El Señor conocía el final de la historia. La cena de la Pascua profetizaba su muerte, pero Él declaraba con peso de eternidad ¡una cita como ninguna otra!
Una conmovedora reunión de memoria, gratitud y honra tuvo lugar para recordar a los ministros que partieron a causa del Covid-19 y agradecer a Dios la sanidad de aquellos que recibieron el toque de Dios.