Es muy valioso hacer el ejercicio de recordar cómo te acompañó y también como te hubiese gustado que te acompañe, esa madre, en todas las distintas vivencias que atravesaste hasta acá.
¿Alguna vez has tenido la sensación de que no eres suficiente? Por más que intentes, te estires, te canses y vuelvas a intentar, siempre te falta algo.