¿Alguna vez te preguntaste si estás donde Dios quiere que estés?
Yo también me lo he preguntado. A veces uno hace, corre, trabaja, sirve y en el fondo siente que algo falta. Hoy quiero hablarte de algo que le da sentido a todo: el propósito de Dios para tu vida.
Dios no improvisó contigo
Vos no fuiste un error, ni un accidente. Antes de que nacieras, Dios ya tenía un diseño pensado para vos. Un propósito eterno, lleno de sentido, que va más allá del éxito o del reconocimiento.
“Dios no improvisa con tu vida; Él diseñó tu propósito antes de que nacieras.”
“Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras” (Efesios 2:10)
Yo no sé qué estás atravesando hoy, pero quiero que sepas algo: tu vida tiene dirección divina, aunque a veces no lo veas. Dios sigue trabajando, incluso en silencio.
Cuando vivís en el propósito, algo cambia
Cuando empezás a caminar en lo que Dios pensó para vos:
• Tenés paz, incluso si no tenés respuestas.
• Encontrás alegría en obedecer, no sólo en lograr.
• Sentís que lo que haces bendice a otros, no solo a vos.
“El propósito de Dios no siempre te lleva al lugar más alto, pero sí al lugar más eterno.”
¿Qué me desenfocó a mí (y quizás también a vos)?
• Compararme con otros.
• Dudar de mí mismo.
• Querer tener el control.
• Tratar de ganar amor con obras.
“Nada es más frustrante que tener éxito en algo que Dios nunca te pidió”
¿Y entonces? ¿Cómo empiezo a vivir ese propósito?
Dios no te lo va a gritar, pero sí te lo va a mostrar si lo buscás con el corazón.
Esto me ayudó a mí y puede ayudarte a vos también:
1. Hablá con Dios. Abrile el corazón. Él quiere guiarte.
2. Obedecé lo que ya sabés. No esperes “la gran revelación” si no estás haciendo lo básico.
3. Aceptá el proceso. A veces el desierto también es parte del propósito.
4. Rodéate de gente que te empuje hacia lo eterno.
5. Confía en que lo que hoy no entendés, mañana va a tener sentido.
“Tu propósito no empieza cuando todo se alinea. Empieza cuando decís ‘sí’ aunque nada tenga sentido.”
Ser, más que hacer
Hoy entiendo que mi propósito no es solo hacer muchas cosas. Es ser quien Dios quiere que sea. Es reflejar a Cristo, amar como Él, caminar como Él, vos también podés vivir así.
“Dios no está buscando gente famosa; está buscando gente fiel”.
No estás perdido, estás en proceso.
Y si hoy decidís rendirle a Dios tus pasos, aunque no tengas todo claro, te aseguro algo: vas a encontrar el camino, porque Él es el camino.