Pablo, escribe la segunda carta a la Iglesia de los Corintos unos meses después de haberle enviado la primera carta.
Resulta que Tito le había traído buenas y malas noticias sobre la iglesia. La noticia buena era que la primera carta fue aceptada por muchos cristianos, y se habían arrepentido de su inmoralidad.
Pero las malas noticias eran que habían llegado a la iglesia falsos apóstoles “maestros que enseñaban que el Evangelio no trae ni sufrimiento ni tribulaciones, sino que trae muchas bendiciones, y el que pasa por adversidades es porque Cristo no está con esa persona”.
Esto había confundido a gran parte de la congregación, porque era todo lo contrario al Evangelio que Pablo les enseñó, y algunos comenzaron a dudar del Apóstol Pablo, porque claro, el mensaje de estos falsos maestros era más fácil de aceptar.
Entonces Pablo en esta carta va a tratar 3 temas:
A. El ministerio de la Reconciliación de la Iglesia de Cristo: En los primeros siete capítulos Pablo describe la gloria del mensaje del evangelio y sus experiencias como ministro de Jesucristo.
B. Generosidad de Dar: En el capítulo 8 y 9, Pablo emprende una campaña de recolección de fondos para la iglesia en Jerusalén, afectada por la pobreza.
C. Defensa de su apostolado: En los últimos cuatro capítulos se defiende contra los miembros de la iglesia que rehusaron reconocer su autoridad como apóstol y líder. En medio de todo esto surge una lección poderosa: ¡En tu debilidad descubres el poder de Dios!
O.T Viendo todo este panorama yo solo quiero enfocarme en como Pablo describe la gloria del mensaje del evangelio y todo tiene que ver con la revelación de Jesucristo, en cómo alguien puede ser transformado en esa experiencia con El.
1. SOMOS TRANSFORMADOS PARA VIVIR EN LIBERTAD
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
2Co. 3:17
¿Por qué Pablo les menciona esto? ¿a qué se refiere?
El apunta a que los cristianos todavía querían seguir leyes del antiguo pacto, la ley contenía 613 normas de las cuales eran imposibles de cumplir. Estos maestros falsos habían hecho del Evangelio un conjunto de reglas para alcanzar la salvación, para que Dios los bendiga y no se aparte de ustedes y todo les vaya bien “tenían que hacer ciertas cosas.”
Pero esa no es la forma de vivir el evangelio, en primer lugar recibimos una libertad y fuimos hechos ciudadanos de un nuevo reino, y esto fue por gracia, es igual a la libertad que recibía un esclavo cuando su amo lo liberaba, no porque se lo merecía, sino porque a su amo le placía hacerlo.
Hoy en día pasa algo similar en nosotros, pensamos que tenemos que hacer muchas cosas para que Jesús nos ame más.
Entonces nos llenamos de muchas actividades, y mostramos una vida perfecta, que no es otra cosa que un maquillaje para tapar todas nuestras debilidades, y callamos lo que nos pasa, nadie sabe con lo que luchamos en lo oculto de nuestro corazón.
Eso es peligroso, Satanás está usando una de sus armas muy letales en estos últimos años.
Hay un estudio que leí hace poco, que revela datos actuales acerca de los problemas de salud mental que los adolescentes están atravesando debido a la pandemia del 2020, el sentimiento de soledad fue brutalmente desencadenado en depresión, ansiedad, autoflagelo, y hasta el suicidio.
En los últimos años los casos subieron a un 47% y hospitales como el Garrahan, en Argentina, que tratan temas de salud mental juvenil han detectado que cada vez los pacientes tienen menos de 13 y 12 años.
«Satanás quiere aislarte, dejarte solo, quiere que finjas, de esa manera quiere destruirte y lo está haciendo con esta generación».
EJEMPLO, NO SPOILERS
“Hay una película que se llama “Un lugar en el silencio” y trata sobre una invasión extraterrestre, donde al llegar a la tierra matan a un montón de personas, hasta que se dieron cuenta que los extraterrestres eran ciegos y solo eran atraídos por el ruido.
Así que los ciudadanos tuvieron que aprender a vivir en silencio para sobrevivir, una vida triste, sin poder hablar, gritar, escuchar o hacer música, reunirse con amigos, etc….
Hasta que alguien decide correr el riesgo de hacer ruido, pero un ruido tan estruendoso que al final terminó siendo el arma para matar a esos invasores.
Y de esto se trata la libertad, de poder hablar, de hacer ruido, de no ser esclavos del temor.
2. SOMOS TRANSFORMADOS POR UNA NUEVA NATURALEZA
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
La frase “somos transformados” es una palabra griega compuesta “METAMORFO”.
META: Es un cambio de lugar y condición.
MORFO: Forma.
Esta palabra se refiere a un “cambiar la propia forma”, “CAMBIO DE FORMA”
Por ejemplo, se usa esta palabra en Mt. 17:2; Mr. 9:2 donde se relata “la transfiguración de Jesús”, cuando Jesús tenía una charla con Elías y Moisés y lo presenciaron 3 de sus discípulos.
También se utiliza en Ro.12:2 NVI
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”
La metamorfosis es una transformación irreversible, un fenómeno que ocurre en la naturaleza de ciertos animales. La vemos en algunos animales como la libélula, la mariposa y las ranas.
Normalmente, los animales sufren cambios estructurales y fisiológicos durante el desarrollo embrionario. Pero lo que hace diferentes a los animales que sufren metamorfosis, es que éstos cambian luego del nacimiento.
Estos cambios son distintos a los que ocurren por el crecimiento (cambio de tamaño y aumento de células), ya que en estos, el cambio se da a nivel celular. Estos cambios drásticos en la fisonomía habitualmente implican también un cambio en el hábitat y en el comportamiento de las especies.
Y esto es lo que nos sucede a los cristianos, una metamorfosis espiritual, un cambio de naturaleza, un nuevo nacimiento.
«Nadie puede ser transformado por sí solo, nuestra vida necesita ser transformada NO MEJORADA, nuestra carne no tiene reparo, hay que tirar el árbol abajo y empezar de cero».
Dios se propone matar con la cruz todo aquello que en mí sigue vivo, para darme una nueva vida: para darme a Cristo. Pero si yo no permito la obra de la cruz en mi vida, y dejo que esas cosas oscuras en mi sigan estando ahí, es muy probable que satanás se aproveche de mi carne viva y termine devorando él lo que tendría que haberse muerto en la cruz.
Ambas cosas describen un escenario peligroso y doloroso, la única diferencia es que una de esas muertes es la que me trae vida, mientras que la otra solo me traerá ruina.
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.