El drama que recuerda el atentado de la Amia y la historia de Jacob y Esaú, protagonizada por «Toto» Kirzner, Luciano Cáceres y Carolina Kopelioff, llegó ayer a la pantalla grande.
Con un elenco de primera y una historia conmovedora basada en hechos reales, aparece en los cines “La Noche Que Luché Contra Dios”, un film de Rodrigo Fernández Engler, quien anteriormente dirigió otros largometrajes como “Soldado argentino sólo conocido por Dios”, “Yo, Traidor” y su más reciente “Ciudades de Refugio”.
Este film nos presenta una historia basada en hechos reales, que cuenta las vivencias de Benjamin y del Jacob que conocemos de la Biblia, dos personas separadas por casi 4 mil años, pero unidos por una misma causa, enmarcada en un drama histórico y en la búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia.
Esta película no solo se destaca por su nivel actoral y narrativo, sino también por su fotografía, que estuvo a cargo de Diego Arroyo, graficando el sufrimiento vivido el día del atentado de la Amia el 18 de julio de 1994, pero también tratando temas como la codicia, la familia y la fe en paralelo con la historia del personaje de Jacob. Dos contextos históricos totalmente distintos que se unen en algún punto.
SINOPSIS:
El 18 de julio de 1994, el joven Benjamín Sheinberg («Toto» Kirzner) inicia su primer día como médico residente en el Hospital de Clínicas, en Buenos Aires. Justo el mismo día en que una bomba explota en la AMIA, causando la muerte de 85 personas.
Sheinberg se ve sobrepasado por la situación que lo afecta más allá de lo profesional y decide marcharse a Israel. Allí, de la mano de Rubén, un viejo amigo de su abuelo, «viajará» en el tiempo, adentrándose en la antigua historia de Israel, viéndose reflejado en Jacob (Luciano Cáceres), el futuro patriarca del pueblo israelita que confrontó a su hermano Esaú (Andrés Irusta) porque es el que recibe los favores de su padre, Isaac (Marcelo Polakoff), a su vez único hijo de Abraham (Alberto Leiva), a quien Dios le pidió que lo sacrificara y luego lo detuvo.
“Este film cuenta dos historias separadas ampliamente en el tiempo y en el espacio, pero con caminos que de alguna manera se cruzan. Entonces creo que es una película que nos interpela y nos llama a indagar, a recordar, a reflexionar”, nos compartió Rodrigo Fernández Engler. “Pienso que todos podríamos ser Benjamín o Jacob. En algún momento de nuestras vidas nos toca huir de algo, probablemente tropezar o caer para finalmente encontrar la redención”, agregó.
También nos expresó cómo se siente con respecto al estreno: “Realmente es muy emotivo estrenar una película. Se siente felicidad, algo de tranquilidad, pero por sobre todas las cosas, alivio. Digo esto porque en una película son muchas las cosas que pueden salir mal y más en una producción con estas características: de época, filmada en dos países, hablada en castellano y hebreo, con talentos internacionales, etcétera. Sin embargo, Dios no se apartó de nosotros y pudimos llegar a buen puerto. Por otro lado, me embarga un sentimiento de expectativa: tratar de estar a la altura de las circunstancias, teniendo en cuenta el tema que estamos abordando”.