En nuestro medio registramos innumerables ministerios y organizaciones cristianas que salen fuera de las cuatro paredes para comunicar el Evangelio a quienes lo necesitan.
En este caso, vamos a conocer la historia de “Come Lord”, una iglesia en Paraguay que hizo historia en Asunción por el increíble testimonio que va desde una congregación edificada en el lugar que desde hace 65 años fue el Burdel más conocido de la capital, hasta jóvenes que se acercaron a la iglesia a través de la plataforma de Tinder.
Este ministerio no solo sale de las cuatro paredes, sino también de la estructura de la iglesia convencional. Sin tergiversar el Evangelio y la idea congregacional que la Palabra establece como Iglesia, ellos cuentan con formatos de reuniones abiertas a la comunidad en el que no solo escuchan la Palabra, sino que comparten sobre música, arte, espacios recreativos y una actividad juvenil que pisa fuerte, preparando la mesa para que aquellos que quizás no entrarían a una iglesia tradicional, puedan encontrarse con Jesús en sus encuentros.
La Corriente dialogó con Diego Lopez, pastor de Come Lord, quien nos compartió un poco de su historia:
“La iglesia empezó en una tienda de calzado”, comenzó a relatar él, “además teníamos reuniones tipo células en las terrazas de edificios, en donde agarrabamos una guitarra y compartíamos un tiempo de reunión juntos. En el 2021 habíamos iniciado las reuniones. Tuvimos siempre la pasión de poder llevar el evangelio a las personas urbanas, que quizás nunca pisarían una iglesia tenemos un lema que es que ‘la Iglesia tienen que estar en frente de las Puertas del infierno para poder ser luz’”, continuó Diego.
Ellos se pusieron como objetivo poder establecer la congregación en un edificio que antiguamente haya sido o un bar, o un Karaoke, y que pueda ser un espacio para ser iglesia, pero que también rompa con el estereotipo de construcción tradicional de iglesia.
“En esos inicios, aún sin tener un lugar donde juntarnos, igualmente nos juntábamos continuamente a orar, salíamos a evangelizar a las calles y a los barrios. Hacíamos oraciones nocturnas, salíamos desde las 12 de la noche hasta las 4 de la madrugada a orar por las plazas, en lugares estratégicos, pudiendo llegar a gente con adicciones, con prostitución”. Nos cuenta Diego, “no se nos estaban dando las oportunidades para poder tener nuestro espacio, nos rechazaban las propuestas y también teníamos muchas trabas para avanzar”, recordó él.
“Se nos dio un lugar por el que veníamos orando mucho, que durante 65 años años funcionó como el prostíbulo más concurrido de Asunción. Y aunque teníamos todo, nos rechazaban, era increíble. Hasta que un día recibimos una llamada de un propietario que se había enterado de nuestra búsqueda por un lugar para nuestras reuniones y nos dijo ‘tengo una propiedad que me gustaría que ustedes entren, lo que si anteriormente era un prostíbulo ¿No tienen problema?’ Cuando yo le pregunté por el lugar y dirección, era exactamente el lugar al que nos estaba costando acceder”, contaba Diego emocionado.“Así que convertimos lo que había sido por entonces un lugar en donde se realizaban actividades pecaminosas en una iglesia”.
“Cuando entramos era en un sótano chico, que nosotros decíamos que más que un lugar físico era un lugar espiritual, porque entrar en lo que siempre fue un prostíbulo era de mucha lucha. Cuando entré a ese lugar vi en un lugar una estatua del ídolo Bumba, y entendí que ahí mismo debía levantar el púlpito”, recordó el pastor.
El hecho fue tan impactante que las tapas de los diarios locales contaron la noticia de que una iglesia se iba a formar en el lugar en el que una vez se ejercía la prostitución. Esto llegó a boca de todos y con el paso del tiempo el espacio quedó chico. Muchas personas se acercaban a la Iglesia y terminaban formando parte de la comunidad, por lo que decidieron mudarse a un lugar más grande.
Los viernes, la iglesia tiene su reunión de jóvenes y los domingos tienen sus reuniones generales, pero también cuentan con los Free Night (Noche Libre), que son los días sábados, en los que salen a las calles a evangelizar e invitan a las personas a comer algo dentro de la iglesia, jugar al pool, y escuchar buena música que va desde estilos de reggae hasta rock, para poder compartir un tiempo en el que no cuentan con un predicador, sino que Jesús es expresado en las relaciones personales y la amistad.
Esta congregación decide tener reuniones presenciales los días viernes y domingos ¿Por qué viernes? Diego nos contó que en Asunción, el mayor movimiento está los días viernes por la noche en la calle, con cientos de personas que salen de sus trabajos en busca de algún bar o lugar para despejarse. Es ahí donde Come Lord abre sus puertas y con una impronta artística bien adaptada a los jóvenes logra llegar a muchos que vienen sin esperar encontrarse con Cristo. “Una frase que repetimos es ‘como buen pescador, hay que ir donde hay peces’”, nos compartió Diego.
Con el objetivo de poder ser luz en los espacios en donde nadie quiere estar, además de su gran trabajo en las distintas zonas de la ciudad, también cuentan con un usuario en la app de Tinder. En esa plataforma muchas personas se mueven para tratar de llenar vacíos relacionándose con otros para tener encuentros “casuales” y esta peculiar manera de formar parte de los usuarios de Tinder consiguió que muchos se hayan encontrado con el Señor.
“Empezamos a entrar en Tinder a evangelizar. Todas las mañanas escribimos unas palabras de ánimo e invitamos a gente a venir a las reuniones”, nos dice el Pastor, “Muchos nos dijeron que no podían creer que estaban recibiendo este tipo de cosas en Tinder, y para la gloria de Dios tres personas con inclinaciones sexuales, que estaban navegando por la plataforma con otros objetivos, decidieron entregarse a Cristo. Se acercaron a la iglesia en donde encontraron contención y un espacio para confesar el abuso que habían recibido y ahora forman parte de la comunidad viviendo una vida entregada al Señor”.
Ellos trabajan con mapeos de toda la ciudad para poder entender qué tipo de personas se mueven en cada lugar, en los bares y clubs. Así, de esta manera, pudieron llegar a comunicar el mensaje del Evangelio a personas que luchan con adicciones y que van a aquellos lugares a tratar de llenarse con cosas vanas que solo traen más vacío. También pueden acercarse a transexuales y homosexuales que rechazaban la idea de entrar en una iglesia o escuchar de Dios, sin intención de atacar o insistir en cambiar lo de afuera, sino mostrar a aquella persona que lo llena todo en todos.
En nuestro medio nos encanta hablar de aquellos hermanos que salen de la estructura que nosotros mismos creamos, para poder llevar a Cristo a cada rincón, ya sea físico o virtual, a través de redes sociales o nuevos espacios que se abren en estos tiempos.
Come Lord continúa con sus puertas abiertas para recibir a todos aquellos que necesitan no solo escuchar una palabra, sino experimentar a Jesús en el otro a través de juegos, música y actividades recreativas. Muchas cosas sucedieron a través de estos 3 años que tienen como congregación y muchas más sucederán si continúan predicando el Evangelio de la manera en la que lo hacen, metiéndose en aquellos lugares en los que nadie quiere y muchas veces no pueden acceder.