccardo Scamarcio como Poncio Pilatos y Rupert Everett, quien tendrá una participación breve pero significativa.
La filmación se lleva a cabo en los estudios Cinecittà de Roma y en varias localidades del sur de Italia, como Matera, Ginosa, Altamura y Gravina Laterza. Gibson dirige la película y firma el guion junto a Randall Wallace, con la producción de Bruce Davey.
Estreno y expectativas
La primera parte de La resurrección de Cristo se estrenará el 26 de marzo de 2027, mientras que la segunda llegará a los cines el 6 de mayo del mismo año.
Con esta nueva producción, Mel Gibson busca ofrecer una visión más espiritual, simbólica y teológica del evento central de la fe cristiana: la resurrección de Jesús. El cambio de actor no solo marca un relevo generacional, sino también una invitación a redescubrir el poder transformador de la victoria de Cristo sobre la muerte.



