Los cristianos en Japón están aprovechando la gran afluencia de personas por las Olimpiadas de Tokio para intensificar la evangelización y llevar el nombre de Jesús a quienes no lo conocen.
La Iglesia está llena de jóvenes que se visten bien y aprenden las palabras correctas para hablar, las formas adecuadas para decir las cosas y cómo encontrar un fundamento bíblico para cada situación.