Un equipo cristiano de Argentina prepara viajes para jóvenes que finalizan el secundario, con el fin de vivir una experiencia inolvidable, sana y conocer a Cristo.
Hoy en día la frase “viaje de egresados” puede preocupar a algunos padres. Desde siempre los viajes de finalización de la secundaria son símbolo de descontrol y suelen inquietar no solo a los adultos sino también a aquellos adolescentes que prefieren cerrar esa etapa con un viaje lleno de vivencias sanas.
Daniel y Mónica Mettler empezaron a orar con carga por los jóvenes cristianos que terminaban la secundaria y no se les ofrecía nada más que un campamento o un retiro personal.
Es por esto que en 2013 iniciaron “Wake up”, “una empresa y ministerio cristiano con una propuesta diferente y una dinámica que apunta a disfrutar de una diversión sana, conservando los valores cristianos, sin dejar de vivir momentos únicos e inolvidables”. Esta idea surgió como producto de 5 años de oración, que comenzó en el año 2008.
El matrimonio quedó conmovido cuando vieron que su hija Marián había decidido no realizar ningún viaje, debido a que no había podido encontrar ninguna propuesta acorde a su mirada apoyada en los valores bíblicos.
“Veíamos reflejados en muchos jóvenes como ella que se sentían mal por no haber una respuesta en esta etapa para sus vidas cuando egresaban”, nos compartieron en exclusiva ellos, “en el 2013 cuando Marián nos comentó que había renunciado a su viaje y se sentía mal porque no había nada para jóvenes cristianos de viajes a Bariloche. En ese momento entendimos que había que poner acción a las oraciones”, agregaron.
Ahí fue cuando decidieron juntarse con la familia Acuña, un matrimonio amigo con el que coincidieron rápidamente con la misma carga y entendieron que debían unirse para llevar este propósito adelante como ministerio. Y fue así como ese mismo año dieron inició a este proyecto.
“Entendemos que ser cristiano es también súper divertido y que nuestros jóvenes tienen que vivir a un Cristo que cambia realidades”, nos compartieron los fundadores, “buscamos contagiar a otros jóvenes a que puedan experimentar a Cristo en sus vidas”.
El nombre “Wake Up” significa «despierta» y eso es precisamente lo que buscaban ellos, que “los jóvenes despierten a vivir una vida diferente y experimenten un Cristo divertido, amoroso, paternal que cambia sus vidas”.
Hoy este grupo está integrado por colaboradores que con entusiasmo y amor acompañan a los adolescentes egresados en estos viajes llenos de actividades divertidas, paisajes paradisíacos, y amigos que convierten todo ese ambiente en el espacio ideal para que aquellos que no conozcan a Cristo puedan hacerlo y quienes ya lo conocen puedan encontrar un crecimiento en Él.
“En una etapa de cierres y de aperturas en un montón de cosas como la que ellos viven. ¿Qué mejor que hacer esto teniendo a Dios presente?”, nos dijo Leo Elorza, coordinador general de Wake Up, “El objetivo que buscamos es que los chicos vivan una experiencia donde puedan disfrutar sin necesidad de excesos, sin necesidad de tener que exponerse a un ambiente en donde se rodeen de cosas que van en contra de Dios, para pasar ese último año con sus amigos”, agregó
El objetivo de Wake Up en definitiva es encontrarse con Dios en toda su plenitud, donde experimentan diversión, en un contexto como lo es Bariloche, al sur de Argentina, rodeados por la naturaleza y actividades al aire libre que también hablan de este Dios amoroso y creativo.
Son muchos los estudiantes que deciden optar por esta propuesta y quizás hacer la diferencia de lo que hoy en día representa un “viaje de egresados”. Lo más sorprendente es que no solo asisten chicos cristianos, o de familias cristianas, sino también adolescentes que no conocen a Dios.
Leo Elorza nos compartió que: “este ministerio genera un montón de reacciones. Tanto en los chicos como en las familias, y la tranquilidad es una de ellas. Las distintas promociones vuelven y comparten en sus casas lo que vivieron. Porque no se trata de un campamento o retiro espiritual, sino específicamente un viaje de egresados y está planteado de forma tal de que ellos puedan disfrutar sin necesidad de comprometer, arriesgar o transgredir los principios y valores que Dios nos da”.
Leo nos cuenta que muchas veces en los hoteles, chicos que se encuentran en su viaje de egresados con otras empresas, quedan impactados cuando ven que el grupo Wake Up no va a los boliches y son numerosas las veces que decidieron quedarse en el hotel y hasta llegar al punto de abrir su corazón, quebrarse y recibir oración de los jóvenes de Wake Up.
“Wake Up impacta muchísimo a los lugares a donde vamos. Casi siempre salen charlas sobre el por qué los chicos decidieron cerrar la etapa de esta forma”, nos dice el coordinador, “hay personas del hotel que terminan asistiendo a nuestros devocionales, hemos visto también adolescentes e instructores entregarse a Dios por medio de los chicos con charlas”, nos comparte.
“El ver a un Dios amoroso y poderoso en acción es un impacto que sacude a los chicos”.
El anhelo de Wake Up es poder bendecir a esta generación y acompañarlos como un espacio más que trabaja a la par de iglesias y organizaciones de ministerios apuntando a expresarles que puedan vivir una vida sencilla, sana, íntegra y a la medida de Jesús.