Dos jóvenes, James Campbell-Wynter y su amigo Angus, decidieron repartir Biblias y evangelizar en el centro de Londres, logrando llegar a miles de personas.
El evento convocó casi el doble de personas que el año pasado. Adultos, jóvenes y familias se movilizaron por Londres en defensa del niño por nacer y realizaron charlas de concientización para no abortar.