En la cultura latina nos han inculcado la creencia de que esta es una última opción para las familias que no pueden tener hijos biológicos o, en algunos casos, un acto de caridad.
Hoy quiero contarte la historia de un chico con un gran llamado, él es servicial, compañero, en la iglesia lo conocen por siempre estar activo y no perderse ni una sola reunión.
Siempre tendemos a valorar más a aquel que está que a aquel que no está. Porque el estar tiene un mensaje implícito: me comprometo. Te amo en palabras y también en hechos.
La vida cotidiana pone a la familia en un proceso de mutuo aprendizaje continuo, en medio de los cambios sociales que van dando forma a estos sujetos en formación que son los niños y niñas.
Ser padres nos recuerda más sobre Dios, su fidelidad y amor para con nosotros, por el privilegio y responsabilidad que recibimos para amar, criar, educar y liderar bien a nuestros hijos