Nigeria se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ser cristiano, según diversas organizaciones de derechos humanos. Desde 2009, más de 52.000 cristianos han sido asesinados en ataques de extremistas y grupos armados, y solo en lo que va del año se registran más de 7.000 muertos y miles de secuestrados. Además, más de 19.000 iglesias han sido destruidas y millones de creyentes se han visto obligados a huir de sus hogares.
A pesar de la magnitud de esta crisis humanitaria, la persecución religiosa en Nigeria recibe escasa atención internacional. En un episodio reciente de Real Time (HBO), el presentador Bill Maher denunció:
“Si no sabes lo que pasa en Nigeria, tus medios de comunicación son pésimos. Literalmente están intentando exterminar a la población cristiana de todo un país”.
Violencia contra cristianos en Nigeria
Los ataques se concentran principalmente en el Cinturón Medio y en los estados del norte. Allí, aldeas cristianas enteras han sido arrasadas por Boko Haram, ISIS y pastores fulani militantes. Los extremistas irrumpen en comunidades agrícolas, asesinan hombres, secuestran mujeres y niños, incendian iglesias y destruyen cultivos.
Los testimonios de sobrevivientes revelan escenas devastadoras: familias huyendo de casas en llamas, pastores secuestrados en medio de los servicios religiosos y congregaciones masacradas mientras adoraban a Dios. La Iglesia Católica ha denunciado que más de 100 sacerdotes han sido secuestrados en la última década, muchos de los cuales nunca regresaron.
Falta de acción del gobierno
El gobierno de Nigeria ha prometido investigaciones tras masacres como la de Benue, donde más de 100 cristianos fueron asesinados este verano. Sin embargo, hasta el momento ningún responsable ha sido llevado a juicio. Organizaciones de derechos humanos acusan a las fuerzas de seguridad de actuar con lentitud o de no intervenir.
Actualmente, entre 5 y 12 millones de cristianos están desplazados dentro y fuera del país. Muchas familias que antes trabajaban la tierra viven ahora en campamentos de refugiados, dependiendo de ayuda humanitaria.
Nigeria en la Lista Mundial de Persecución
De acuerdo con Puertas Abiertas (Open Doors), Nigeria ocupa el séptimo lugar en la Lista Mundial de Persecución 2025. El país concentra más del 80 % de las muertes de cristianos en el mundo, lo que demuestra la gravedad de la situación.
Sin embargo, a nivel internacional, la violencia se describe muchas veces como simples “enfrentamientos entre agricultores y pastores”, minimizando la dimensión religiosa del conflicto.
Respuesta de organizaciones cristianas
Frente a esta crisis, diversas organizaciones cristianas trabajan en Nigeria para brindar ayuda de emergencia, apoyo espiritual y reconstrucción de comunidades:
- Equipando a los Perseguidos: asistencia médica, alimentos y apoyo espiritual en menos de 24 horas después de un ataque.
- Open Doors: ayuda de emergencia, consejería para traumas y defensa de los cristianos perseguidos.
- International Christian Concern: asistencia humanitaria, defensa legal y reconstrucción de aldeas.
- La Voz de los Mártires: distribución de alimentos, Biblias y atención médica junto a iglesias locales.
- Global Christian Relief: apoyo humanitario y sensibilización mundial sobre la persecución en Nigeria.
“Su resiliencia es más que un testimonio: es un llamado”, señaló Brian Orme, director de Global Christian Relief. “Es una invitación a orar con más fervor y a recordar que nuestra fe es parte de algo mucho más grande y eterno”.
Cómo ayudar a los cristianos perseguidos en Nigeria
La persecución cristiana en Nigeria representa una de las mayores crisis humanitarias actuales. Ante esta realidad, los creyentes del mundo tienen la oportunidad de orar, levantar la voz y apoyar a organizaciones cristianas que trabajan directamente con las comunidades afectadas.
Aunque los cristianos en Nigeria enfrentan violencia, pérdidas y desplazamiento, su fe permanece firme. Y el apoyo de la iglesia global puede recordarles que no están solos.istianos nigerianos que enfrentan amenazas diarias, recordándoles que no están olvidados.