Cómo una escena en La Pasión de Cristo transformó la vida del actor Pietro Sarubbi para siempre.
La interpretación de Barrabás fue un antes y un después en la vida de Pietro Sarubbi. En medio de un rodaje intenso, los ojos de Jesús, llenos de ternura y compasión, lo llevaron a una experiencia espiritual que marcó un nuevo comienzo.
Pietro Sarubbi era un actor con una carrera sólida en el cine italiano, conocido por su presencia en la pantalla y su personalidad carismática. Sin embargo, cuando Mel Gibson lo seleccionó para interpretar a Barrabás en La Pasión de Cristo, su vida tomaría un giro que nunca imaginó.
Barrabás, un criminal liberado en lugar de Jesús, es un personaje que encarna la injusticia y la gracia. Para Sarubbi, este rol no era simplemente un trabajo actoral más, sino el punto de partida de un profundo viaje espiritual. Según ha relatado en numerosas entrevistas, el momento que cambió su vida ocurrió durante la filmación de una de las escenas más emblemáticas: el intercambio entre Barrabás y Jesús frente a la multitud.
El impacto de una mirada
En esa escena, Jesús, encadenado y golpeado, es presentado ante Pilato junto a Barrabás. La multitud grita pidiendo la liberación del criminal, mientras Jesús es condenado. Sarubbi recuerda que, mientras interpretaba a Barrabás, se preparó para actuar con dureza y arrogancia, como un hombre que se burla de la situación. Sin embargo, lo que vivió fue muy diferente.
Al cruzar su mirada con la de Jim Caviezel, quien interpretaba a Jesús, Pietro sintió algo que no podía explicar:
«Fue como si él no actuara, como si realmente me mirara Jesús mismo. Había una compasión y una ternura en sus ojos que me desarmaron completamente. En ese momento, dejé de ser Barrabás. Era Pietro, y Dios me estaba mirando.»
«No fueron palabras, fue su mirada,»
Asegura Sarubbi.
Ese instante fue un despertar para el actor. Según él, no fue simplemente una emoción pasajera, sino una experiencia espiritual que lo marcó profundamente. «Esa mirada me atravesó. Me hizo darme cuenta de que había vivido muchos años sin entender quién era Jesús realmente,» compartió Sarubbi.
A partir de esa experiencia, Pietro comenzó a replantearse su vida. Aunque había crecido en un contexto cultural cristiano, su fe era superficial, limitada a tradiciones y costumbres. El impacto de La Pasión de Cristo lo llevó a un camino de búsqueda espiritual.
El actor se acercó más a la Iglesia, comenzó a estudiar las Escrituras y, con el tiempo, se convirtió en un ferviente defensor del mensaje de Jesús. Sarubbi encontró en su testimonio una manera de inspirar a otros a acercarse a Dios. Ha escrito libros donde relata su experiencia y participa en eventos compartiendo cómo ese encuentro transformó su forma de ver la vida.
Una de sus reflexiones más poderosas es sobre la importancia de reconocer a Cristo en los ojos de los demás. “Todos los días nos cruzamos con personas que necesitan una mirada de compasión, como la que Jesús me dio ese día. Si podemos verlo en ellos, podemos empezar a cambiar el mundo,” afirma.
La ternura de Cristo
En sus charlas, Sarubbi enfatiza la ternura de Cristo como un aspecto central de su personalidad. “No es un Jesús distante, ni alguien que señala con dureza nuestros errores. Es un Dios que se acerca con amor, que nos mira con una ternura capaz de derribar nuestras barreras más fuertes,” explica.
El actor señala que el mundo actual necesita recuperar esa perspectiva de Jesús: una figura no solo divina, sino profundamente humana, que comprende y abraza nuestras fragilidades. Para Sarubbi, su experiencia en La Pasión de Cristo fue un recordatorio vivo de esa realidad, algo que lo impulsa a reflejar esa misma ternura en su vida diaria.
La historia de Pietro Sarubbi nos desafía a mirar más allá de lo superficial y a encontrar a Cristo en los ojos del prójimo. Su testimonio nos recuerda que Dios se revela a través de gestos sencillos pero poderosos, como una mirada llena de compasión.
Cada día, estamos rodeados de personas que llevan en sus rostros una oportunidad para ver la imagen de Cristo. Como dice el propio Pietro: “Si aprendemos a ver a Jesús en los demás, nuestra fe dejará de ser solo palabras y se convertirá en acción.” Porque, como lo expresó Mateo 25:40: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
La transformación de Sarubbi nos recuerda que la ternura de Cristo es un poder restaurador. Es un llamado a reflejar ese mismo amor en nuestras vidas, impactando a quienes nos rodean y mostrando que, en el rostro del otro, siempre podemos encontrar al Salvador.