mail

Suscribite a nuestro boletín

Ser padres es ser líderes responsables

26 Luego dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los animales que se arrastran por el suelo».

27 Y Dios creó al ser humano a su imagen;
    lo creó a imagen de Dios; hombre y mujer los creó.

28 Y Dios los bendijo con estas palabras: «¡Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los animales que se arrastran por el suelo!».

Génesis 1. 26 – 28 NVI

Desde la hoja uno de la Biblia, Dios nos deja claro el propósito por el cual nos creó y es ser Su imagen y autoridad representativa.

La autoridad, por diseño de Dios, es instrumento de consolación y edificación para preservar la vida de Dios en nosotros, y su propósito multi-generacional puesto en la familia desde el origen.

Es en la familia donde descansa el liderazgo responsable que representa a Dios y le provee en las generaciones el avance de Su propósito.

Somos los padres (papá y mamá como equipo) los responsables de la administración de todo lo que es de Dios, comenzando por los hijos y llegando al planeta entero. Es la familia donde comienza el trabajo local, pero con potencial global: “gobernar sobre la tierra”, como está registrado en Génesis 1.

Líder es la persona y liderazgo es el alcance.

3 Los hijos son una herencia del Señor,
    el fruto del vientre es una recompensa.
4 Como flechas en las manos del guerrero
    son los hijos de la juventud.

Salmo 127. 3 – 4 NVI

«Como en el Génesis, el salmista registra que Dios es el dueño y nosotros los responsables de la administración y el alcance: la flecha llega más lejos que el guerrero, llega a dónde el guerrero no llega».

DAVID FIRMAN

Si hay algún desequilibrio en una persona con autoridad, lo que se pone en riesgo es la institución que administra y representa. Las personas en las funciones delegadas descalifican o validan las instituciones por su carácter representativo.

El poder institucional es de carácter representativo. Cristo nunca perdió la conciencia del nivel de representación del Padre. Creo que es urgente que los padres entendamos esto y asumamos nuestro rol representativo con seriedad.

El hombre redimido debe ser la representación de Cristo, sino, volverá al pensamiento anárquico. Jesús fue nuestro modelo de vida en obediencia al Padre. De hecho, consideraba que hacer la voluntad de Su Padre equivalía a su comida, en otras palabras, a Su supervivencia.

En la expresión “multiplícate» del Génesis vemos que el primer lugar de discipulado como transmisión y multiplicación de la vida de Dios es en las casas, específicamente en el vínculo entre padres e hijos. La Iglesia y la familia son las dos instituciones eternas que expresan el Reino de Dios.

La institución según Dios preserva la vida en la familia. La familia según Dios es un sistema de institucionalidad.

La institucionalidad (normas, deberes, responsabilidades…) es una expresión de familia saludable.

Una institución es una forma de organización social, que cumple una función específica en la sociedad y que obedece a unas normas y una estructura de roles que sus miembros deben respetar para cumplir su misión.

Entendiendo que esto fue diseñado por Dios, todo lo que hagamos en institucionalidad tiene que ser para la expresión de Cristo y no para nuestra exhibición, ni familiar ni ministerial. Si desde dónde hablamos no es Cristo, no edifica.

Muchas veces hemos escuchado: “si Dios es como mi papá, no quiero saber nada con Dios”. Por esta razón es urgente que los padres y las familias volvamos a entender que fuimos diseñados Familia Real, autoridad representativa de Dios en la tierra.

Necesitamos volver a ser una familia alineada, que exprese lo eterno, que retorna al Señorío de Cristo, sin conflictos con la autoridad: una familia con mente institucional, que entiende que Dios es la fuente de toda autoridad.

Ser padres es una honrosa tarea como autoridad delegada por Dios.

Si tomamos dimensión de la tarea encomendada, trabajaremos con determinación para que en nuestras casas y en las generaciones sea cuidada, nutrida y preservada la vida de Dios.

Cristo en nosotros nos pone a la altura de ser padres que representan responsablemente a Dios.

David Firman
David Firman
Psicólogo egresado de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Profesor de Enseñanza Media y Superior en Psicología, egresado de la Universidad Nacional de Rosario. Terapeuta Familiar. Bachiller en Teología, egresado en el año 2001 del IETL de Rosario. Pastor en CTHTN Rosario y zona. Escritor y Conferencista.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]