Un día de verano, en enero de 1999, a orillas del rio Limay (Neuquén- Argentina), un grupo de amigos deciden poner hora y lugar para empezar a ensayar algunas viejas canciones con la intención de reversionarlas al ska-punk, estilo que acababan de descubrir. En el 2001 la banda ya está conformada y decidida, dando múltiples conciertos y convocando cada vez a más gente. Tal es así que en el 2005 la revista “Rolling Stone” registra la participación en vivo de la banda en el estadio All Boys de Buenos Aires.

En 2006 Skapaltata lanza “Skaléctrico” disco que coloca a la banda en el plano internacional.

El 2012 los encuentra tocando en el estadio de River Plate, en el marco del Quilmes Rock, y meses más tarde en los míticos estudios ION, donde graban un nuevo disco llamado “La Legión Libertadora”, con Ulises Eyherabide (Rescate) como productor.

En el 2015 pudimos verlos junto a Corto Plazo en La Trastienda, donde conquistaron al público porteño con su alegría y originalidad y un mosh cuidado, gracias a una pequeña tabla de surf en la que el cantante surfea sobre las manos del público que lo sostiene.

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A finales de 2017 graban el disco “Nada que perder” material que la banda lanzó y presentó hasta que el 2020 llegó y trajo con él todas las complicaciones. Aún así, sacaron un sencillo que en el video enfatiza en el alter ego del cantante, siendo superhéroe, siempre con humor y creatividad muy característica de la banda:

En esta nota hablamos con Matías Scialabba, líder y voz de la banda

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LC: Venían de sacar el último disco “Nada que perder” en el 2018, y dando conciertos ¿qué planes truncó la pandemia?

MS: Estábamos girando el disco y además escuchando los consejos que nos decían nuestros amigos, como por ejemplo Corto Plazo, que nos impulsaban a hacer nuestra propia fecha.

Nosotros siempre dependíamos de la agenda de otros, de lo que surgiera. Entonces nos habíamos propuesto muy seriamente el organizar un show en Buenos Aires para presentar el disco nuevo y también a modo de festejo ya que la banda cumplía 21 años, o sea era mayor de edad y la íbamos a emancipar (risas); teníamos fecha en agosto del 2020 para tocar en La Trastienda, y nos agarró toda esta milonga que nos pausó totalmente.

Pensamos entonces hacerlo mediante un show online, aunque tenemos muchos problemas de conectividad en esta parte de la provincia, todavía no estábamos 100% encerrados, por ende, seguíamos pensando en juntarnos y ensayar, buscar dónde hacerlo, y semanas después quedamos todos en cuarentena total, ya imposibilitados de hacer nada.

Ese fue el escenario para repensar qué hacíamos. Refritamos una canción en la que invitamos a algunas personas a participar, pero todo era un poco difícil. Aun así, encerrados, empezamos a escribir canciones que pensamos poder sacar el año que viene. Compusimos y tenemos un estudio acá para grabar y mandar a masterizar en Buenos Aires. Nos enfocamos en hacer material nuevo a pesar de las complicaciones.

LC: ¿Están produciendo el disco ustedes mismos?

MS: Ahora sí, anteriormente tuvimos la posibilidad de tener a Ulises Eyherabide, de Rescate, hoy lo estamos afrontando solos.

LC: Teniendo en cuenta que en la banda son siete integrantes, debe haber sido difícil mantenerlos a todos en el barco frente a las dificultades que la pandemia arrojó sobre cada individuo en particular. ¿Estuvieron a punto de declinar o nunca se puso en duda la continuidad de todos los integrantes? ¿Cuál fue la motivación para continuar?

MS: Tuvimos varias crisis, una vez en 2012, y en diversos momentos, nos sentimos cansados y dudando de seguir. Particularmente hoy, no anhelamos como en otra época vivir de esto (¡si pasara no nos vamos a ofender!) pero hoy no es la prioridad. Nos motiva entender que fluyen canciones y temas para hablar

«Dios sigue mandando letra, entonces mientras tengamos algo para decir vamos a seguir».

Matías Scialabba

Tenemos ese compromiso y nacimos para hacer eso. Una vez a Mollo (líder de Divididos) en una entrevista les preguntaban, por qué no grababan más discos y él respondió: “no tenemos nada para decir, por eso no grabamos”; a nosotros nos pasa lo contrario, y por eso seguimos, al menos nos lo debemos a nosotros. Siempre tuvimos un norte para ir hacia adelante, cuando hubo diferencias, bueno, ahora hace mucho no tenemos diferencias

LC: ¡Es que ni se ven! (risas)

MS: Claro, ni nos vemos, ¡ni tiempo de pelear tenemos! Pero en esos momentos de diferencias fuertes cuando se pensó terminar con la banda, esas personas se corrieron y nosotros seguimos adelante. Tenemos muy claro los para qué estamos tocando, y eso nos hace permanecer unidos.

LC: Es importante destacar que el ska crudo en el país no abunda demasiado, podríamos decir que ustedes son de los más marcados en el género dentro del mensaje cristiano que se transmite. Sin embargo, en el último disco también hay una relación con el rock que pienso busca alcanzar y empatizar con otro público además del que ya los reconoce.

MS: Eso es algo que, no sé si es pecado o no, pero me enorgullece (risas). Es decir, cuando empezamos a tocar, no había otras bandas de ska, más allá de Los Calzones Rotos acá en Argentina, o los Cadillacs, pero en el ambiente no tanto, y nosotros en el último disco por propuesta de los productores nos abrimos al rock, y un poco el plan es volver al ska bien crudo con lo nuevo, que es lo que nos caracterizó siempre y que es lo que más nos gusta.

LC: ¿Las letras del nuevo disco tienen que ver con el aprendizaje que cada uno hizo en este tiempo de pandemia o con qué nos vamos a encontrar?

MS: La verdad es que, de la pandemia en sí, casi nada. Sí hablamos mucho de lo que no hemos podido hacer; hay una canción que habla de la revolución del amor, que no se puede limitar por nada, más allá del encierro. Fue y es un tiempo difícil donde entendimos que teníamos que aprender a hablar de otra manera, tal vez desde la virtualidad, desde las redes. ¡Fue bueno porque tuvimos más notas que nunca! y eso claro que ayudaba a modo difusión, no podemos resignar las redes, no entendíamos del todo su importancia, pero fue un aprendizaje.

“Puntualmente hubo un suceso que me hizo reflexionar y que excede al covid, y es la enfermedad. El año pasado le diagnosticaron cáncer a mi esposa, entonces lo que les afectaba a otros con el tema de la salud a nosotros no nos llegaba, pero nos golpeaba por otro lado”.

Y eso sí me hizo pensar y componer un montón; uno está tranquilo y de pronto las tormentas llegan, y hay que navegarlas. Hay una canción del disco anterior que se llama “Remen que en realidad no fue escrita por ninguna situación en particular, y me acuerdo que mi esposa le regaló esa canción a una amiga que estaba luchando con el cáncer, y luego todas esas cosas se nos vinieron a nosotros.

«Me di cuenta de que Dios nos había regalado canciones anticipando cosas que iban a venir».

Dijo Matías Scialabba

“Entendí que una canción te puede rescatar, te puede salvar el día en medio de un momento difícil, y entendí lo importante que es que sigamos cantando”.

Matías Scialabba

El artista expresa lo que le pasa, y después eso le pasa a un montón de gente que se ve reflejada, creo que eso me movió muchísimo más que la pandemia. Comenzamos a vivir una fe que nunca habíamos tenido. Estábamos muy bien en la teoría, pero en la práctica fue diferente, y nunca la había experimentado.

LC: Es muy importante lo que decís, porque impacta en lo que puede provocar o no una canción en las personas, impacta en la presencialidad donde antes lo veías directamente y hoy tal vez solo te llega un mensaje de agradecimiento.

Esa búsqueda del músico me parece muy válida y empática, si bien uno podría confundir el éxito de una banda con alguna cuestión egocéntrica, de difundir y hacerse conocer, hay una necesidad del cantautor de transmitir un mensaje que lo excede a él mismo, y que necesariamente no se va a quedar conforme si no llega a buen puerto.

Creo que en esta misma situación podría no haberte preocupado la banda, ni gastar tu energía en eso y abocarte a tu propia situación, y hubiera estado bien. Sin embargo, hay una milla extra que se está dando al elegir continuar y compartiendo este mensaje de esperanza y empatía con otros.

MS: ¡Tal cual! de hecho estamos intentando por medio del guitarrista, que es el más joven y el más entendido en todo esto, para que él se ocupe de las redes y así expandir mejor lo que hacemos y lo nuevo. Hay códigos, hay un lenguaje para hacerlo y yo no tengo ese conocimiento, así que descansamos en él, ¡y creo que lo está haciendo muy bien!

LC: ¿Hay intenciones de hacer un recital de regreso acá en Buenos Aires?

MS: Aún no, aunque nos encantaría. Acá en Neuquén todavía está verde el tema, no pensamos un show aún por todo esto, ya que tendríamos espacio reducido, pero sí muy enfocados en el disco. Sí nos hablaron de México y de encarar algo ahí, por unos contactos que tenemos, hay un dinero ahorrado, pero bueno, le estamos metiendo ficha al disco.

LC: ¿El nuevo disco contará con participaciones especiales?

MS: Es un plan, no pensamos en súper estrellas porque a veces te dan bolilla y a veces no (risas) pero sí pensar en amigos, y gente cercana que pudiéramos invitar como Facu Dening (Corto Plazo) o Fila 9, nunca les dijimos, pero si lo charlamos entre nosotros.

LC: Bueno, para terminar, dos cosas: ¿Dónde está la tabla? y, está claro que tienen prohibido cantar “El clan” (el clan de los abrazos). No se puede cantar más, porque los van a denunciar, no cumple con las reglas de distanciamiento social (risas)

MS: ¡Tendríamos un problemón, nos deportan! ¡Vamos a hacer el clan del codito, algo así! (risas)

y la tabla también, no hay manera. Incluso hicimos un show online y teníamos que hacerla, no podía faltar, y me agarraron entre los músicos, entre los seis, ¡eso no lo podemos perder!

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LC: Hay un compromiso físico ahí, porque no hay chances de que subas de peso, si lo haces sería un problema para la gente (risas).

MS: Conservemos la salud del público. Estamos contentos y emocionados con lo que se viene; alegría es la palabra que nos define, y lo que Dios nos regaló para compartir, y vamos por eso.

LC: Gracias por todo lo que nos contaste y esperamos verlos próximamente por la ciudad.

MS: ¡Gracias a ustedes por el espacio!

Mar de Filippo
Periodista. Cofundadora de Duck Movies. En 2010 se avocó a la conducción radial y televisiva. Interés por el ámbito musical .Entrevistas a grandes artistas locales e internacionales. Fue responsable de Prensa y Difusión de Corto Plazo. Actualmente estudia Producción Audiovisual en la Universidad Nacional De Arte (UNA).