Cuando las finanzas están bien administradas, ordenadas y bajo la cobertura de Dios, son herramientas poderosas para alcanzar grandes sueños y conquistas.
Llegamos al final de un año, o comenzamos uno nuevo, y la sensación de haber tenido de todo y no haber logrado nada, aparece más seguido en la vida laboral. ¿Por qué será?