En Buenos Aires, una de las zonas más oscuras y peligrosas de la provincia es la Plaza Garay, ubicada en el sur de Capital Federal, Buenos Aires, Argentina. Por este parque pasan millones de personas diariamente para dirigirse a los diferentes puntos de la ciudad, ya que cerca a esta plaza se encuentra la estación de Constitución, que conecta con decenas de puntos en la zona sur de la provincia.
Pero así como durante el día la concurrencia es multitudinaria, cuando llega la noche el lugar se vuelve desértico e inseguro, ya que al tornarse oscuro los delincuentes aprovechan la oportunidad para delinquir a los trabajadores que llegan a la estación de tren para regresar a sus hogares, sumado a las personas en situación de calle que llenan la plaza y sus alrededores.
En este contexto, una luz en medio de este parque se torna inspiradora y admirable. Thomas Gonzalez se dedica a llevar comida y evangelizar a los más necesitados en este lugar tan concurrido y peligroso de Capital Federal.
“Yo tenía un sentir de ayudar a gente en situación de calle en el barrio de Once (otro barrio de Buenos Aires), pero un punto importante es que no se me ocurrió a mí o al equipo, sino que fue un sentir de nuestro pastor Osvaldo Carnival, el poder estar en el barrio de Constitución ayudando a la gente en situación de calle”, compartió Thomas.
Aunque el fin principal era evangelizar, primero se lleva comida para llamar la atención y ayudar a las personas: “le di mi propia impronta de predicar el Evangelio y me pregunté ¿cómo podíamos congeniar la ayuda social con la predicación del Evangelio? Entonces todo desembocó en esta actividad que estamos haciendo”, explicó Gonzalez.
¿Cuándo comenzó todo? El 15 de julio del 2023 fue el primer encuentro en la Plaza, donde se sirvió mate cocido y medialunas con 20 personas que se acercaban para hacer fila, y muchas acabaron convirtiéndose.
Thomas nos explica que esta actividad luego fue creciendo y tomando dimensión hasta el día de hoy, “creemos que esto tiene que seguir creciendo, no es la meta, pero se va a alcanzar cuando toda Constitución sea alcanzado por el evangelio, cuando las calles estén vacías de gente alcohólica, de personas drogándose. Cuando las calles estén vacías de prostitutas, ahí es cuando vamos a decir ‘se logró el fin, el Evangelio fue plantado, regado y dio frutos en este barrio’. Así que seguimos creyendo que cosas más grosas tienen que empezar a pasar”.
El crecimiento de todo lo que Thomas junto a su equipo realiza en la Plaza, se divide en tres tipos de tareas, la principal se da los sábados al mediodía hace más de un año. “No importa si llueve, ni el frío, siempre estamos ahí. Si llueve, ponemos carpas, los sábados consta en dar 220 viandas de comida a la gente, no solamente en situación de calle, sino a los vecinos del barrio de Constitución, donde se ponen las sillas, se arma un sistema de sonido, se comparte el mensaje, una prédica y hay un tiempo de ministración y oración. Se ve a una gran cantidad de personas siendo libres, gente recibiendo sanidad y esa es la tarea principal. Siempre vienen unas 250 personas aproximadamente, porque hay gente que no viene a comer, sino que viene de Ezeiza, del barrio cercano, y de diferentes puntos a escuchar solamente el mensaje”.
Después, todos los martes, hace más de medio año que comenzó la Escuela Bíblica, que son los primeros pasos del creyente. Los miércoles realizan cultos, “donde ya le damos más formalidad a la iglesia que se está iniciando. Hicieron un retiro espiritual donde asistieron 40 personas para ser transformadas por Dios”.
Por otro lado, Thomas explica que se hizo un bautismo en la plaza, donde 50 personas fueron sumergidas en las aguas. Luego tuvieron un segundo bautismo de 20 personas más, en total unas 70 personas fueron bautizadas en lo que va de este tiempo.
Todo este trabajo, Thomas lo realiza junto a su propio equipo en conjunto con Catedral de la Fe, “siempre trato de sumar nuevos ministerios, gente nueva que viene de diferentes congregaciones y que apoyan las actividades. La idea es traer a todos y construir esto con el cuerpo de Cristo juntos”.
La unidad es el secreto, y Thomas reflexiona sobre esto, es algo que se abre a todas las iglesias. Si quieren venir iglesias de Constitución, de la Boca, San Telmo, o de cualquier lugar a apoyar esto, son más que bienvenidas, porque el fin es predicar el Evangelio”.