SNS se formó en diciembre del 2011 y está compuesta por Jessica Bassi, voz líder; Sebastian «Roker» Wozniuk en Guitarra eléctrica; Matías Ramírez en batería (y líder de la banda) y Javier Resquin en bajo.
Sus canciones tienen un estilo característico del hard rock, melodías que recorren varios cambios de ritmos en un mismo tema, y sin dudas un sonido muy potente en vivo. Tienen dos discos de estudio, «Fuera de Órbita», lanzado en 2016, y «Luchar para Vivir o Vivir para Nada», lanzado en diciembre del 2019; este último fue nominado a los premios Gardel 2020 como Mejor Banda de Rock Pesado/Punk. Además, fue grabado en los míticos estudios Ocean Way, en Nashville, TN, EE. UU. y en Buenos Aires, Argentina.
En la actualidad SNS Rock está trabajando en la producción de su tercer disco de estudio, que será grabado en los estudios de Dave Grohl, líder de Foo Fighters, con lo que serán la primera banda sudamericana que puede grabar en este lugar.
LC: ¿En qué estuvieron trabajando durante este receso que significó la pandemia?
Matías Ramírez: La verdad le dimos mucha importancia al contenido de las redes sociales, subimos muchos video lyric de nuestras canciones, nos enfocamos en grabar todo el material para nuestro tercer disco, hicimos todas las cosas que se podían hacer encerrados, esto nos benefició porque nos dio todo el tiempo para grabar y componer.
No quisimos hacer streaming porque sentíamos que así como no nos generaba nada a nosotros no pensábamos que sumara para el resto. Sí trabajamos en el contenido audiovisual con profesionales. Notamos un crecimiento en las reproducciones y aumentó la cantidad de seguidores, que era importante para nosotros para seguir difundiendo nuestra música.
La mayor sorpresa fue enterarnos de que nuestro segundo disco “Luchar para Vivir o Vivir para Nada” fue nominado a tres premios en tres países diferentes, y eso fue increíble.
LC: ¿Cuáles fueron esas nominaciones?
MR: La primera que supimos fue para los “Premios Gardel”, Mejor Banda de Rock Pesado/Punk, después apareció una nominación a los Monster de México, y al poco tiempo el galardón de República Dominicana. Y fue impactante porque oficialmente el disco nunca lo pudimos presentar, no lo tocamos en vivo ni una sola vez ya que nos agarró la pandemia. Lo habíamos postulado en algunos medios y luego tuvimos las novedades.
LC: ¿De qué va este tercer disco?
MR: Nos interesaba mejorar mucho el audio, no solo en calidad sino en aspectos como, por ejemplo, yo en batería cambio mucho los platos, los redoblantes, intento buscar nuevos sonidos.
Y así cada uno de los músicos que invierten en nuevos pedales, e incluso nuestra voz Jessi está cantando de otra manera que nos encanta. Le está poniendo más roña, más suciedad a su voz, y el resultado fue increíble.
Tratamos de que no sea un trabajo fácil y rápido, le dimos todo el tiempo. Este año quisiéramos tener todo grabado; solo me queda a mí poder tramitar la visa para poder viajar a EE. UU. a grabar las baterías. Consta de diez canciones, que ya están terminadas. En todos nuestros discos tratamos de respetar esa cantidad. Lo aprendimos de las grandes bandas, 8 temas es poco, más de diez en mucho, 10 es la cantidad justa. Al igual que los tiempos de cada tema, con una duración de entre tres minutos y tres minutos y medio. Antes se veían discos de quince o dieciséis temas o de canciones muy largas.
LC: Claro, ¡a lo Dream Theater!
MR: Sí (risas), ¡interminables! y lo que termina pasando es que ves que hay ocho temas bien trabajados y los demás son de relleno. Creemos que diez es un buen número para trabajar profesionalmente a todos.
LC: Bueno es también la posibilidad que dan hoy las plataformas digitales en donde se puede ir lanzando estos sencillos, antes de presentar el disco completo. Darle el tiempo a cada tema en particular. En los viejos tiempos el disco salía de una sola vez, y se hacían conocidos dos o tres temas, los demás pasaban inadvertidos. Hoy se da vuelta esa posibilidad.
MR: Claro, es la posibilidad del single porque es un medidor de cómo lo recibe el público, y te da una pauta de por dónde ir. Es un gran medidor real.
LC: ¿En cuanto a las fechas, hay tentativas para poder tocar el segundo disco?
MR: Sí, probamos en un campamento en el cual nos invitaron para participar y la respuesta de la gente fue súper positiva. Gustó mucho porque la encaramos de manera más comercial, un poco de rock alternativo, y gustó. Se van activando las fechas pero no estamos pensando en cerrar este año con shows, preferimos encararlo directamente para el 2022. Tenemos unas fechas programadas en el Sur para enero y eso va a ser la apertura de todo.
Se abrió la posibilidad de viajar a México, tenemos mucha esperanza puesta ahí. Creemos que es un país que va a marcar un antes y un después en nosotros como banda.
LC: En México son muy consumidores del estilo que ustedes hacen.
MR: Exacto, por eso estamos apostando ahí y a poder tocar el disco afuera.
LC: El trío original persiste desde el inicio, si bien hubo cambios en el rol del bajo, es un gran desafío permanecer; ¿qué crees que logra eso?
MR: Pienso que es porque hay mucho compromiso y se sienten parte del proyecto, éste no es el proyecto “de” sino que es de todos.
Nosotros en diciembre cumplimos diez años de banda y vamos a sacar una reversión de uno de los primeros temas que se llamó “Ser o no ser”; es lindo, porque hay una madurez en la composición y en la forma de tocar y nos encanta poder hacerlo y ver el cambio que hemos tenido y el progreso. Va a ser un festejo por esta década juntos. ¡Les estamos dando una primicia!
LC: La persistencia va más allá del gusto por la música; ¿cuál es el motivo que los impulsa a continuar?
MR: Es lo que llevamos adentro, es la pasión por Dios, por hablar de su amor, de todo lo bien que nos hizo a nosotros y que queremos compartir con el resto. Y además es que somos familia, nosotros como banda, ser familia nos hace seguir. Sabemos que estamos en el camino correcto porque vemos los resultados, vemos el avance, nos desafiamos a más y aun así Dios nos sorprende.